La premisa de que la música es un lenguaje universal y una forma de manifestación de la identidad de un pueblo está presente en el libro Historias musicales del barrio cósmico, del periodista musical xalapeño Betto Arcos, en donde reúne el trabajo que ha realizado por 20 años.

Betto Arcos es periodista de radio, curador y promotor cultural. Desde 2008, colabora como periodista y crítico musical de NPR, el programa Music Planet de la BBC radio 3 y KPCC, radiodifusora pública de Los Ángeles, además durante los últimos tres años, ha sido programador de música latina del Festival de Jazz en San José, California y co-fundador de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM)

Como parte de su visita a Veracruz, Arcos compartió un poco sobre la historia detrás de este libro, pues además de ser una expresión del trabajo del periodista, es una gran manera de conocer a América Latina a través de su música y sobre todo, a las personas que están detrás de la música que nos acompaña todos los días.

Del encierro al barrio cósmico

El periodista nos comparte que tenía por lo menos dos o tres años con la inquietud de escribir un libro de su gran trayectoria en el terreno musical, sin embargo fue hasta la pandemia en que “tenía ganas de hacer algo creativo, que tuviera impacto”, que se animó a recopilar las historias que conforman el libro.

“Me puse a buscar las historias que consideraba yo que enganchaban, que podían interesar a posibles lectores y empecé a organizarlas por diferentes carpetitas, de ahí surgen capítulos sobre la identidad, sobre la construcción de la identidad, de la migración y así es como se da este libro , es decir, el trabajo ya estaba publicado, por decirlo de alguna manera, pero en formato de audio”.

Así es como logró reunir los 150 perfiles musicales que integran el libro, que incluye a personajes como Carlos Vives, Violeta Parra, Rosalía, Los Aguas Aguas, Lila Down, La Santa Cecilia o Gaby Moreno, en un verdadero “crisol grande de lo que es la música”. En ese sentido, Arcos describe lo que podría encontrar un lector en ese libro de la siguiente forma:

“Esta colección abarca no solamente diferentes partes del mundo, sino que también abarca países, culturales, maneras de expresión diferentes a muchas que las que conocemos en América, también cubre diferentes tipos de historias, entre ellos historias de la expresión de una persona, un músico, una cantante o de un país”.

La radio y la imaginación para contar historias

Ante su trayectoria en la radio, preguntamos al crítico musical qué puede aportar específicamente este medio al quehacer periodístico, a lo cual nos respondió que lo maravilloso del radio es que opera de manera similar a la literatura: invita a la imaginación para recrear las historias.

“Es un poco como la literatura, siempre he pensado que cuando uno escucha la radio uno tiene que imaginarse cosas porque no puede visualizarlas, no puedes verlas como un video…No puedes imaginarte como va a ser esa persona que está detrás de la radio. Tienes que decir bueno, pues a ver, esta entrevista de esta persona, pues parece que es así, parece”.

“Yo creo que por eso es que la radio tiene un poder extraordinario, porque hace que la persona que está escuchando cree ciertas historias, ciertas imágenes visuales en su cabeza, igual como uno puede agarrar un libro y ponerse a leer y pues entrar en ese mundo, a través de ese libro”.

La identidad de América Latina a través de su música

La música es arte, pero eso no le resta un componente social y político. En ese tenor, Historias musicales del barrio cósmico integra temas importantes y relacionados con las problemáticas actuales, como la migración, la violencia, la adversidad, entre otros. Al respecto, Arcos menciona que efectivamente, la música que hace un artista puede dar cuenta del contexto en que se desarrolló y nos pone el ejemplo del fenómeno de los mariachis femeninos en Los Ángeles.

“Me encontré en el libro con muchas historias donde el ambiente, el contexto social, político y hasta veces económico decían mucho de por qué este artista estaba haciendo ese tipo de música. Hay cantidades de ejemplos, pero por decir… la historia de un grupo de mariachis de Los Ángeles. Fíjate los mariachis de mujeres, no de hombres. Normalmente estamos acostumbrados a ver a los mariachis hombres vestidos con su traje de charro”.

“En este caso, la historia está abordando el mariachi desde una perspectiva femenina. Es decir, en Los Ángeles hay un fenómeno importante…Es una comunidad donde hay una verdadera variedad de músicas del mundo, pero también se dan fenómenos como el mariachi de mujeres. ¿Y por qué se da ahí? Bueno, porque la mujer está está más empoderada que México en cierto sentido, y hay diez, doce o quince mariachis de mujeres. Y surgen en ese contexto social. En ese contexto económico, ¿por qué? Porque es una manera también de vivir, una manera de ganarse la vida”.

Arcos menciona que este libro también es una oportunidad para demostrar que las culturas en latinoamérica son complejas y aunque tenemos mucho en común, como por ejemplo el idioma español, también tenemos diferencias sustanciales, las cuales lejos de separarnos enriquecen la música y por ende la identidad de todo el continente.

Por ejemplo, nos explica que en Colombia o Cuba, países en donde hay una fuerte influencia africana, la cual está presente en la música, pero esto no ocurre en otros países como México, aunque recientemente gracias al Son Jarocho y otras manifestaciones musicales se está dando cuenta de esta influencia, “ahí está la diferencia de nuestras identidades, cada región y hasta en cada región… Cada país tiene una identidad diferente, aunque tenemos mucho en común, nos entendemos… pero hay una diferencia muy grande en cómo nos manifestamos musicalmente”.

Una conexión entre culturas, músicas y personas

En el prólogo de Historias musicales del barrio cósmico se menciona que este libro funciona muy bien para explicar las conexiones que existen entre culturas, músicas y personas, sin embargo con la pandemia se ha vuelto, aparentemente, más complejo el conectar con otros seres humanos, Arcos descarta esto y explica lo siguiente:

“Yo creo que sigue habiendo esa conexión, en todo caso, la pandemia nos ha hecho mirar hacia atrás, hacia el fondo de nosotros como seres humanos, como mexicanos o como latinoamericanos y nos hemos dado cuenta de toda esta riqueza, toda esta variedad que tenemos, por lo mismo de los cambios que se han dado alrededor del mundo a raíz de la pandemia”.

Con esto, el periodista considera que no deberían considerarse únicamente los aspectos negativos de la pandemia, que los hay sobre todo en materia de educación, “pero también ha sido un año y medio de pensar, de ir hacia el fondo, de entender un poco más qué es lo que somos, cómo somos, que tenemos mucho en común y nuestras culturas en América Latina tienen una conexión muy fuerte, muy potente y la música nos hace de alguna manera conectarnos aún más”.

Respecto a esta conexión a partir de la música, Arcos destaca que le gustaría que un lector de este libro se llevara la idea de la gran riqueza musical en América Latina, “que vale la pena explorarla, salir de lo de siempre, que vale la pena escuchar músicas de otros países, de otros géneros porque nos dice mucho de lo que somos como seres humanos”.

Betto Arcos presentó el libro Historias musicales del barrio cósmico en la 31° Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, y el sábado 24 se presentará en el Museo de la Ciudad de México y finalmente en la librería Mar Adentro, en el centro de la ciudad de Veracruz.

AC

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