Aunque las y los aspirantes a la rectoría reconocieron que la Universidad Veracruzana logró sanear sus finanzas en lo que se refiere a los adeudos que el gobierno del estado tenía con la universidad. Consideraron que hay muchos aspectos que mejorar en materia de administración financiera.

Dijeron que el mayor problema es lograr una descentralización financiera, pues actualmente la mayor parte de los recursos se concentra en la capital del estado, aunque la mayor parte de la matrícula escolar se encuentra fuera de este campus.

Se pronunciaron por diversificar la fuente de ingresos de la casa de estudios, una mayor distribución de recursos a las vicerrectorías, la simplificación de los trámites burocráticos, y continuar con los procesos de transparencia y rendición de cuentas.

Mayor equidad y racionalidad en la asignación de los recursos financieros

Martín Aguilar Sánchez planteó mejorar “la descentralización administrativa y financiera, especialmente en las regiones, donde los trámites administrativos son tortuosos. También la asignación presupuestal a las entidades educativas es desigual, por lo cual se tienen que revisar los criterios de asignación presupuestal”.

Dijo que si bien “la Universidad ya no es aquella opaca y poco transparente, falta consolidar mejores prácticas de transparencia y de rendición de cuentas, como un sistema único de información en el cual nos podamos apoyar para la toma de decisiones”.

Aguilar Sánchez se pronunció por “ejercer el 100% de los presupuestos federal y estatal asignados y generar ahorros en los espacios en los que esto sea posible a fin de orientarlos a las funciones sustantivas universitarias”.

Héctor Coronel Brizio también se pronunció por “continuar con la descentralización administrativa y financiera”. Y un mayor “involucramiento en la planeación presupuestal de directivos, académicos, investigadores y personal administrativo (…) para lograr mayor equidad y racionalidad en la asignación de los recursos financieros entre entidades áreas y regiones

En torno a la transparencia y rendición de cuentas, consideró: “todos los servidores públicos que manejen recursos públicos o tomen decisiones al interior de la UV deben estar conscientes de que toda la información que generan es pública”.

José Luis Cuevas Gayosso dijo que “las áreas de oportunidad continúan siendo: la diversificación del financiamiento, disponibilidad oportuna de los recursos externos, la real y efectiva descentralización administrativa, la distribución racional y justa; y la calidad en la gestión administrativa”.

Cuevas Gayoso señaló que de llegar a la rectoría “la rendición de cuentas será una premisa fundamental que deberá contribuir con la cultura de legalidad, los procesos de sostenibilidad y responsabilidad social”.

Alejandro de la Fuente Alonso consideró que “la universidad veracruzana ha demostrado una disciplina presupuestaria con transparencia de los recursos públicos, tanto ingresos propios como los designados por las diferentes instancias gubernamentales, es decir, se ha ejercitado la autonomía en forma eficaz”.

Sin embargo, estimó “necesaria una reforma administrativa para detonar los puntos de desarrollo con que contamos y modificar la asignación de recursos hacia las regiones, por lo que sí podemos mejorar”.

Contención del gasto y el uso racional del presupuesto

Darío Fabián Hernández González planteó como prioritario trabajar en “la contención del gasto y el uso racional del presupuesto, además de diversificar las fuentes de financiamiento a través de proyectos de gran escala que promuevan un equilibrio entre el apoyo gubernamental y la autogeneración de recursos”.

Explicó que “la contención del gasto corriente en la Universidad Veracruzana inicia con el balance de egresos como la partida de servicios personales que incluyen prestaciones ligadas y no ligadas al salario”.

Dijo que desde el año de 2015, “la partida de servicios personales corresponde a más del 80% de los gastos totales de la universidad”, y señaló que “durante el año de 2020 fueron de $ 5,137.9 millones de pesos, teniendo su mayor valor en porcentaje en el año de 2017, donde representó el 86% de los ingresos totales de la universidad”.

Dijo que también debe evaluarse la partida de Servicios de instalación, reparación, mantenimiento y conservación, “en 2016 se realizó un gasto de 52.4 millones de pesos, hasta un total de 460.0 millones de pesos en 2020, es importante realizar un estudio exhaustivo de estos gastos y considerar la trascendencia de estos, ya que estos gastos son realizados en tiempos de pandemia, por lo que estos activos fijos no fueron utilizados por docentes,investigadores o alumnos”.

Carlos Lamothe Zavaleta dijo que “en relación a la desconcentración administrativa y financiera, se han logrado avances importantes, y como ejemplos tenemos las afectaciones presupuestales electrónicas (APE), las adquisiciones, la comunicación institucional del sistema HERMES, que permiten acotar los tiempos y distancias para realizar trámites, sin embargo, existen muchos procesos que están centralizados y ponen en desventaja para ejercer los recursos, a las regiones fuera de Xalapa”.

Sin embargo, consideró que “en la asignación de recursos, no solo financieros sino también humanos, prevalece la desigualdad en la asignación, lo que no permite el desarrollo de las funciones sustantivas de igual manera en las cinco regiones, de manera que hay grandes brechas en cuanto a ofrecer instalaciones deportivas, entidades de investigación, espacios de esparcimiento, grupos artísticos y acceso a las mismas oportunidades de atención para la comunidad estudiantil”.

Lamothe Zavaleta destacó “la transparencia y la rendición de cuentas que han permitido un manejo limpio de los recursos y se han convertido en una bandera para la Universidad Veracruzana”.

Ana Beatriz Lira Rocas dijo que en la UV los ingresos obtenidos a través de la vinculación no representan ni el 2% del presupuesto actual, por lo que reiteró la importancia de incrementar los ingresos de la casa de estudios a través de este rubro.

