Carmen Blázquez y Ricardo Corzo, así como Xiona Gou, alumna de posgrado, reflexionaron sobre la historia y relaciones entre México y China, dentro del Foro Académico “Saberes ancestrales. Realidades virtuales”.
11/03/2021, Xalapa, Ver.– Carmen Blázquez Domínguez y Ricardo Corzo Ramírez, investigadores de la Universidad Veracruzana (UV), y Xiona Gou, estudiante de la Maestría en Historia Contemporánea de esta casa de estudios, reflexionaron en torno a la historia e inicio de la relación diplomática entre México y China.
El miércoles 10 de marzo, dentro del Foro Académico “Saberes ancestrales. Realidades virtuales” de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) Virtual 2021, se realizó esta discusión moderada por Raúl Romero Ramírez, director de la Facultad de Historia.
En la Mesa 1 del Área Académica de Humanidades (AAH), abordaron el tema “China, su historia, saberes ancestrales, historia contemporánea y las relaciones con México y la Universidad Veracruzana”.
Carmen Blázquez, doctora en Historia por El Colegio de México (Colmex), analizó dos aspectos importantes de la evolución de ese país, relacionados con los vínculos a nivel global y con las aportaciones que, considera, modificaron la historia de la humanidad.
Desde la antigüedad, China ha impactado al mundo con avances en el campo de la ciencia, tecnología, matemáticas, astronomía, medicina tradicional, herbal y acupuntura. Sin embargo, su pasado remoto y presente no ha sido tomado en cuenta, específicamente sus vínculos con los otros continentes, expuso.
La académica e investigadora se refirió a la Ruta de la Seda, que habla de la vinculación que China mantenía con Europa, entre los siglos XIII y XV, y de una internacionalización de movimientos.
Posterior a ello, se dio el contacto con América a través del puente entre Europa, el Caribe, México y las Filipinas, para así alcanzar la producción de China.
“Este sentido global es un antecedente que China ha mantenido durante mucho tiempo hasta la actualidad, esa fuerza que le caracteriza como una potencia mundial.”
Blázquez Domínguez enumeró los primeros inventos que el país asiático ofreció al mundo, entre ellos el ábaco, el reloj de sombra, y las primeras máquinas voladoras como cometas y linternas celestes. La brújula, pólvora, el papel y la imprenta son otras cuatro innovaciones y avances tecnológicos que se dieron a conocer en Europa a partir de las rutas comerciales y de la navegación.
En el caso de la imprenta, su creación se le atribuyó a Johann Gutenberg, pero él sólo la adecuó y la puso en marcha en el continente europeo. No obstante, la mayor repercusión fue la pólvora y el uso bélico que se le dio también en esa parte del mundo.
Agregó que a partir del siglo XIX y hasta mediados del XX, China se vio involucrada en un proceso más amplio que tuvo que ver con el colonialismo europeo dentro de Asia.
En tanto Ricardo Corzo, integrante del Instituto de Investigaciones Histórico–Sociales (IIHS), abordó las relaciones diplomáticas entre México y China, que iniciaron en el siglo XIX.
El Doctor en Historia por la Universidad de París 8 y con estudios postdoctorales en esta misma disciplina, dio a conocer que, a principios de la década de los setenta, México reinició las relaciones con los países asiáticos.
Así, dados vínculos con Estados Unidos y Francia, docentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Colmex promovieron conocimientos serios y sistemáticos sobre los procesos revolucionarios de China y de modernización del Japón. Incluso, en la máxima casa de estudios del país ya había un centro de estudios de Asia Pacífico.
Narró que a finales de los setenta, en México se estudiaba la confrontación entre tradiciones y modernización, formas culturales, mentales y se trataba de ver cómo eran las formas de organización.
En la década de los ochenta y noventa creció la necesidad por fomentar estudios del idioma chino, ruso, japonés y de diversas variantes de lenguas asiáticas.
Asimismo, el tema central de las discusiones era el problema de la organización política, es decir, por qué México no podía tener una sociedad organizada y planificada al igual que China.
En su discurso reconoció el logro de ese país –tras la salida de Mao Tse Tung– por ingresar en una etapa de modernización acelerada.
Entre todos sus avances, lo que debe rescatarse es su principio de armonía, lo cual es fundamental para una nación como la nuestra, resaltó.
Opinó que el único problema que China requiere resolver, y no de forma individual, es el de la contaminación, pues debido a esa industrialización acelerada generó un costo ambiental.
Corzo Ramírez también resaltó la visión de la UV al crear el Centro de Estudios China-Veracruz (Cechiver), con el fin de aprovechar e impulsar las oportunidades comerciales; así como el establecimiento de seis convenios exitosos con instituciones de educación superior, lo que ha generado procesos de intercambio cultural y estudiantil.
Por su parte, Xiona Gou expresó que sin estos convenios ella nunca hubiera conocido México y a su gente, ni cursado el posgrado.
Compartió que su primer contacto con la UV fue por medio de un profesor que impartió clases en el último año de la Licenciatura en el Idioma Español. “Fue un maestro enviado por la Universidad Veracruzana porque existía un programa de intercambio de estudiantes y docentes con la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing, donde yo estudiaba”.
Al hablar de su experiencia en esta ciudad, destacó lo atractivo que ha sido estudiar en la UV, la calidad del programa educativo que cursa y el apoyo recibido por parte de docentes y alumnos.
“Aunque es un programa nuevo, poco a poco ha ido mejorando, espero que más adelante otras generaciones puedan contar con el mismo apoyo.”
Finalmente, reconoció los vínculos que la UV mantiene con otras instituciones de educación superior; sin embargo, pese a que se ha avanzado en el fortalecimiento de la relación entre ambos países, aún hay un largo camino por recorrer.