En la Semana Mundial del Cerebro, el investigador impartió la conferencia “Algunas reflexiones sobre nuestro año de la peste o ¿qué tiene que ver Daniel Defoe con el 2020?”
28/03/2021, Xalapa, Ver.- Las pandemias han afectado a la humanidad desde la época de los emperadores romanos, sin embargo, la principal diferencia es que en la actualidad existe la ciencia para afrontar los problemas generados por estas enfermedades, planteó Jorge Suárez Medellín, académico adscrito al Instituto de Investigaciones Cerebrales (Iice) de la Universidad Veracruzana (UV).
El también colaborador del proyecto de divulgación científica “Observatorio de la Ciencia”, participó en la Semana Mundial del Cerebro 2021 con la conferencia virtual “Algunas reflexiones sobre nuestro año de la peste o ¿qué tiene que ver Daniel Defoe con el 2020?”.
Se refirió a tres obras emblemáticas de la literatura occidental que se desarrollan o hacen referencia a momentos en los que la peste se encuentra presente, aniquilando a la población; el primero de ellos fue Decamerón, de Giovanni Bocaccio, seguido del Diario del año de la peste, de Daniel Defoe, y La peste, de Albert Camus.
Suárez Medellín señaló que Giovanni Bocaccio es muy importante por muchas razones y su obra se considera parte del canon occidental de la literatura, tanto que puede decirse de Decamerón que es un libro casi moderno, no obstante a haber sido escrito a finales de la Edad Media, en el que se cuentan 10 historias –de ahí el origen del título– que son relatadas por un grupo de jóvenes que se alejan del brote de la peste bubónica en la ciudad de Florencia durante 1348.
“Es, a su modo, una obra de cuarentena”, precisó, dado que se ubica dentro de una y hace referencia a la misma, a través de las historias que narran los personajes.
Mencionó que la peste negra es considerada la más devastadora en la historia de la humanidad, fue una segunda pandemia que afectó Europa y Asia desde el siglo XIV hasta el XVIII.
En el brote que describe Bocaccio se estima que murieron entre 75 y 200 millones de personas, probablemente el 60 por ciento de la población de Europa. En aquel tiempo se pensaba que la peste era un castigo divino, sin embargo había observaciones sobre su dispersión, incluso en anotaciones contenidas en la obra de Bocaccio.
“Ahora sabemos que la peste bubónica fue causada por la bacteria Yersinia pestis y produce una sensación de malestar similar al resfriado, calambres musculares y la aparición de ganglios linfáticos inflamados, principalmente en ingles, axilas y cuello; el contagio ocurre con piquetes de pulga y el vector principal de su transmisión son las ratas”, detalló.
Respecto al Diario del año de la peste, publicado en 1722, relata la gran plaga de Londres de 1665 a 1666 que Daniel Defoe, el autor de Robinson Crusoe, elabora posiblemente a partir de los escritos de su tío Henry Defoe, quien vivió durante la pandemia.
“Uno lo va leyendo y encuentra un montón de ecos que van surgiendo y se asemejan a lo que estamos conociendo en 2020”, observó Suárez Medellín.
En la obra se cuentan situaciones de cuarentena muy severas y las decisiones que tomaban las personas para protegerse, entre ellas las soluciones de múltiples charlatanes, envenenándose a sí mismos con la intención de protegerse del contagio, como ocurrió actualmente a partir de la sugerencia del ex presidente Donald Trump de usar el dióxido de cloro como tratamiento.
El ponente recalcó que, a pesar de las similitudes, entre 1665 y 2020, la comprensión del mundo es mucho más rica, y ello a pesar de las circunstancias difíciles que estamos enfrentando.
Hizo una comparación entre los agentes infecciosos, por un lado entre la peste bubónica y el coronavirus Covid-19 hay grandes diferencias; en cuanto a la peste, se descubrió su agente causal en 1894, mil 300 años antes de su primera aparición registrada, en la época del emperador romano Justiniano.
Por otro lado, la información genética del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, se ha secuenciado desde marzo de 2020, ello dado que existe una amplia comunidad científica que la está investigando y a un año de su aparición se trabaja en la creación y aplicación de más de 200 vacunas experimentales, de las cuales 60 están en fase clínica y siete se aplican ya en diversas partes del mundo.
“Esto es inédito en la historia de la humanidad, no habíamos respondido a este nivel con una plaga de este tipo, a pesar de las problemáticas. Se requiere un inmenso esfuerzo, logística, capacidad y colaboración entre múltiples instancias para producir estas vacunas”, destacó.
En el mismo sentido, siguen apareciendo vacunas que están funcionando y a pesar de que falta mucho para erradicar al coronavirus, este grado de organización y de acción nunca había ocurrido y es gracias al desarrollo científico y tecnológico.
Para finalizar, mencionó la obra de Albert Camus, La peste, que toma como punto de partida a la enfermedad para plantear que “nadie será libre mientras existan plagas y la única herramienta que tenemos para evitarlas, conocerlas y prevenirlas se encuentra en esa caja de herramientas que llamamos investigación científica”, puntualizó Suárez Medellín.