Hay quienes en broma dicen que al empresario Ricardo Ahued Bardahuil, exalcalde, exdiputado y Senador a punto de pedir licencia, por fin le han invitado a ocupar un puesto en la administración pública federal que más se adapta a su perfil y actividad empresarial, el de Administrador General de Aduanas, luego de décadas de importar grandes volúmenes de productos y mercaderías chinas, con las que se ha vuelto un sólido millonario.

La súbita consagración del expriista Ahued, que a muchos nos parece una acolchonada caída, semeja más una consecuencia autoritaria contra su militante defensa de los intereses de los veracruzanos, particularmente con motivo de la condonación de un adeudo multimillonario por parte de tabasqueños incentivados por el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador hace un cuarto de siglo a no pagar las facturas de la CFE, además de una modificación a la baja de la tarifa aplicable, mientras acá se siguen juicios o se corta la energía a quienes tienen un pequeño retraso en el pago.

Sumarse a una administración federal, que vive un duro proceso depuratorio de sus cuadros, se supone que mediante renuncias forzadas, parecería una abdicación de los principios defendidos por el Senador, quien será obligado a callar en medio de una dura batalla por despojar del pesado ropaje de corrupción y delincuencia a esa dependencia del Sistema de Administración Tributaria (SAT), metido en la peor vorágine por la intromisión de los grupos delictivos más fuertes que operan en el país.

Ricardo Ahued acude a sustituir a Ricardo Peralta Saucedo, quien fue nombrado el jueves pasado como nuevo subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob), en sustitución de Zoé Robledo Aburto, quien dejó este cargo para ocupar la dirección general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Con una diferencia abismal: Peralta Saucedo es abogado por la UNAM, con maestría en Derecho Constitucional y Administrativo, que cuenta con especialidades en Procuración de Justicia, Delincuencia Organizada, Seguridad Nacional y Sistema Penal Oral y Adversarial, así como en prevención de lavado de dinero y anticorrupción, y fue capacitado por la Policía Nacional Francesa en investigación judicial.

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“¿Refleja el caso de Ahued / lo que pasa en Veracruz? / Habrá que ver, a trasluz, / si fue ‘castigo’ o merced. / Lo que sí se ve en la red / es que muchos creen un fiasco, / una amenaza de atasco / en temas del medio ambiente / que nombrara el presidente / en SEMARNAT a Velasco.” Manuel Munguía Velasco

¿Tendrá Ahued tamaños para combatir corrupción y delincuencia?

¿Qué sello le impondrá el oriundo de Pachuca, Hidalgo, carente de carrera profesional y sin experiencia en el sector de la seguridad pública y la lucha contra el crimen organizado? Suena interesante ver si se sabe reunir de un buen equipo de trabajo para atender las 49 aduanas que tiene México y cuya operación contribuye con 31% del producto interno bruto (PIB). Sólo en 2018 se recaudaron 949 mil millones de pesos, según cifras de la AGA.

Una de las primeras acciones que implementó Peralta, su antecesor, fue reemplazar a los encargados aduanales por abogados penalistas especializados en el combate al crimen organizado y en labores de inteligencia, con una «trayectoria impecable”, según dijo en una entrevista a Proceso poco antes de ser nombrado subsecretario de Gobierno.

Durante los cinco meses que estuvo a cargo de las aduanas fueron decomisadas casi tres toneladas de droga, principalmente cocaína y mariguana, y destacó la detección de 15 kilos de fentanilo, un opiáceo poderosísimo traído de Asia, primordialmente de China, hacia Estados Unidos.

Para colmo, como Peralta, Ricardo Ahued Bardahuil tendrá que atender una relación directa con el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y con el propio Presidente de la República, siempre atentos a las cifras de recaudación aduanera, por lo que deberá enfrentar problemas con su jefa, la titular del Sistema de Administración Tributaria, Margarita Ríos-Farjat, quien ya había expuesto su desacuerdo con el trabajo de su entonces subordinado.

Entonces se olvidará de toda protesta, aunque él diga que seguirá luchando por los veracruzanos.

Un beneficio: se irá Pérez Astorga

La suplencia de Ahued en el Senado, algo que podría surtir efectos legales esta semana, estará a su cargo de Ernesto Pérez Astorga, un gris empresario que en sus casi seis meses al frente de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (Sedecop), en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, ha mostrado una abulia desconcertante que solo pudo hacer a un lado la semana pasada cuando anduvo del tingo al tango con una delegación de inversionistas provenientes de China.

