Con el horario de verano, este domingo iniciaron a nivel nacional las campañas políticas de los candidatos a gobernadores y diputados federales; los candidatos a diputados locales y presidentes municipales lo harán en Veracruz en unas semanas más. Por las restricciones del financiamiento y las condiciones de la pandemia, las campañas se harán principalmente en redes sociales.

Será una elección kafkiana, con una alianza antes imposible, con partidos que tienen una larga historia de agravios y acusaciones –PAN,PRI y PRD- y con Morena, un  partido en el poder que ante la falta de cuadros recluta a actores políticos que representan justamente lo que dicen rechazar: corrupción, cacicazgo, tráfico de influencias. Ya se ha documentado la venta de candidaturas, de la misma forma en que lo han hecho otros partidos en el pasado.

Pero esto no es nuevo, la Presidencia de México y el gabinete federal están construidos de tránsfugas de todos los partidos políticos. Las candidaturas no tendrían por qué ser diferente. En muchos casos, los marranos sólo cambiarán de chiquero.

Pero en otros, quienes se mantienen en su partido de origen y han tenido que aceptar la alianza “Va por México”, hoy competirán abanderados por partidos a los que siempre rechazaron, como es el caso del PRI. Los panistas y perredistas duros que hoy representan la alianza, tratan de esconder de su logo y mensaje cualquier vinculación al PRI. También borrarán al tricolor de sus campañas. El PRI los avergüenza.

Los panistas le apuestan a su estructura histórica, sobre todo donde son gobierno. No sobran los votos del PRI pero no harán referencia a ese partido durante la campaña; en muchos casos, no olvidan agravios de los recientes gobiernos priistas, y por tanto, aceptarán de mala gana el puñado de votos que les pueda significar. Sobran los casos del PAN y el PRD en este supuesto.

Pero hay otra razón de mayor peso: la representación proporcional en el Congreso. Está claro que los panistas pedirán votos para el PAN, no para la alianza, porque esto les significará mayores escaños en la próxima Legislatura. No pueden darse el lujo de que el arcoíris de la alianza les represente votos a favor de sus aliados temporales cuando después vendrá la disputa por el control del Poder Legislativo.

En cambio, muchos priistas sí iniciaron sus campañas arropados por sus nuevos aliados. En una imagen para la historia, priistas de viejo cuño agitan las banderas azules y amarillas que antes quemaban en la hoguera de las descalificaciones políticas. Aunque también son ciertos los pactos inconfesables que hoy se han vuelto alianzas electorales.

Para los priistas esto no resulta extraño. A nivel federal y estatal su condición de partido en el gobierno les permitió tejer alianzas políticas y hasta parlamentarias con sus adversarios históricos y actuales aliados. Para nadie es un secreto el buen trato que recibió el PAN durante el gobierno de Fidel Herrera y el oneroso secuestro del PRD durante la administración de Javier Duarte. En el PRI están acostumbrados a negociar con quien sea necesario y esta vez, el fin justifica los medios.

Sin embargo, esta elección también podría estar manchada por la violencia política. Veracruz sigue siendo la entidad con el mayor número de crímenes durante el actual proceso electoral, el último de ellos, la ejecución del ex alcalde de Mixtla de Altamirano, Gonzalo Zopiyactle, quien era esposo de la actual candidata del PRI a la presidencia municipal de ese lugar.

¡Arrancaron las campañas, también la guerra!

Las del estribo…

  1. Portales de campaña. Dice Ricardo Ahued que «las campañas deben abonar a la seguridad, con propuestas y sin polarizar a partidos, ni grupos, ni personas». Es una verdad de Perogrullo que no escucharán en Palacio Nacional, ni los cientos de candidatos de Morena y menos las feroces parvadas que anidan en las redes sociales.
  2. Interesante contienda por la diputación federal de Xalapa. Por un lado, quien ya fue alcalde y presidente estatal del PRI, Américo Zúñiga; por el otro, Dulce María Méndez de la Luz Dauzón, evaluada como la mejor diputada federal de la actual Legislatura. Por Morena no hay nada qué decir.