En el debate que se generó a raíz de que el alcalde de Veracruz Fernando Yunes Márquez calificara de “estúpido” al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, hay muchas opiniones que coinciden en que en este asunto se debe aplicar el refrán de: “Si quieres que te respeten, respeta”. ¿A que viene esto? hay que analizar bien el asunto para llegar a esta conclusión salomónica, resulta que el gobernador en rueda de prensa ofrecida en Palacio de Gobierno, que le organizaron sus brillantes achichincles ex profeso, acusó a la suegra del alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, de haber presentando documentos falsos en el módulo de vacunación del Club de Leones para comprobar su residencia en la ciudad y aplicarse la vacuna Covid.

Con su estropajoso lenguaje el Gobernador dijo: «Yo sé, porque así lo hemos corroborado, que el 100 por ciento de las personas que se han presentado a vacunar no ha intentado alterar ningún documento ni papel, el 100 por ciento, caso único, en la conciencia de cada quién, porque es lamentable que se haga así».

El martes 9 de marzo, primer día de la aplicación de la vacuna covid en la ciudad de Veracruz, fue difundida una fotografía en redes sociales de la señora Mariela Díaz Vegas, madre Mariela Lohmann Díaz, esposa del alcalde de Veracruz, en el Club de Leones. En la descripción se denunciaba que la suegra del presidente municipal habría recibido un trato preferencial para recibir la vacuna anticovid, brincándose la fila e ingresando por la puerta trasera del recinto, mientras cientos de adultos mayores habrían hecho filas desde una noche antes. En respuesta a las críticas, fue difundida otra fotografía de Mariela Díaz formada una noche antes afuera del Club de Leones, haciendo fila para recibir la vacuna covid, y ahí tronó la bomba, Fernando Yunes Márquez fue entrevistado y se soltó, de estúpido no bajó al gobernante: “el que dice estupideces, obviamente es un estúpido” repitió cuando menos tres veces Yunes Márquez, apoyado en el argumento de que su suegra no era una falsificadora, como la trató Cuitláhuac. Y bueno, no es posible caer en una ligereza de esas, de tratar de delincuente a una señora sin las pruebas que lo demuestren, menos a una persona mayor. Nuevamente quien aventó al ruedo al gobernante lo empinó. Es cierto el respeto lo merecemos todos, más quien lleva la investidura de Gobernador del Estado, pero él debe prestigiar esa investidura, si quiere ofender o difamar a una persona de la tercera edad que mande a un colaborador a hacerlo, que ponga a quien le recomienda meterse en esos bretes, en vez de atender tantos y tantos problemas que hay en Veracruz y que requieren su intervención.