El gobierno federal pretende que los niños en Veracruz regresen a clases presenciales antes de que termine el ciclo escolar, justo en el momento en que ellos mismos pronostican una tercera ola de contagios que podría ser más grande que las anteriores. La contradicción sólo puede explicarse desde la lógica electoral.
Este jueves, de gira por el sur del estado, el Presidente López Obrador anunció que en mes y medio ya estarán vacunados todos los adultos mayores y los docentes de Veracruz, por lo que millones de estudiantes estarían en condiciones de volver a las aulas a mediados del mes de mayo, es decir, la víspera de la jornada electoral del 6 de junio.
“En el caso de Veracruz en menos tiempo (que en el resto del país), creo que en mes y medio vamos a tener vacunados a los adultos mayores y a los maestros y maestras para reiniciar para reiniciar las clases”, dijo durante su visita al municipio de Las Choapas para inaugurar el nuevo Cuartel de la Guardia Nacional. El Presidente también garantizó la vacuna para todos los veracruzanos en cada municipio de la entidad. Hasta aquí nada que reclamar.
Para sorpresa de todos, anunció que “antes de que termine el ciclo escolar estar en clases presenciales, porque nos hace mucha falta. La escuela es para todos y en especial para niños, niñas, estudiantes, es el segundo hogar y por más efectiva que sea la educación a distancia, con internet, con televisión no es lo mismo”.
¿Cuál es la prisa del Presidente? Hasta ahora, la población infantil no está considerada en el esquema de vacunación en el país; si bien hay muy poca incidencia del coronavirus en los niños, no quiere decir que sean naturalmente inmunes. Los votos, no hay otra respuesta.
Que vacunen a los docentes tampoco es garantía de cortar la línea de contagio, si consideramos que en torno a la escuela se mueven decenas de personas entre padres de familia, personal administrativo y de limpieza, además de vendedores ambulantes y hasta pequeños comercios (papelerías, tienditas, internets). Vacunar a un maestro no protege al resto del universo escolar.
Sin embargo, el regreso a clases, con el riesgo que conlleva, buscaría generar una percepción social de que la pandemia empieza a quedar atrás justamente en el momento más peligroso.
Horas después del anuncio presidencial, durante la conferencia vespertina sobre el Covid19, el defenestrado doctor Hugo López-Gatell advirtió que puede haber una tercera ola de covid-19 en México y que esta “pudiera ser más grande”.
“Sí desafortunadamente sí, sí puede haber una tercera ola, muchas naciones ya tuvieron tres olas, epidémicas, nosotros sólo dos hasta el momento. Hay naciones que ya tienen cuatro olas; Italia en este momento, desde hace 15-17 días está en un periodo de crecimiento acelerado de su epidemia en la cuarta ola, y las olas dos y tres fueron mucho mayores a la ola inicial”, dijo en cadena nacional.
Entonces, ¿Por qué abrir? “Porque la sociedad no puede resistir tanto tiempo (…), la sociedad no puede resistir una intensidad tan grande de restricción de su movilidad, hay que considerar lo social”, dijo en una franca defensa de la estrategia electoral del Presidente.
El gobierno calcula que si se reabren escuelas sólo en algunos estados, habrá una percepción nacional de mejoría; si el número de contagios no crece considerablemente, entonces podrá cobrar la renta electoral de jugar a la ruleta rusa. En caso contrario, si la apertura alimenta esta tercera ola anunciada por su propio gobierno, entonces la cosa se le pondría color de hormiga a Morena. Un sólo fallecimiento de un niño por haber regresado a clases provocaría una crisis política y la vuelta al confinamiento.
El otro problema es si los padres de familia aceptarán llevar a sus hijos a la escuela, con el riesgo a cuestas. Todos queremos que nuestros hijos vuelvan a la escuela pero con las condiciones de seguridad adecuadas. Volver en mayo a clases nos separa escasamente un mes del fin del ciclo escolar, por lo que resistir “tanto tiempo” no es más que una excusa. Los niños llevan un año en confinamiento.
¿Qué números trae López Obrador que se decidió por una apuesta tan arriesgada?
Las del estribo…
1. Y mientras el Presidente anuncia el regreso a clases, trabajadores de la Clínica 66 del IMSS en Xalapa protestaron para denunciar que ninguno de ellos ha recibido la vacuna contra COVID-19, a pesar de que atienden a pacientes con Coronavirus. “Nada más un 5 por ciento” ha sido vacunado.
2. Para celebrar el Día de la Expropiación Petrolera, PEMEX jubiló con ¡100 mil pesos! al mes a Carlos Romero Deschamps, el jeque tenochca y líder sindical. No ofende la jubilación sino la impunidad concedida.