Coatzacoalcos, Ver.- La casa marcada con el número mil 620 de la calle Díaz Mirón de la colonia Puerto México, mantiene desde hace varios años abiertas sus puertas para aquellos devotos que deseen acudir a orar o solicitar protección a la santa muerte.
Su propietaria Guadalupe Gallardo Bravo, ha sido devota a la niña blanca desde sus 13 años, y su domicilio mismo que alberga más de 300 imágenes de diversos tamaños de la santísima, es el único registrado ante la Dirección General de Asociaciones y Organizaciones religiosas en el municipio de Coatzacoalcos.
Para los creyentes de la Santa Muerte este viernes primero de marzo es un día especial al ser considerado un día en el que las energías fluyen, por lo que la casa de oración dedicada a la santísima suele celebrar un rosario nocturno el cual este año será limitado debido a la emergencia sanitaria.
A pesar de que la imagen de la Muerte se encuentra vinculada con el satanismo, quienes la veneran aseguran que es una enviada del señor para cuidar vidas, por lo que la consideran como una imagen religiosa más que incluso colocan a lado de otros santos.
“Los sacerdotes nos juzgan y nos satanizan, pero que hacen los sacerdotes, violan a los niños y que hace el vaticano nada más los cambian de lugar, aquí nosotros no permitimos la perdición, nosotros aquí actuamos con rectitud”, expresó Gallardo Bravo.
A pesar de los estigmas surgidos alrededor del culto a la santa, doña Guadalupe negó que los devotos realicen alguna ceremonia de adoración al demonio, algún sacrificio o acto de santería, pues únicamente dijo le rezan el rosario que se le dedica a las personas enfermas.
Las principales solicitudes hacia la niña blanca son: trabajo, salud para los enfermos, solvencia economía en el hogar y que aquellos que han caído en algún vicio se alejen del mismo.
De acuerdo con doña Guadalupe las fruta y los dulces son de las ofrendas más importantes, ya que los devotos deben de cumplir con las promesas hechas a la santa, pues de lo contrario les podría ir mal en la vida.
“Le pueden ofrecer, una manzana, una flor, un dulce, un chocolate, un pan. Nunca hay que ofrecerle lo que no le puedes dar porque eso también es malo, uno tiene que dar dentro de sus posibilidades. Hay quienes le ofrecen traer mariachi y llega la fecha pactada y no le traen nada, hasta se olvidan de ella y les va mal, fracasan, no porque ella haga que fracasen sino porque es su karma”.
La fe a la Santa Muerte va en aumento, a la par que muchos devotos dejan la clandestinidad y se declaran fieles seguidores de la santísima.
La devoción hacia la imagen de la muerte ha pasado por un largo proceso de evolución especialmente en el municipio de Coatzacoalcos, en donde inicialmente los devotos vivían en un entorno de marginación social, pobreza y delincuencia, sin embargo, hoy en día quienes recurren a la niña blanca son políticos y empresarios quienes van en búsqueda de algún favor, protección o la eliminación de energías negativas.
AVC/Maythe Morales Ramos
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