El pasado 26 de junio se conmemoró el día internacional de apoyo a las víctimas de tortura, proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas mediante la resolución 52/149, el 12 de diciembre de 1997.
Este día internacional tiene como objetivo principal encaminar a todos los países del mundo a la erradicación total de la tortura, conminándolos a aplicar de manera efectiva la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la cual entró en vigor el 26 de junio de 1987.
En el ámbito regional, los Estados Americanos además del instrumento antes citado, también signaron la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, cuyo artículo segundo la define como todo acto realizado intencionalmente por el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o mentales, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena o con cualquier otro fin.
Asimismo, el citado instrumento señala que también se entenderá por tortura la aplicación de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica, lo cual implica que la tortura no se limita al daño físico, sino que también abarca la salud mental de las víctimas.
Por cuanto hace a la legislación nacional, luego de varias recomendaciones emitidas por Naciones Unidas, derivadas de los informes presentados por el Relator Especial sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, el 26 de junio de 2017 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, además de que, se reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones del Código Penal Federal, de la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como de la Ley de Extradición Internacional.
Con lo anterior, nuestro país logró un importante avance en la materia, pues se incluyó en nuestra legislación nacional, la distribución y coordinación de competencias entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno para prevenir, investigar, juzgar y sancionar estos delitos, además de establecer los tipos penales y sus sanciones e implementar medidas de atención y asistencia integral para las víctimas.
Luego de estos cambios en la legislación interna, nuestro país fue reconocido por Naciones Unidas por el importante paso logrado en la materia, pues la tortura además de ser un crimen de lesa humanidad, es uno de los fenómenos de mayor preocupación a nivel internacional por sus lamentables consecuencias tanto en la esfera individual de las personas como en el contexto social de las naciones.
La tortura constituye una de las formas más graves de violación a los derechos humanos y a la dignidad de las personas que no puede ni debe justificarse bajo ninguna circunstancia; erradicarla es el objetivo común de todos los países, por ello en este día internacional debemos hacer conciencia de sus efectos y difundir información al respecto, para contrubuir a su visibilización y erradicación, tal como lo mandata la legislación nacional y los instrumentos internacionales.