La difusión de un tuit falso, la solicitud de renuncia de los Magistrados del TEPJF y la propuesta de desaparecer al INE, muestran un ataque consistente a los organismos electorales.

El resultado electoral de la CDMX, el fracaso de la consulta pública y la próxima revocación de su mandato son culpa del gobierno, no del INE ni del Tribunal Electoral. El Presidente debe serenarse.

Palacio Nacional se ha convertido en el epicentro de la violencia política en el país, señaló el diputado federal y vocero del Grupo Parlamentario del PRI, Héctor Yunes Landa, al calificar la reciente difusión de un tuit falso, la solicitud de renuncia de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la propuesta de desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE), como un ataque consistente en contra de los organismos electorales.

El legislador veracruzano recordó que el tuit que el presidente de la República atribuyó al recién nombrado presidente del Tribunal Electoral, Reyes Rodríguez Mondragón, desde el año pasado se aclaró que fue fabricado y es falso que sea de su autoría, lo que motivó incluso una denuncia penal. “Es preocupante el injerencismo en los organismos electorales, cuyo único propósito es someter el sistema electoral a la voluntad personal del Presidente”.

“López Obrador sabía que el tuit era falso y aun así utilizó todos los medios del Estado para justificar su solicitud de renuncia a los magistrados del TEPJF, algo fuera de su competencia”, señaló.

Yunes Landa aseguró que el resultado de las elecciones intermedias del 6 de junio, el fracaso de la consulta pública por su escasa participación y la próxima revocación de su mandato, son culpa de las malas decisiones, la corrupción y la ineficiencia de su gobierno, no del INE ni del Tribunal Electoral. “El Presidente debe serenarse y dejar de utilizar las conferencias mañaneras para ejercer violencia política en contra de las instituciones y sus integrantes”.

Por desgracia, el Presidente está cosechando las tempestades que ha sembrado con esmero. Ahora pretende presentarse como víctima de un lenguaje que denota violencia política, pero que él mismo ha promovido al romper la civilidad política en estos tres años.

El vocero del Grupo Parlamentario del PRI criticó que el Presidente siempre pida la cabeza de sus adversarios políticos. “Él dice siempre que no tiene enemigos, pero les obsequia ese trato. Hasta ayer tenía concentradas sus baterías contra el INE, pero ahora agregó a los integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral”.

Dijo que es muy grave que a tres años de ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo, López Obrador no tenga claro que sus facultades de remoción se circunscriben a quienes integran su gabinete, es decir, sólo a quienes él nombra. “A él no le corresponde definir, respecto de los otros poderes, quienes se van o a quienes les puede extender su periodo en el cargo que detentan”.

Hoy la investidura presidencial está en entredicho no por las desafortunadas expresiones atribuidas falsamente a un magistrado electoral, sino por la arenga irracional que se hace todos los días desde el cadalso de las mañaneras.

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