Un año tenemos sufriendo cotidianamente con las cifras de contagios y muertes por Covid-19; atestiguando, gracias a los medios de comunicación, los penosos y lamentables casos de personas sin la atención debida en los hospitales, otros más de muertes en la banqueta por no ser aceptados en los nosocomios más los que han fallecido en casa por ignorancia o por falta de un sistema de atención temprana que sea eficiente y una estrategia de comunicación social que coloque los riesgos en la justa medida, sin guiones de propaganda.

Las cifras han revelado que el deseo del presidente López Obrador se está cumpliendo, primero los pobres, porque ese sector de la población es al que la muerte por coronavirus le ha pegado mayormente; para ellos lo que se pueda, lo que haya y tienen la culpa por ser hipertensos, diabéticos u obesos; así ha estigmatizado Hugo López Gatell a las y los muertos por la pandemia en México.

La mentira en el discurso federal sobre la realidad y futuro del coronavirus en México se ha concentrado en un paciente muy especial. Desde la semana pasada, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud informó en su cuenta de twitter que había contraído el virus; inmediatamente el dato fue tendencia y nota principal de medios nacionales. Es irónico que el Doctor López Gatell se haya infectado, se supone el mayor experto dentro del gabinete nacional sobre las medidas de prevención, su función no es de un médico de primera línea, él ve a los toros desde la barrera. ¿Cómo es posible que se haya contagiado de covid y dónde lo adquirió?

La interrogante del cómo y por qué se convirtió en preguntas como ¿está en su casa, estará grave o es asintomático? Y con esas preguntas vino la infodemia oficial, primero se dijo que estaba en su domicilio, con síntomas leves, el mismísimo titular de Salud Jorge Alcocer dijo “no está hospitalizado”; luego corrió una versión en algunos medios que afirmaba la hospitalización de Gatell, lo que fue catalogado como fakenews por la misma encargada de comunicación social de la Secretaría de Salud Federal, y está registrado por una reportera del equipo de Ciro Gómez Leyva en una llamada telefónica grabada. El 28 de febrero, en la conferencia vespertina, se hizo oficial su hospitalización.

Para rematar, Hugo López Gatell compartió detalles de su convalecencia en una carta pública, de entre tanta buena onda nos comparte lo siguiente: “No me hospitalizaron por estar delicado sino para recibir el tratamiento, que es intravenoso y más fácil de manejar que en casa”, comentó el funcionario, quien dijo estar saturando en 98 por ciento con un aporte mínimo de oxígeno suplementario. Según médicos especialistas, ese tratamiento estaría basado en Remdesivir, el medicamento que insistentemente nuestro paciente VIP ha desvalorizado en conferencias.

¿Por qué mentir y evadir? Pues ya es conocido que el famoso epidemiólogo fue guardado en un hospital por una razón válida y de manera oportuna, “hospitalización preventiva” es el término que le dieron. Un trato privilegiado, de paciente VIP, ese tipo de ingreso no ha sido la constante para los miles de contagiados y fallecidos; resulta ofensivo y aberrante que Gatell esté siendo tratado, así se ha confirmado oficialmente, con oxígeno de respaldo, por si las dudas, para que no sature bajito, cuando afuera de su burbuja de privilegios la gente se juega la vida por falta de acceso a tanques de oxígeno.

Quien fuera Gatell, no está grave y hasta oxígeno recibe, es doctor per no se contagió en la primera línea. Los que no nos hemos contagiado debemos estar haciendo algo mejor que el epidemiólogo VIP de Andrés Manuel, deseamos se recupere sin secuelas, físicas.