Sólo quien no ha tenido un pariente o un amigo cercano enfermo de cáncer puede ser tan insensible al justo y desesperado reclamo que los padres de niños que enfrentan esta terrible enfermedad vienen haciendo a los gobiernos federal y estatales, ya que la mayoría de estas familias no cuentan con suficientes recursos económicos para adquirir los medicamentos que carecen los hospitales públicos, cuyo costo de algunos de ellos llegan a oscilar entre los 15 mil y hasta 70 mil pesos porque son de importación.

Este miércoles, en la Ciudad de México, en Xalapa, en el puerto de Veracruz, en Córdoba y en otras ciudades del país, los padres volvieron a protestar en las calles, no obstante que el presidente Andrés Manuel López Obrador había asegurado en su conferencia de prensa de la mañana anterior que ya se habían comprado 21 de los 25 fármacos anticáncer. Inclusive el mandatario anunció que “dos de los productos faltantes los elaborará Japón de forma especial” y dijo que “la adquisición ha sido un proceso muy complicado” pero que ya se estaban distribuyendo.

Y, en contraste con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell –quien en un programa de TV por internet, conducido por caricaturistas afines al gobierno de la 4T, declaró que los padres de niños con cáncer estaban siendo usados por grupos golpistas de la derecha–, el mandatario enfatizó que los familiares de niños enfermos tienen derecho a exigir.

Sin embargo, ayer, diputados y senadores de Morena se rehusaron a modificar el orden del día para que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión revisara un exhorto de los panistas que pretendían abordar el tema del desabasto de medicamentos contra el cáncer y exigir la renuncia del subsecretario López-Gatell.

El día anterior, en una carta dirigida a la opinión pública, la Asociación de Padres de Familia con Niños Enfermos expresó que “no queremos medicamentos a cuentagotas” y que tampoco “buscamos soluciones parciales, porque las terapias para el cáncer incompletas son inservibles para los pacientes”.

En su misiva, afirmaron que en los hospitales persiste el desabasto, sobre todo en los estados de la República, donde los afectados se están sumando a las movilizaciones de protesta. “La falta de tratamiento integral, seguro, de calidad y eficiente, es un problema que se vive en todo México”, señalaron.

“Por eso, no vamos a detenernos hasta estar seguros de que el tratamiento que recomiende nuestro médico especialista se encuentra disponible en las farmacias de las instituciones” donde son atendidos sus hijos con cáncer, advirtieron, a la vez que puntualizaron que esta asociación “no recibe financiamiento de ninguna institución pública, privada o de beneficencia; tampoco paga por servicios legales ni profesionales de ninguna índole”.

Subrayaron que no persiguen ningún fin político o económico y remarcaron que tampoco tienen vínculo alguno con la industria farmacéutica u otras empresas.

“Cada uno de nosotros participamos en esta red con el legítimo interés de asegurar la mejor atención para nuestros hijos y nada más”, enfatizaron en la misiva.

La carta de un juez sensible

El abogado pozarricense Ignacio Morales Lechuga, ex secretario de Gobierno de Veracruz, ex procurador de Justicia del DF, ex procurador general de la República, ex embajador de México en Francia y actual titular de la Notaría Pública número 116 de la Ciudad de México, difundió el pasado lunes en redes sociales una carta que Israel Flores Rodríguez, Juez Séptimo de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativo y de Trabajo, le escribió a una niña de Puebla enferma de leucemia, cuyas iniciales son S.C.F., a la cual le concedió el amparo que promovió su madre para que no le falten medicinas.

“Este mensaje te lo manda Israel Flores Rodríguez, yo soy un juez que recibió un escrito en el que tu mamá me informó que has estado acudiendo a un hospital para que tu salud mejore pronto”, le explica en su misiva.
“Ella me dijo que en ese hospital no te habían dado un medicamento que necesitabas, por lo que me pidió por favor que le pidiéramos una explicación a los doctores y doctoras que te han atendido”.

El juez le detalla a la niña que los médicos le dijeron que sí tienen el medicamento que su mamá solicita, “sólo que esta semana no te lo podrán dar porque primero deben darte otra medicina, y ya después valorarán cómo seguirá tu tratamiento”.

“A partir de ahora estaré pendiente de tu atención en ese hospital, por lo que tú o tu mamá pueden avisarme sobre cualquier situación que les genere dudas”, escribió Flores Rodríguez, quien enseguida le indica que “asimismo, yo quiero informarte que en el hospital te dieron una nueva cita para el jueves 1 de julio de dos mil veintiuno, a las nueves de la mañana, por lo que si es posible, podrías asistir ese día para que te revisen, te den tus medicinas y así tu salud diga mejorando”.

“Debes estar muy contenta porque tu mamá te cuida y se preocupa mucho por ti, y espero que con su participación, la de personal médico y la mía, podamos conseguir que no te haga falta nada para que cada vez te sientas mucho mejor y tu salud se restablezca día con día”.

Por último, el juez le informa “que señalé como posible fecha para decidir si el hospital ha respetado o no tu derecho a la salud, el veinte de julio de este año, a las dos de la tarde, lo que te informaré de manera oportuna.”
Finalmente se despide de la niña: “Te mando un gran saludo y estoy a tus órdenes. Atentamente, Israel”.

Si en el Poder Judicial hay jueces tan sensibles y humanitarios como Flores Rodríguez, ¿por qué en los poderes Ejecutivo y Legislativo los funcionarios y diputados de Morena no ponen el ejemplo también?