Cuando el gobernador presumió con orgullo que uno de los principales logros de la 4T es que ya no se cobra por el uso de sanitarios en las gasolineras, seguramente no reparó en que el precio de la gasolina podría tocar esta misma semana su máximo nivel histórico. El gobierno de Veracruz vive un verdadero autismo social y económico.

El parangón no tiene nada de discriminatorio. El autismo es un trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior. Eso le pasa a la administración estatal.

Tal vez por ello, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez parece estar acostumbrado al escarnio público, incluso a la burla nacional. Sus dislates e incontinencia verbal no sólo han expuesto su inexperiencia como gobernante sino confirman que no ha logrado entender la complejidad del trabajo que desempeña.

El martes, casi todos los medios nacionales dedicaron sendos espacios al mandatario veracruzano, para dar cuenta de su conferencia de prensa en la que aseguró que los cambios de la Cuarta Transformación ya están presentes en México, esto debido a que ya no se cobra una cuota por ingresar a los sanitarios de las gasolineras del estado.

El mandatario contó que recorre Veracruz “de arriba hacia abajo”, por lo que es irremediable su paso por una gasolinera. “Paso a veces a los baños y veo el cambio. Ya hasta uno se anima a darle la cooperación porque ya no la exigen, ya está ahí, es voluntaria”, dijo en un video que se viralizó en redes sociales.

En el video también se escuchan las risas burlonas de los reporteros, quienes lo incitan a que siga enredándose en una explicación frívola y sin sentido. Y ante lo que Cuitláhuac creía se trataba de un gesto aprobatorio de la prensa, siguió sumergiéndose en una vergonzante justificación exhibida a nivel nacional.

El que ya no se cobre el uso de los sanitarios para el gobernador representa algo “increíble, pero cierto”, por lo que ahora la cooperación voluntaria la “das con gusto” al no ser exigida. “En ninguna (parte) me han dicho “oiga, tiene usted que pagar”. Incluso me topé con una en la que me dijeron “no, no pague, es gratis”. En serio, yo hasta iba a grabar. Parece increíble, pero es cierto” (sic).

Y entonces las redes hicieron cera y pabilo de la figura del gobernador.

Más allá del ridículo público, lo que preocupa a muchos veracruzanos –habrá quien el ridículo le parezca divertido- es que Cuitláhuac no entienda el contexto en el que hace sus declaraciones. Este miércoles, el precio de la gasolina en México mantuvo una tendencia a la alza y en entidades como Jalisco cotiza en cerca de 24.00 pesos la Magna y por arriba de 25.00 pesos la Premium, según la información que proporciona el portal PetroIntelligence.

En Xalapa, los precios promedios rondaron los $20.69 pesos para la Magna y hasta $22.07 la Premiun, el precio más alto de las últimas semanas.

Una de las razones por las que el precio no se ha disparado aún más es porque el gobierno federal está destinando miles de millones de pesos al subsidio de gasolinas y evitar el golpe social del aumento desproporcionado. El Presidente sabe perfectamente que el precio de la gasolina tiene en México un efecto simbólico en la población y sobre su promesa de que no habría más gasolinazos.

El viernes pasado, el gobierno anunció los estímulos aplicables para esta semana. En la Magna, el estímulo será de 54.54% mientras que en la Premiun será de 31.42%, con lo que los contribuyentes pagarán de IEPS 2.32 y 2.96 pesos respectivamente. Con este ajuste, los subsidios se ubicaron en su mayor nivel en tres años.

Esta política de contención de los precios de las gasolinas ha tenido costos fiscales, pues ha implicado el sacrificio de ingresos. La propia SHCP ha confirmado que los subsidios a los precios de las gasolinas son altamente regresivos, es decir, incrementan la desigualdad, pues los reciben principalmente la gente de mayores ingresos.

¿Qué tanto ha subido el precio de la gasolina en este gobierno? En diciembre de 2018, momento en el que López Obrador asumió la presidencia, el precio promedio de la gasolina Magna se situaba en 18,32 pesos por litro y actualmente tiene un costo cercano a los 24 pesos –según la región del país-; mientras que la gasolina Premium, tenía un precio promedio de 19,87 pesos el litro y hoy los consumidores pagan hasta 25.09 pesos.

Pero eso no importa; lo relevante es que el gobierno ya logró que los baños de gasolineras –que no son otra cosa que empresas privadas- sean gratis.

La del estribo

1. Esta semana se observan decenas de brigadas de jóvenes ciervos de la nación en cruceros de las principales ciudades del estado difundiendo la consulta popular del 1 de agosto. ¿Quién financia esa propaganda? Y luego hacen escándalo porque no les alcanza el dinero.
2. Desde este espacio enviamos un abrazo muy solidario a nuestro compañero columnista Arturo Reyes Isidoro quien se encuentra en recuperación por el quebranto de su salud. Arturo es querido y respetado en el gremio; esperamos la siguiente entrega de su Prosa aprisa.