La tarde de este miércoles 14, el ex gobernador de Chiapas y actual coordinador de la bancada del PVEM en el Senado de la República, Manuel Velasco Coello, recibió en su casa de la Ciudad de México al politólogo tuxpeño Alberto Silva Ramos, junto con su esposa Cindy Virues y su pequeño hijo Santiago.
Además de felicitarlo por su cumpleaños, celebrado siete días antes, el ex vocero y ex secretario de Desarrollo Social del ex gobernador Javier Duarte fue a informarle sobre su registro como candidato del Partido Verde a la alcaldía de Tuxpan –que ya ocupó de 2011 a 2013– y a pedirle que lo acompañe en su nueva campaña que iniciará en un par de semanas.
El “Güero” Velasco podría ser una pieza clave para que “El Cisne” Silva –como se refieren a él fidelistas y duartistas– gobierne otra vez ese importante puerto de la Huasteca veracruzana. Y es que el hábil senador chiapaneco podría empujar acuerdos como se presume lo habría hecho en San Luis Potosí, donde otro de sus ahijados políticos, el diputado federal Ricardo “El Pollo” Gallardo, encabeza las encuestas como candidato del PVEM a la gubernatura potosina, luego de que Morena se negó a ir en alianza con los verdes, igual como sucedió en Veracruz.
La relación de Silva con Velasco es muy cercana. De hecho, en 2018 se atribuyó al entonces gobernador de Chiapas haberlo blindado de la persecución de su homólogo panista de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, cuya Fiscalía General del Estado a cargo de su abogado incondicional Jorge Winckler, le había iniciado la carpeta de investigación FGE/FIM/CI/36/2017 por presuntamente encubrir pagos por alrededor de 500 millones de pesos a supuestas empresas fantasmas.
Y es que aunque “El Cisne” era diputado federal, su fuero legislativo se extinguía el 31 de agosto de 2018, cuatro meses antes de que concluyera la administración yunista.
Entre Velasco y Yunes la relación se fortaleció en la pasada sucesión presidencial, cuando el gobernante lacandón presidía la CONAGO y sirvió de mediador para que el mandatario panista de Veracruz y el presidente electo Andrés Manuel López Obrador limaran las asperezas surgidas al fragor de la contienda electoral, en la que además el mandatario del blanquiazul quiso heredarle la gubernatura a su hijo primogénito.
El año pasado, por el senador chiapaneco, Beto Silva fue nombrado delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PVEM en la zona norte de Veracruz. A partir de entonces se ha dedicado a construir su proyecto por la presidencia municipal de Tuxpan, rodeándose de ex funcionarios priistas y panistas. Uno de ellos es Luis Ernesto “El Chato” López, coordinador de la fundación “Hacerlo bien se siente bien” y quien luego de ser regidor del PAN en la administración del “Cisne” fue director del Consejo Municipal del Deporte con el priista Raúl Ruiz, a quien Silva impuso como su sucesor.
Otra es Maryanela Monroy Flores, directora del Instituto Municipal de la Mujer también durante la gestión de Ruiz. La ex funcionaria es presidenta de la asociación civil “Todo por Ti Madre Soltera” y “Promujer Tuxpan”. También fue coordinadora regional del programa Prospera, de la desaparecida Sedesol, y dirigente municipal y candidata del PVEM a la diputación federal.
Y uno más que incluyen en su lista de aliados es Juan Cano, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tuxpan y la zona norte de Veracruz, quien en el bienio del ex gobernador Yunes Linares fue delegado regional de Patrimonio del Estado.
Coincidentemente, uno de los principales contendientes de Silva por la alcaldía porteña será Pepe Mancha Alarcón, de la alianza PAN-PRI-PRD, primo del actual munícipe tuxpeño Juan Antonio Aguilar Mancha y ex dirigente estatal del blanquiazul muy allegado a Yunes desde la sucesión estatal de 2016.
Sospechosamente, Aguilar Mancha es de los alcaldes de Acción Nacional que en este proceso electoral no han sido acosados por los operadores políticos y legislativos de Palacio de Gobierno. Inclusive, su ex tesorero Pedro Benítez Domínguez fue “perdonado” de la denuncia penal que por un presunto desvío de 22.5 millones de pesos correspondientes a las cuentas públicas de 2017 y 2018 presentó en su contra en noviembre de 2019 José Paulino Domínguez Sánchez, alcalde del PAN que en marzo del año pasado terminó siendo desaforado por la mayoría de diputados de Morena en el Congreso local y actualmente se encuentra en calidad de prófugo, al imputársele también el homicidio del periodista Jorge Celestino Ruiz, asesinado en agosto de 2019.
En este contexto, despierta suspicacias que el candidato de Morena a la alcaldía de Tuxpan pudiera ser el diputado local José Manuel Pozos Castro, a quien se le adjudican diferencias políticas con el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, y con el presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura, Juan Javier Gómez Cazarín, lo que habría motivado que a principios de noviembre del año antepasado el protagónico legislador tuxpeño fuese bajado de la presidencia de la mesa directiva del Congreso estatal.