En la sucesión presidencial de 2012, en la que el entonces gobernador Javier Duarte buscaba ganarse la confianza como operador político del candidato priista Enrique Peña Nieto, el mandatario veracruzano buscó acuerdos subrepticios con dirigentes y jefes de grupos del PAN en Veracruz para asegurarle al mexiquense su triunfo en la entidad y una buena cuota de diputados y senadores en la siguiente legislatura federal.
En esa ocasión, Duarte habría pactado hasta con su acérrimo enemigo político Miguel Ángel Yunes Linares, pues muy discrecionalmente desde el gobierno estatal comenzaron a abrirle espacios en los medios de comunicación aliados a su hijo Fernando Yunes Márquez, quien aunque perdió la elección ante la fórmula priista integrada por Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, logró obtener el escaño de primera minoría.
Peña Nieto, sin embargo, perdió la elección en Veracruz por un estrecho margen ante la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, con lo que Yunes pudo justificar que “cumplió” a la ex secretaria de Educación Pública.
En Córdoba, a donde había llegado a residir en su infancia tras la trágica muerte de su papá en la Ciudad de México durante el terremoto de septiembre de 1985, Duarte también habría llegado a un acuerdo con los líderes del PAN, quienes postularon a la diputación por ese distrito electoral federal a Leticia López Landero, una aparente candidata débil, para favorecer al abanderado de la alianza PRI-PVEM, Francisco Cessa Servín, que dos años antes había sido nombrado subsecretario de Ganadería y Pesca por su amigo el gobernador.
López Landero, actual alcaldesa de Córdoba, prácticamente no hizo campaña. Según algunas versiones, pasaba la mayor parte de su tiempo apostando en las casas de juego, pues tiene fama de ludópata. Cuando le fueron a decir “¡ganaste!”, la panista pensó en todo menos en la elección.
Ahora, pese a que en 2017 llegó a la alcaldía por la alianza PAN-PRD, Leticia López está alineada desde hace rato con el gobierno estatal de Morena, partido que no dejó pasar a su hermano Tomás López como candidato, por lo que el llamado “Rey de la Chatarra” fue postulado de última hora por Movimiento Ciudadano. Según Sergio Gil Rullán, dirigente estatal de MC con raíces familiares en la región cordobesa, el que “convenció” al millonario empresario fue otro cordobés adoptivo: el ex gobernador y senador Dante Delgado Rannauro, fundador de Convergencia y del partido naranja, en cuyas filas militó el actual secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, actual protector político de doña Lety.
Para la alcaldía de Córdoba, Cisneros y su jefe político, el gobernador Cuitláhuac García, impulsaban al ex presidente de la mesa directiva de la LXV Legislatura local, Rubén Ríos Uribe, pero se les atravesó el dirigente nacional Mario Delgado al imponer a su camarada Juan Martínez Flores, diputado federal con licencia y ex contendiente de Leticia López en 2017.
Todo ello hace suponer que de Palacio de Gobierno y sus aliados apoyarían al hermano de doña Lety, cuya extracción partidista debería comprometerla más con el empresario Guillermo Rivas, de la alianza PAN-PRI-PRD, máxime que su hijo Isaac Eduardo Luz López es candidato a diputado local plurinominal de Acción Nacional, posición que le otorgó su líder Joaquín Guzmán Avilés. Pero hay quienes recuerdan que, coincidentemente, a finales de 2018 el doctor Guzmán habría sido apoyado también por Cisneros para arrebatarle la dirigencia estatal del blanquiazul al grupo del aún gobernador Yunes Linares. ¿O será mera coincidencia que casualmente “El Chapito” les haya puesto de candidato a diputado federal un “flan” en Tantoyuca, su feudo electoral?.
CGE: ¿qué les pasa?
Tras atribuir calificativos como “preciosa” y “desagradable” en documentos oficiales de la Contraloría General del Estado (CGE), un juez federal ha emitido un llamado de atención a la Directora Jurídica de esta dependencia que encabeza Mercedes Santoyo Domínguez para que se conduzcan con ética, seriedad y respeto.
Tras girar un oficio al Juzgado Décimo Octavo de Distrito en el estado de Veracruz, en el que responde a un juicio de amparo con el expediente 3/2021, la Directora Jurídica de la CGE, Nilo Lucia Mena Aguilar se autodefine como “preciosa” y al demandante de un amparo lo califica como “desagradable”.
Aunque el juicio de amparo promovido por la funcionaria estatal no procedió, la titular de dicho Juzgado, María Felicitas Ponce Durán, solicitó por escrito a la funcionaria estatal conducirse con propiedad y no de manera ofensiva, de lo contrario se haría acreedora a una sanción.
“Se conmina a la licenciada Nilo Lucia Mena Aguilar, Directora Jurídica de la Contraloría General del Estado de Veracruz, con sede en esta ciudad, para que en las subsecuentes comunicaciones que dirija a este Juzgado en relación con el juicio de amparo promovido, se conduzca con propiedad y no de manera denostativa, de no hacerlo así, se hará acreedora a una multa en los términos anotados “, se lee en el oficio que nos remitieron.
Este caso se viene a sumar a otros en los que dicha dependencia estatal se ha visto involucrada en los últimos meses por algunos excesos y denuncias sobre presuntos actos de corrupción, en las cuales han señalado directamente a la titular Mercedes Santoyo de solapar a este tipo de colaboradores, como ocurrió recientemente con su secretaria particular Beatriz Mulato Ostos, quien ha sido criticada por ser maestra de Yoga y devengar un sueldazo de 52 mil pesos mensuales. ¡Así las cosas!