Como ha venido sucediendo en la entidad con los últimos gobiernos, después del 30 de noviembre de 2024 todos los errores y abusos de poder no serán imputados por los veracruzanos a los funcionarios directamente responsables sino al titular del Poder Ejecutivo.
Y es que en la memoria colectiva el único nombre que suele mantenerse vivo es el del gobernante en turno. Con el paso de los años casi nadie suele recordar quién fue director o secretario de Seguridad Pública, de Gobierno, de Salud, Tesorero o Procurador de Justicia, pero sí saben quién era el jefe de todos ellos. Lo mismo ocurre en el nivel federal, por lo que los últimos cinco ex Presidentes de la República, no sus ex colaboradores, están por ser sometidos a la consulta popular de agosto próximo para ser enjuiciados.
Por eso sería de esperarse que el gobernador Cuitláhuac García, quien está por llegar a la mitad de su sexenio, realizara con frialdad y sensatez un balance de su administración para determinar qué otros ajustes le convendría hacer en su gabinete.
Ya el 21 de junio pasado le pidió la renuncia a Eduardo Cadena, secretario de Desarrollo Agropecuario, y a la semana siguiente, el lunes 28, hizo lo mismo con la secretaria del Medio Ambiente, Rocío Pérez Pérez.
El caso de Cadena Cerón sorprendió, pues el titular de la Sedarpa presumía tener la protección de Víctor Manuel Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal, con quien el ingeniero agrónomo de Martínez de la Torre trabó relación desde el proceso electoral de 2018.
Sin embargo, una área gubernamental que más críticas le sigue generando a la administración de García Jiménez es la de Seguridad Pública, en la que le impusieron desde el gobierno central al neoleonés Hugo Gutiérrez Maldonado, a quien el Congreso local le tuvo que conceder la dispensa de ley debido a que incumplía con el requisito constitucional para asumir la titularidad de la SSP, pues no es nativo del estado ni es hijo de padres veracruzanos.
Su nombramiento se atribuye a su supuesto parentesco con la señora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que al parecer le valió que no tomaran muy en cuenta sus polémicos antecedentes como ex jefe policiaco en Coahuila y Nuevo León.
Tampoco le hizo mella el escándalo mediático que le estalló sobre el doctorado que oficialmente presumía, pues los reporteros Juan Alberto Cedillo y Noé Zavaleta, de la revista Proceso, investigaron y descubrieron que ni siquiera existía el Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminología (Cescijuc) donde supuestamente lo cursó.
Como se recordará, los corresponsales del semanario en Veracruz y Nuevo León corroboraron que el Cescijuc, donde Gutiérrez aseguraba haber estudiado un “doctorado de un año”, es una institución educativa ubicada en una sórdida calle de Monterrey a la que la SEP le negó en 2008 el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE). “Y en la oferta educativa de la página oficial del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminología no existe el Doctorado en el ‘Nuevo Sistema Penal Acusatorio’”, precisaba el reportaje de Proceso.
Este viernes, en Amatlán de los Reyes, policías estatales fueron señalados de acribillar a dos adolescentes; en Omealca, también en el centro del estado, fueron reprimidos pobladores que se quejaban de detenciones ilegales; en Oluta, al sur de Veracruz, fueron golpeados manifestantes que protestaban por abusos y saqueos de los supuestos guardianes del orden, y este sábado, en Nuevo Teapa, municipio de Moloacán, reporteros fueron agredidos y cinco de ellos detenidos cuando cubrían periodísticamente el bloqueo de la autopista Coatzacoalcos-Villahermosa por habitantes que exigían la liberación de un vecino de la comunidad Las Palomas que el día anterior había sido aprehendido ilegalmente por la Fuerza Civil y cuyo paradero desconocían.
¿Cómo querrá el gobernador Cuitláhuac García perdurar en la memoria de los veracruzanos al término de su sexenio? Porque su secretario de Seguridad Pública obviamente se desaparecerá del estado a más tardar a finales de 2024, a menos, claro está, que el próximo sucesor o sucesora de García Jiménez fuese de Morena e incondicional de la señora Gutiérrez Müller, para que lo ratificara en el cargo.