En relación a la equidad y la racionalidad en la asignación de los recursos financieros, “se valora como mala, pues es urgente el diseño de un mecanismo administrativo que permita la distribución de recursos equitativamente, donde se preponderen los principios de eficiencia, equidad y transparencia, pues persiste la desigualdad en su distribución.

“La clasificación administrativa del presupuesto consolidado para 2021 muestra que el 75.6% se gasta en la región Xalapa, y el 24.4% se distribuye en las demás regiones, lo cual es preocupante debido a que aproximadamente el 60% de la matrícula formal se encuentra fuera del campus Xalapa”.

Sobre la gestión administrativa en apoyo a las actividades académicas, señaló que la compleja estructura administrativa de la UV ha tendido a burocratizarse, “no se cuenta con procesos que agilicen los trámites sobre la actividad sustantiva de la UV”.

Jorge Manzo Denes consideró que “no habrá fortalecimiento regional sin mayor autonomía financiera por parte de las vicerrectorías, debemos transitar por un intenso proceso de modernización administrativa que favorezca la descentralización, la transparencia y la rendición de cuentas”.

Y se pronunció por “una planeación participativa y la construcción de diagnósticos con base en la perspectiva de los universitarios serán la base de una nueva gestión, comprometida con el servicio, con el proyecto académico universitario”.

Yolanda Méndez Grajales señaló que “para el cumplimiento y consecución de planes y proyectos en pro y crecimiento de la comunidad universitaria no basta con los apoyos recibidos es necesaria la búsqueda de fuentes alternas de financiamiento complementarios”.

“Antes de la pandemia ya nos enfrentábamos a crisis financieras las cuales se han agudizado por obvias razones. Por tal motivo es imperante el uso eficiente, óptimo, racional de los recursos que llegan a nuestra universidad”.

Descentralizar toda la parte administrativa y financiera

Héctor Narave Flores consideró que “debe seguirse promoviendo la descentralización con el objeto de mejorar los procesos administrativos y de ejercicio de recursos, pero a la vez

para la equidad atendiendo las necesidades de cada región y las Dependencias o Entidades Académicas, según el número de trabajadores y matrícula”.

“La demanda por parte de académicos de una mejor gestión de los recursos es una constante en la mayoría de entidades, si bien hay algunos avances, todavía existen muchas demandas sobre todo en cuanto a los tiempos de ministraciones, el ejercicio y tiempos para adquisición de materiales y equipos, mecanismos de comprobación, así porcentajes que son absorbidos de los proyectos de investigación por la administración de estos”.

Sobre las políticas de racionalidad del gasto, “se debe buscar la apertura para apoyo de las Dependencias y Entidades Académicas, toda vez que, cada una tiene necesidades particulares y actividades diferentes, por lo cual, no se puede restringir o “encasillar” de manerageneral el uso de los recursos”.

Rocío Ojeda Callado, planteó “necesario gestionar la búsqueda de otros recursos, en este caso, se propone gestionar recursos a través de una comisión interdisciplinaria que pueda brindar capacitación al personal de las distintas entidades que conforman la universidad, para que sea posible la obtención de recursos”.

Por otro lado, “resulta necesario descentralizar toda la parte administrativa y financiera de las vicerrectorías, ya que es necesario que les otorguen competencias, toda vez que por el momento son figuras decorativas, que no tienen toma de decisión y las líneas que se marcan desde la rectoría muchas veces son programadas con base en la realidad que tiene la región Xalapa y por lo tanto no resultan congruentes con las realidades específicas de cada región; esto por supuesto evidencia que la asignación de recursos financieros no es equitativa”.

Salvador Tapia Spinoso dijo que es necesario fortalecer el esquema que promueve la diversificación del financiamiento, “para motivar al personal a gestionar proyectos que generen recursos extraordinarios y propios para la UV”.

Dijo que “actualmente existe la desconcentración y la asignación del presupuesto basado en resultados para cada una de las regiones universitarias manteniendo su aprobación y distribución para las entidades académicas y dependencias mediante los Consejos Universitarios Regionales, que se da con transparencia y criterios de equidad”.

Tapia Spinoso dijo que “se tiene la errónea percepción de que existe una fragmentación entre los procesos administrativos y los académicos; sin embargo, esto se debe a las reglas en el cumplimiento y la observancia de las normas estatales y federales que regulan y limitan el ejercicio de los recursos financieros”.

Rafael Vela Martínez planteó que “se requiere incrementar los ingresos lo que exige buscar nuevas fuentes de financiamiento que contribuyan a expandir la capacidad de financiamiento de la universidad”.

“Hay que considerar la labor que en materia de vinculación puede realizarse con los sectores productivos en el ámbito privado y público a través de la realización de proyectos que constituyan provisión de servicios profesionales o participación en proyectos conjuntos de producción o prestación de servicios a la sociedad”.

Planteó “necesario revisar normatividad establecida en la Constitución respecto al porcentaje de ingresos que el gobierno estatal debe transferir a la UV, la cual establece que debe ser el 4% del Presupuesto General de Egresos, pues en los últimos años dicha transferencia se ha hecho calculando dicho porcentaje con respecto a los ingresos de libre disposición y ello representa un monto menor”.

Vela Martínez dijo que “se requiere una reforma del presupuesto de la universidad para fortalecer presupuestalmente aquellos programas que se requieren para impulsar el desarrollo académico, la docencia y la investigación, así como para mejorar la infraestructura física y financiar los programas de apoyo a la inserción y permanencia de los estudiantes”.

AVC/Eirinet Gómez

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