El pasado jueves 1 de julio, un diario del norte del estado difundió en redes sociales que Omar Ramírez Fuentes, alcalde electo de Cazones de Herrera, se había suicidado en su celda de un centro penitenciario de Oaxaca, donde fue recluido al imputársele la presunta autoría intelectual del crimen de René (Remigio) Tovar, el candidato de Movimiento Ciudadano asesinado dos días antes de la elección del pasado 6 de junio.
Al día siguiente, el gobernador Cuitláhuac García desmintió dicha versión, la cual resultaba verosímil dados los altos índices de violencia política que se registraron en Veracruz desde septiembre de 2020, al inicio del proceso electoral.
Pero la divulgación del falso “suicidio” del supuesto autor intelectual del asesinato del ex candidato de Movimiento Ciudadano que aun estando en el féretro ganó de forma contundente la elección municipal ha generado conjeturas que habrían puesto en alerta a las autoridades que presumen podría estar en riesgo la integridad física del alcalde electo sustituto.
Y es que en torno al homicidio de Tovar se dieron situaciones extrañas y circularon diversas versiones que no han sido del todo esclarecidas. Se dice, por ejemplo, que el alcalde saliente de Cazones, Zenón Pacheco Vergel, quería hacer ganar a como diera lugar a su esposa Guadalupe Rubí Trinidad Escelente, postulada por el PAN, por lo que esa fatídica noche, después del crimen, estuvo a punto de ser linchado por una enardecida turba que lo ubicó en un domicilio particular de la congregación Rancho Nuevo, donde se habría reunido en secreto con el candidato del PRD, Orlando González, (a) “Landín”, para convencerlo presuntamente mediante una fuerte suma de dinero para que al día siguiente, sábado 5 de junio, declinara junto con su estructura electoral a favor de la profesora panista.
El proyecto del alcalde de Acción Nacional para retener el poder a través de su esposa era casi perfecto, pues además de su alianza con “Landín” González –ex alcalde priista a quien el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) del estado le imputó un presunto daño patrimonial por más de 8 millones 500 mil pesos en su administración municipal 2014-2017– habría comprometido también la tesorería del ayuntamiento para Jorge Arturo Zardoni Herrera, otro ex alcalde del PRI (2008-2010) y ex tesorero de Cazones, por lo que anticipadamente daban por hecho el reparto de cargos y del botín municipal.
Sin embargo, todo se les vino abajo la trágica noche del viernes 4 de junio, cuando sicarios ejecutaron de ocho balazos al candidato del partido naranja, René (Remigio) Tovar.
¿Qué mente criminal decidió enlutar a una familia para impedir que el PAN, en una alianza de facto con el PRD, se quedara con este municipio?
Otra decisión extraña fue que la dirigencia estatal de Movimiento Ciudadano, que encabeza Sergio Gil Rullán –aliado en 2018 de la familia panista Yunes Márquez, la cual acaba de retener con todo tipo de argucias la alcaldía del puerto de Veracruz y ahora hace amarres con líderes regionales del PAN, como el ex alcalde terrablanquense Tito Delfín Cano y el diputado sureño Enrique Cambranis Torres, para apoderarse del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul que aún preside Joaquín Guzmán Avilés–, decidió registrar como candidato emergente al ex coordinador de campaña Omar Ramírez en lugar del suplente Miguel Ángel Uribe Toral.
Pero ahora, tras el encarcelamiento de Ramírez Fuentes, finalmente Uribe Toral, como candidato suplente electo, estaría por asumir el 1 de enero próximo la alcaldía de Cazones. A menos, claro está, que el sustituto de Tovar sea exonerado del crimen que le imputan antes de que concluya este año, lo cual se ve prácticamente imposible.
¿Qué mente maquiavélica habrá planeado este crimen?