Militares mexicanos fueron retenidos por un grupo de pobladores cerca de Guatemala este lunes tras la muerte de un guatemalteco en un retén del ejército en el municipio mexicano de Mazapa de Madero, en Chiapas (sur), cerca de la frontera entre ambos países.
Según reportes de la policía local, los militares habían marcado el alto a la camioneta que conducía Elvin Mazariegos, un hombre guatemalteco de 30 años de edad. Una fuente oficial dijo que Mazariegos apuntó con un arma a los soldados, por lo que ellos le dispararon.
Posteriormente, pobladores de comunidades de Guatemala y México llegaron al lugar y retuvieron a 15 soldados y tres camionetas.
Durante conferencia de prensa realizada este martes en Palacio Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, informó que a las 18:00 horas nueve elementos fueron liberados.
Cerca de las ocho de la noche, la Unidad de Vinculación Ciudadana dialogó con los pobladores y se logró la liberación de los otros seis elementos, así como de los vehículos y las armas.
El hecho ocurre dos días después de la muerte de una ciudadana salvadoreña en el balneario de Tulum, en Quintana Roo, tras ser sometida por cuatro policías mexicanos.
Vía Twitter, el canciller de Guatemala, Pedro Brolo, exigió a las autoridades mexicanas esclarecer los crímenes cometidos contra sus connacionales, “para que se haga justicia y estos hechos condenables no vuelvan a repetirse”.
Con ese comentario, el diplomático aludió también al asesinato en enero de 16 migrantes de su país en Tamaulipas, cerca de la frontera estadounidense, un caso por el que hay una docena de policías mexicanos detenidos.
La cancillería guatemalteca condenó la reciente muerte de su connacional y dijo que funcionarios de su red consular en México van camino al lugar de los hechos “para los procedimientos de rigor”.
Al lugar también llegaron peritos y agentes de la fiscalía de Chiapas, que inició una investigación. El ejército mexicano no estuvo disponible para comentar al respecto.
Los gobiernos de México y Guatemala lanzaron el fin de semana un operativo conjunto en la frontera común con militares y policías para frenar las caravanas de migrantes que aspiran a llegar a Estados Unidos.
El gobierno mexicano dijo en ese momento que los operativos de vigilancia permanecerían las 24 horas en la totalidad de la frontera sur de México, así como en carreteras, trenes de carga y caminos, para “mantener un flujo migratorio regular, además de las medidas sanitarias por covid-19”.
INFORMACIÓN/UNI2NOTICIAS