Nunca como ahora, ni siquiera en el mandato de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), se había dado una confrontación tan fuerte de las cúpulas empresariales del país contra un Presidente de la República, la cual está por dirimirse en la jornada electoral del próximo domingo 6 de junio.
Para nadie es un secreto que las medidas dispuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador no han sido bien vistas por los organismos empresariales –Coparmex una de ellas–, cuyos socios vieron mermados sus privilegios, principalmente fiscales, de los que de manera alevosa gozaron durante varios sexenios.
Por eso ahora, magnates como Gustavo de Hoyos, Claudio X. González Laporte y José Antonio “El Diablo” Fernández Carbajal, entre otros, emprendieron una cruzada antiMorena colocando a cientos de empresarios como candidatos de la alianza PAN-PRI-PRD a cargos de elección popular, los cuales reciben millonarios recursos para sus campañas con el fin de frenar a los abanderados de Morena y sus partidos aliados.
En el gobierno obradorista tienen detectados a cientos de empresarios en todo el país trabajando con el claro objetivo de hacer contrapeso al apabullante régimen de la 4T.
En el puerto de Veracruz, por ejemplo, la Coparmex, organización patronal que preside Alberto Aja Cantero, pregona el discurso de inclusión y apartidismo políticos pero en la práctica impulsa y defiende a los abanderados del PAN, mientras que a los de Morena los censura y ataca, como sucedió la semana anterior con el diputado federal con licencia Ricardo Exsome Zapata, candidato a la alcaldía porteña, a quien le cerró las puertas de esa representación empresarial.
El columnista Darío Celis, de El Financiero, publicó este viernes 28 que “el trabajo para sumar apoyo económico, movilizar personas, aportar y colocar propaganda política en las ciudades, se orquestó con un trabajo ordenado y organizado desde las cúpulas empresariales, las cámaras industriales y de comercio, los gremios profesionales y agrupaciones de amigos en Valle de Bravo, Cuernavaca, Boca del Río, Puebla, Alto Sano (Morelia), Chapala y clubes deportivos”.
Por ello, en el caso de Veracruz, trascendió que no es remoto que antes o después de la elección, el gobierno de la 4T judicialice algunas de las cuatro carpetas de investigación abiertas por la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez, cuyo grupo impulsa candidatos en los principales municipios y distritos electorales de la entidad por la alianza antiobradorista.
No es casual, pues, que la familia Yunes –ante la ausencia del ex fiscal Jorge Winckler Ortiz, actualmente prófugo– haya contratado los servicios del abogado penalista José Luis Nassar Daw, un litigante que tampoco es bien visto por el gobierno de la 4T.
Entre los clientes de Nassar destaca el ex gobernador priista de Nayarit, Roberto Sandoval, acusado de corrupción y con órdenes de aprehensión giradas en este sexenio. También Raúl Salinas de Gortari, Lissete Farah –la madre de la niña Paulette, cuya extraña muerte conmocionó a la sociedad mexiquense y del país–, la cantante Belinda y hasta el futbolista tapatío Rafael Márquez, ex jugador del Barcelona, quien era investigado por lavado de dinero.
PAN porteño fracturado
De todos los municipios donde Acción Nacional postuló candidatos a las presidencias municipales de la alianza opositora PAN-PRI-PRD, indudablemente el puerto de Veracruz es donde su militancia quedó más dividida y lastimada.
Si alguien posee información valiosa de las entrañas del panismo de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río es Luis Humberto Tejeda Taibo, quien además de ser regidor panista de la actual comuna boqueña es pariente y ex operador político de la familia Yunes Márquez, cuyo jefe del clan e hijos se sienten dueños de la franquicia azul y, en la práctica, operan actualmente como “socios” mayoritarios del priismo y perredismo veracruzano.
Por eso fue muy significativo que este domingo, Tejeda Taibo, al encontrarse casualmente con el candidato de Morena a la alcaldía del puerto de Veracruz, Ricardo Exsome Zapata, le expresara abiertamente que respaldará su proyecto político por ser un hombre íntegro y humano.
Los reporteros aprovecharon la presencia del sobrino político de Miguel Ángel Yunes Linares para cuestionarlo sobre la situación que guarda el panismo de Veracruz, a lo que sin tapujos el regidor panista de Boca del Río respondió: “El PAN está fracturado y dividido. La primera trinchera que está defendiendo la democracia en Veracruz está integrada por militantes que fueron golpeados (por los Yunes)”.
Sostuvo que los panistas de cepa advirtieron con anticipación del fracaso que se avecina por los caprichos y el hambre de poder de la familia en mención, cuyos miembros pisotean los derechos de la verdadera militancia para beneficiar a sus amigos, socios y, por supuesto, a ellos mismos.
A decir verdad, el edil boqueño no dijo nada nuevo, simplemente ratificó lo que ha sido público y lo que muchos otros panistas recalcitrantes quisieran expresar abiertamente, pero por temor a represalias prefieren someterse y comerse las migajas que el clan yunista les deja.