Un conjunto de investigadores liderados por Bárbara Matos, del Instituto de Biomedicina (IBIOMED) en la Universidad de Aveiro (Portugal), concluyó que el cerebro y los testículos humanos, dos tejidos aparentemente distintos, comparten varias características bioquímicas, “desde los niveles de organización molecular hasta celular”.

Esta información se da a conocer en un reciente artículo especializado de la revista Royal Society Open Biology.

Los científicos compararon proteínas de 33 clases de tejidos que conforman el corazón, los intestinos, el cuello uterino, los ovarios y la placenta. Respecto al cerebro y los testículos, se hallaron 13.442 proteínas en común —estas zonas comparten el mayor número de genes del cuerpo humano—, un conjunto de datos corroborado por estudios genéticos.

El pensamiento y la producción de espermatozoides requieren fuertes dosis de energía, por ese motivo, los órganos descritos presentan células especializadas: unas apoyan a las neuronas, mientras otras se encargan de mantener a las células germinales de las gónadas en buen estado.

Ambas clases de células funcionan de forma parecida mediante un proceso llamado exocitosis, el mecanismo de transporte activo a nivel celular. De esta forma, el cerebro ordena el trabajo conjunto de los neurotransmisores —sustancias químicas que transmiten señales por el cuerpo—; por otro lado, los espermatozoides liberan las condiciones para la fertilización.

“Este es un tema poco explorado y es necesario aclarar la conexión entre estos tejidos, lo que podría ayudar a comprender las disfunciones que afectan al cerebro y los testículos”, mencionan los expertos.

Como antecedente, un estudio de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), publicado en la Revista Asiática de Andrología, había asociado a la disfunción sexual masculina con trastornos neurológicos.

En noviembre de 2008, la revista Intelligence, a través de análisis realizados por el Instituto de Psiquiatría del King’s College London, relaciono a la inteligencia y cómo esta afecta a la calidad del semen.

Según el artículo de Royal Society Open Biology, puede haber una relevancia clínica direccionada al parecido en las proteínas del cerebro humano y los testículos. “De hecho, las proteínas comunes pueden estar asociadas con el deterioro simultáneo de la función cerebral y testicular”, sostienen.

Finalmente, en el capítulo Observaciones finales, acotan: “La identificación de estas proteínas, junto con el análisis de su papel en la función cerebral y/o testicular, podría ayudar a comprender mejor la fisiopatología (enfermedades desarrolladas mientras se realizan funciones vitales) de estas afecciones, así como al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para el tratamiento de enfermedades cerebrales o testiculares”.

larepublica.pe

Conéctate con Formato Siete:

APUNTES | Haiga sido como haiga sido