Es una lástima el ver cómo el Parque Nacional Huatulco, un área natural, supuestamente protegida, y, a la vez, uno de los 6 destinos turísticos desarrollados como Centro Integralmente Planeados del Fondo Nacional del Fomento al Turismo (FONATUR), que presumía de ser el primer destino de América Latina con la certificación EarthCheck Platinum, está sufriendo invasiones incontrolables.
Los responsables: un pequeño grupo de personas con demandas, hasta cierto punto justas de vivienda digna y con precios accesibles, pero, la mayor parte, son grupos u organizaciones encabezados por políticos sin escrúpulos y personas oportunistas que buscan lucrar con estos terrenos. Las invasiones en Playas emblemáticas del destino como Cacaluta, Riscalillo y San Agustín, tienen invasores que pretender explotar comercialmente estos terrenos e incluso comercializarlos con papeles falsos de bienes comunales y avalados por la autoridad Municipal.
Las invasiones están fuera de control, llegando hasta el centro del desarrollo urbano conocido como “La Crucecita” y no hay autoridad alguna de los tres niveles de gobierno que se atreva a frenarlas o poner orden.
Existen denuncias ante la PROFEPA y la FGR presentadas desde el 2018 por parte del FONATUR y el Parque Nacional Huatulco, Cámaras y Asociaciones empresariales y civiles de Huatulco, pero por razones desconocidas, ninguna de éstas han prosperado.
Incluso, hace apenas unos días, algunos de estos grupos bloquearon las oficinas del FONATUR en este desarrollo, para exigir la regulación de las tierras invadidas al margen de la ley y el que se les proporcionen los servicios de agua y luz, aun cuando no existe ninguna infraestructura para ello.
Gran parte de los asentamientos irregulares se encuentran establecidos en laderas de cerros o cuencas de arroyos, con el peligro inminente de provocar un verdadero desastre cuando de inicio la temporada de lluvias y ciclones tropicales, al deslavarse los cerros por la tala y deforestación desmedida y por bloquear el curso natural de las aguas, cómo ya ha ocurrido en múltiples ocasiones.
No menos importante es el hecho de que, tanto la flora, como la fauna, que incluyen especies endémicas de esta selva baja, se han visto afectadas.
La certificación EarthCheck es prácticamente un hecho que se perderá este año, ya que, desde el 2019, este organismo solicitó se corrigieran y ordenaran las invasiones y, hasta la fecha, nada se ha hecho al respecto.
¿Qué hay detrás de estas invasiones y porque no existe ninguna autoridad que las detenga?
En conclusión, la belleza natural, el orden y la sustentabilidad que caracterizaban a las Bahías de Huatulco, se está perdiendo por completo, lo que, sin duda, es una lástima.
INFORMACIÓN/UNI2NOTICIAS