Una niña hondureña de siete años logró llegar sola hasta Estados Unidos. Según un periodista de la Associated Press (AP), la menor viajaba sola pues su padre tuvo que regresar a su país, tras un viaje de 22 días por México. El padre dejó a la niña encargada con un joven para que le ayudara a cruzar el río Bravo y llegara a Texas.

“Me dijo que siguiera sola y que me cuidase”, cuenta la niña, a quien la AP no ha identificado por su práctica de no usar los nombres de menores sin el consentimiento de sus padres. Tampoco fue posible conocer la identidad del padre.

Fernanda Solís, otra migrante de 25 años, dio más detalles sobre la historia de la menor, con quien compartió parte del viaje hacia Estados Unidos. Solís comenta que la niña y su padre habían intentado cruzar la frontera hace poco tiempo, pero que fueron expulsados y enviados a Reynosa, México. Esto a partir de poderes especiales creados por el gobierno del entonces presidente, Donald Trump, durante la pandemia. Biden aún no ha descartado esos poderes.

El gobierno de Biden, se enfrenta a la situación migratoria que dejó su predecesor. Aunque un juez federal suspendió en noviembre las expulsiones de menores no acompañados, para ese entonces el gobierno de Trump ya había expulsado al menos a 8 mil 800 menores.

Trump apeló esta suspensión a través de tres jueces designados por él y reanudó en enero las expulsiones. Biden, por ahora decidió entregar a los menores con sus parientes en Estados Unidos, pero con citas para presentarse en tribunales.

Estas cifras dan cuenta de la situación de miles de niños migrantes. Casi 9 mil 500 menores llegaron a la frontera en febrero, más de un 60 por ciento que el mes previo. Y aunque el gobierno intenta crear nuevas instalaciones para alojarlos y acelerar el procesos para ubicarlos con parientes que viven en el país, no son suficientes.

A pesar de los peligros, los padres eligen tomar estos riesgos para sus hijos, pues saben que es más probable que logren pasar la frontera y conseguir asilo, contrario a los adultos que siempre son expulsados.

“Los padres dicen, ‘nosotros no podemos cruzar. Hay que ser realistas. Pero si mandamos al niño al puente y cruzan solos, tendrán que recibirlos’”, comentó Jennifer Harbury, activista defensora de los derechos humanos de Texas.

La niña hondureña se entregó al servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, este organismo no ha respondido a las peticiones por conocer qué sucedió con ella. Sin embargo, su historia se ha popularizado en la frontera, al representar la situación de miles de menores que cruzan solos, exponiéndose a los peligros, con la esperanza de conseguir un refugio en Estados Unidos.

El Universal

AVC

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