Suponemos que esas sonrisas (porque hasta para ello es austero) y sus frecuentes comunicados de prensa, donde daba a entender que los chinos instalarían un enorme parque industrial cerca de Coatzacoalcos (pese a que AMLO quitó el programa de Zonas Económicas Especiales) y daba cuenta del picnic que les ofreció por la ampliación del Puerto de Veracruz, donde habló de inversiones hechas y por hacer, la mayoría durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, tenían mucho que ver con que ya sabía de su inminente partida al edificio de Paseo de la Reforma.

La enorme decepción causada en el gabinete local, en el empresariado y entre la población de Veracruz, necesitada de fuentes de empleo que nunca hizo aterrizar, hizo demasiado contraste con la importancia que le dio el gobernador Cuitláhuac García al anuncio de su incorporación a su gabinete.

De hecho fue el segundo nombre, luego del anuncio de Eric Cisneros como titular de la Secretaría de Gobierno, que dio a conocer en Plaza Lerdo el lunes 6 de agosto, sin que seis meses hubieran sido suficientes para demostrar sus tamaños.

Los cambios federales, por tanto, han beneficiado, al menos en un caso, la conformación del gabinete estatal; solo falta que Cuitláhuac no ponga a uno peor.

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“Primer contrato adjudicado por Pemex/Sener para Dos Bocas por 5 mil millones de pesos, lo gana Van Oord/Grupo Madre Huerta. Esta última fue creada el 17 de mayo (hace 7 días). Preside el Consejo: Manuel Santandreu; miembro de la red de corrupción de obras de aguas en Tabasco”. Enrique Álvarez @ealmal

Gobierno federal y el efecto dominó

Como efecto dominó, las deserciones en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador han tenido repercusiones en Veracruz. La salida de Germán Martínez de la dirección del IMSS trajo consigo la incorporación a ese puesto de Zoé Robledo Aburto, quien fungía como subsecretario de Gobernación.

Para suplir a Zoé, Andrés Manuel López Obrador llamó a Ricardo Peralta Saucedo, quien tenía meses en la Administración de Aduanas, donde despachará Ricardo Ahued Bardahuil, Senador que pedirá licencia esta semana y será sustituido por Enrique Pérez Astorga, todavía titular de la Sedecop en el gobierno veracruzano.

Ahora viene el cambio en la Semarnat, donde despachaba Josefa González Blanco, la mujer de los Aluxes, quien sale por el escándalo generado por la detención de un avión de Aeroméxico que ya estaba preparado para despegar y volar a Mexicali, cuando la señora pidió que la esperaran por órdenes de la Presidencia.

El sábado, López Obrador le aceptó la “renuncia”. Lo que suena más cómodo que decir que la despidió por haber usado el cargo para esa acción a todas luces autoritaria. Lo cierto es que la pobre señora ostentaba, como el exdirector del IMSS, un puesto en que solo firmaba acuerdos que eran diseñados en otros sitios, mientras su presupuesto era decidido en la Secretaría de Hacienda.

Durante la grave crisis ambiental de la Ciudad de México por incendios forestales ni siquiera apareció a dar señales aunque fueran de humo, pero unos días después hizo comentarios que llegaron al conocimiento público en el sentido de que no tenía ni quinto para operar y prácticamente sin mayor capacidad operativa luego del despido de miles de empleados de la Semarnat. Esto, más que el retraso del avión y el influyentismo, que hubieran merecido una dura reprimenda pública pero no su salida, es lo que muchos consideran como su real problema con el hombre fuerte del gabinete de López Obrador, el titular de Hacienda, Carlos Manuel Urzúa Macías, considerado el verdugo de las finanzas públicas.

«Yo le recomendé que era lo mejor para ella (la renuncia) y para todos. Por encima de intereses personales, de interés de grupo, está el interés general. Nosotros, repito, no tenemos derecho a fallarle al pueblo y por eso se aceptó la renuncia de Josefa (González Blanco)», explicó el mandatario de gira en Querétaro.

Hija del exgobernador de Chiapas y exsecretario de Gobernación, Patrocinio González Blanco, es posible –según varios medios de comunicación– que sea sustituida por otro chiapaneco, el exgobernador Manuel Velasco Coello, hoy Senador de la República, por quien el mandatario siente mucha afinidad, pese al discurso morenista de combate a la corrupción.