En dos días, el joven va a ganar mil pesos por pasar dos noches en el módulo de vacunación apartando lugar para su jefa.
“¿De todas maneras quién te da tanto varo en un rato?”
Xalapa, Ver.-“¿A ti quién te mandó?”, pregunta una de las 74 personas que durante la madrugada hizo fila en el módulo de vacunación contra el covid-19 en la Torre El Olmo. “La contadora”, responde un joven de no más de 30 años que apenas con una playera delgada intenta arroparse del frío xalapeño.
La plática que sigue entre los dos conocidos, uno con el número 3 y el otro con el 73 en una lista improvisada por los noctámbulos reunidos continúa. “Aquí me voy a quedar. Me dio 500 pesos y me dijo que mañana cuando venga me da otros 500”, suelta el hombre de oficio albañil al revelar el monto que pactó con su jefa a cambio de pasar la noche a la intemperie y hacer fila por ella.
Este sábado inició la vacunación de adultos mayores en Xalapa y en la mayoría de los 13 módulos la gente llegó desde una noche antes para lograr un buen lugar para sus seres queridos.
Durante la noche fueron en su mayoría jóvenes los que hicieron fila; en el módulo de la Torre algunos son trabajadores de la construcción que al salir de su jornada habitual recibieron la oferta de sus jefes de obtener “un extra” de dinero si hacían la fila por ellos.
En esta zona son 57 los fraccionamientos y colonias que durante los próximos 10 días citarán a sus adultos mayores para recibir una dosis del biológico; algunas de estas colonias incluyen toda el área de Las Ánimas y Monte Magno, conocidas por el poder adquisitivo de quienes ahí habitan.
“¿De todas maneras quién te da tanto varo en un rato?”, pregunta en tono retórico otro de los albañiles que cuenta le ofrecieron 600 pesos por la noche. A él su jefe le llevó cena y un banco para descansar, pero su teléfono rápidamente se quedó sin pila y sin nada que hacer cuenta que las horas pasan lentas.
El otro, el de los mil pesos, le dice que esta noche es el inicio de dos que pasará en vela, después de la jornada de terminar de pegar un piso en la casa de su jefe. “Mañana tengo que llegar desde las 9, me voy a venir más preparado, no como hoy. En dos noches me voy a ganar lo de una semana de trabajo”, dice al confesar que las dos noches sus hijos dormirán en casa de la vecina, porque al ser padre soltero no tiene con quién dejarlos.
Su plan consiste en dormir de 7 a 11 de la mañana, ir a trabajar a la obra y luego de la jornada, cenar, tomar mucho café y volver para la fila de este sábado, en punto de las 9 de la noche.
El relevo de ambos llegó a las 5 de la mañana; se trata de adultos mayores que prefirieron evitar el frío, la fila y las incomodidades de una noche en la que los guardias de la Torre impedían pisar parte de la acera porque dicen “es propiedad privada”.
El sueño de los adultos mayores y sus familias por lograr inmunidad ante el covid-19 era evidente en las horas previas a la vacunación, aunque en el caso de ambos albañiles, tras pasar una noche en vela la recompensa era el dinero “extra” que serviría para pagar la renta del uno, y pagar las deudas adquiridas por el otro.
Hecho el relevo los adultos mayores tomaron su lugar, no sin vivir momentos de frío, llovizna y temor por mantener la distancia y así evitar el contagio de la enfermedad en esta “último tramo” que, para muchos significa la posibilidad de salir nuevamente, de abrazar a los suyos y de sentirse un poco más libres.
AVC/Perla Sandoval