El sorteo Melate y Revancha 2.518 fue el más surreal en la historia de los Pronósticos en México. Un montaje cuidadosamente planeado y el robo de 160 millones de pesos (USD 8 millones) ante los ojos de millones de espectadores, quedó grabado en la infame historia del crimen nacional.
Esta es la historia de siete ladrones, un fraude, la negligencia del gobierno y un error garrafal que rubrica la máxima: “no hay crimen perfecto”.
Pasadas las diez de la noche del 22 de enero de 2012, se transmitió en televisión nacional el sorteo. En apariencia nada pareció estar fuera de lo normal. Una edecán leyó en voz alta los números de las esferas que salieron en las urnas de aire comprimido, mientras una interventora de la Secretaría de Gobernación vigiló a la distancia cada movimiento de los realizadores.
Los números ganadores fueron 06, 12, 15, 24, 25 y 49 y 09, 20, 36, 51, 53 y 54.
El único detalle era que nadie había visto la transmisión real del momento, todo era una grabación que se había registrado horas antes en un cuarto contiguo gracias a un plan fraguado entre la edecán, cuatro altos funcionarios de la empresa Pronósticos para la Asistencia Pública y dos empleados de la empresa Just Marketing, la encargada de la producción del programa.
Renovación de personal: la circunstancia perfecta
En abril del 2011, la empresa con sede en Guadalajara y en el entonces Distrito Federal, obtuvo un contrato directo y sin licitación para trabajar para Pronósticos. Su trabajo consistiría en transmitir y grabar los videos de cada sorteo. En esos días la paraestatal era dirigida por Adolfo Blanco Tato.
Just Marketing fue contratada inicialmente por un período de nueve meses, durante los cuales recibiría un pago de 20 millones de pesos por su trabajo. La empresa cumplió su labor durante algún tiempo, pero algo pasó en Pronósticos durante el cierre del 2011 que motivó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Púbico (SCHP) ordenar el cese de Blanco Tato. En su lugar entró como relevo emergente Jesús Villalobos, ex director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y hombre de confianza de la administración calderonista.
En cuanto llegó Villalobos sacó la escoba y limpió la casa. Removió todos los puestos de mando en la paraestatal quedando prácticamente como único líder momentáneo a cargo de la reconstrucción administrativa de la empresa. Fue por esos días cuando el robo fue planeado.
Los cambios generaron una pérdida de control de la organización y dos meses después el par de integrantes de Just Marketing encontraron las circunstancias idóneas para ejecutar un plan que consistió en grabar a puerta cerrada, y en colusión con los empleados de pronósticos el video de la selección de las pelotitas.
El sorteo falso se grabó a las cinco de la tarde en un cuarto ubicado detrás del estudio de grabación. Después montaron sobre la imagen del directo los números previamente grabados.
El saqueo se hizo cuando los empleados compraron los boletos y los rellenaron con los números exactos entre las 6:25 y las 7:00 de la noche, una hora y media antes de que se cerrara el sistema de captura.
¿Cómo burlaron la vigilancia de la interventora de gobernación? Ese día la encargada se conformó con ver a distancia el sorteo, no de manera presencial. Por eso pudo ser totalmente engañada. Lo que vio en realidad fue la grabación que había ocurrido unas horas antes, no el sorteo en vivo. Su aprobación del concurso fue positiva.
Los estafadores salieron por la puerta de Pronósticos saboreando el premio gordo y unos 110 millones de pesos del botín fueron reclamados en los meses siguientes por familiares de los funcionarios y los empleados de la empresa de video tanto en la Ciudad de México como en el Estado de Zacatecas, donde Hacienda cobra menos impuestos por premios de la lotería.
Les urgía dejar su trabajo
Annie Castillo, coordinadora Técnica y Jurídica de Pronósticos, se percató que después de la celebración del sorteo sólo se presentaron familiares y directivos de Just Marketing a cobrar los premios y que los representantes de esa empresa ya no acudieron a trabajar al día siguiente.
Una de las “ganadoras” reclamó el premio en Zacatecas. Ahí acudió un representante de Pronósticos para entregarle el premio, en compañía de un notario público, en un blanco elegido por la reclamante. Sin embargo, ahí también siguieron las sospechas.
Todo salió a la luz cuando la coordinadora se dio cuenta de que todos los cobradores tenían algún vínculo con Just Marketing.
En marzo se solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar el proceso del sorteo 2518, y cuando se revisó el video con más detenimiento, se percataron de que era un montaje por los desfases entre la grabación real y el cintillo que daba los falsos ganadores.
Por esta causa solicitaron en marzo a la PGR investigar el proceso del sorteo 2518. Tras las investigaciones las autoridades congelaron las cuentas bancarias de los cuatro funcionarios públicos y los empleados de Just Marketing, con lo cual, según la Secretaría de la Función Pública (SFP), se evitó que gastaran la mayor parte del dinero ganado.
La fiscalía mexicana congeló las cuentas de los implicados en el golpe, recuperó casi la totalidad del premio y giró órdenes de detención en contra de los estafadores, aunque aún así tardaron varios años en atrapar a los implicados.
En total fueron 12 detenidos. Los señalados por dicho fraude fueron José Luis Jiménez, director de Progol, Protouch y Pronósticos Rápidos; Héctor Hugo López Jiménez, ex subdirector de Concursos y Deportes de Pronósticos; Carlos Alberto López Martínez, responsable de pesajes de las esferas de sorteos, Sara Solórzano, la edecán; José Ibarra, jefe de edición de Just Marketing y Ramón Sánchez, el floor manager de la misma empresa.
La mayoría pudo llevar su proceso en libertad ya que el fraude que les imputaron no es un delito grave en México. Los estafadores del Melate consiguieron que los tribunales les otorgaran un amparo para tener derecho a una fianza conforme a su situación económica.
INFORMACIÓN/INFOBAE