El Secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, aclaró ayer muchos de los mitos y realidades respecto a la situación de la deuda pública del estado, a raíz de la información difundida de que se adquiriría un nuevo préstamo de largo plazo para la realización de obra pública.

En principio, la deuda pública dejó de ser un misterio con fines políticos. ¿Cuánto debemos realmente? Hasta hoy la deuda de Veracruz certificada por la Secretaría de Hacienda (SHCP) es de 54 mil millones de pesos, 5 mil millones menos que al inicio de la actual administración. Y al término del gobierno actual, los pasivos serían de 49 mil millones de pesos

De hecho, es la primera vez que se logra pagar parte de la deuda recibida por un gobierno anterior. Los 10 mil millones de pesos que se reducirá equivalen tres veces a la que dejó Miguel Alemán. De no ser por Fidel y Duarte, los veracruzanos no deberíamos un peso. Curioso que no haya sido tema de campaña electoral.

Y no todo es a bancos y proveedores, sino principalmente al gobierno federal. Lima Franco dijo ayer que al recibir la Secretaría de Finanzas en diciembre de 2018 se detectó una deuda de casi 32 mil millones de pesos, 20 mil millones con el SAT y 12 mil más con el ISSSTE.

La primera se trata del impago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de varias entidades como la Universidad Veracruzana (UV), la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), la Fiscalía General de Veracruz (FGE) y el Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial para el Estado de Veracruz (IPAX). La segunda debido a que durante el gobierno de Javier Duarte se retuvieron las aportaciones a maestros federales pero no se trasladaron al Instituto.

Los adeudos de instituciones como la Universidad Veracruzana y la Fiscalía ya quedaron saldados. En el caso del ISSSTE, está por firmarse un convenio para saldar los 12 mil millones de pesos, en un plazo de 15 años. Estos pagos mejoraron la percepción de las calificadoras y por supuesto, el buró crediticio de los bancos, muchos de los cuáles ya nada querían saber de Veracruz.

En estas condiciones llegaron los nuevos préstamos que han sido públicos. Al inicio del gobierno se contrató el primero a corto plazo por 2 mil 500 millones de pesos, debido a que no contaban con recursos y debía hacer frente al pago de la nómina y prestaciones de fin de año. De hecho este préstamo se ha solicitado cada año –y se paga durante el siguiente- con el mismo propósito, sólo que en 2021 será de mil 200 millones. También se pidió crédito en 2019 por 2 mil 400 millones de pesos; para el 2020 fue de mil 800 millones.

El 17 de junio pasado, el secretario de Finanzas informó que en el mes de junio se contrataría el crédito de 2 mil millones de pesos destinado a la generación de obra pública; dependencias como la Secretaría de Infraestructura y la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) ya lanzaron los procesos de licitación para generar obra pública. Con ello se quintuplicaría la obra de los dos últimos años de Duarte y el doble del gobierno de Miguel Ángel Yunes.

El tema por supuesto, causa suspicacia luego de que por varios años, la deuda de Veracruz -cuyo monto se conoció con precisión hasta la presente administración- fue el eje del debate político y la indignación social. Fue un asunto que hizo ganar y perder elecciones.

El semáforo verde del sistema de alertas

El manejo de la deuda ha traído ciertos beneficios, sobre todo con el sistema de alertas de la Secretaría de Hacienda que mide el nivel de endeudamiento de las instituciones públicas que tengan contratados financiamientos y obligaciones, cuya fuente o garantía de pago sea de Ingresos de Libre Disposición, es decir, el dinero que no está etiquetado.

El sistema se alimenta con información de la Cuenta Pública -la cual es vinculante- así como con las actualizaciones trimestrales, por lo que no se pueden simular ingresos y pasivos con el propósito de mejorar la calificación. Las alertas se señalan mediante un semáforo.

Al cierre de junio, la SHCP reportó mediante su semáforo de alertas el nivel de endeudamiento de los estados que tienen como garantía de pago sus ingresos de libre disposición, donde Veracruz nuevamente salió con calificación aprobatoria, consolidándose como uno de los estados con mejor manejo financiero en el país.

Dentro de los indicadores que evalúa la SHCP, se encuentran: (1) Deuda Pública y Obligaciones sobre Ingresos de Libre Disposición, (2) Servicio de la Deuda y de Obligaciones sobre Ingresos de Libre Disposición y (3) Obligaciones a Corto Plazo y Proveedores y Contratistas sobre ingresos totales.

Con este nuevo reporte, Veracruz mantiene por quinto periodo consecutivo de medición sus tres indicadores en verde, algo que no se había logrado en las administraciones anteriores. Es evidente que el gobierno no ha sabido difundir sus logros.

Las del estribo…

1. Tras el homicidio de dos menores de edad a manos de la policía en el municipio de Amatlán, el gobernador sugiere la estrategia del hijo del Chapo: “retirada” frente a los delincuentes. Hasta ahora no han podido explicar qué sucedió y porqué los policías dispararon en contra de los menores.

2. El gobierno de Puebla decidió ignorar al Insabi y comprar por su cuenta 2 mil millones de pesos en medicinas oncológicas; allá no hay desabasto. En Veracruz seguimos esperando que el malogrado Insabi nos haga el milagro.