Este 1 de marzo se conmemora a nivel internacional el día para la cero discriminación, proclamado por Naciones Unidas en 2013 con el propósito de promover la diversidad, la inclusión y el derecho que tenemos todas las personas a vivir una vida plena y con dignidad.

La Asamblea General de la ONU a través de la celebración de esta fecha reitera el mandato establecido por el artículo primero de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el cual reconoce que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.

En nuestro país, después de una importante lucha y cabildeo de ciudadanos, académicos y colectivos en situación de discriminación, se logró armonizar el derecho interno con el internacional a través de la Reforma constitucional realizada el 14 de agosto de 2001.

La citada Reforma incorporó un párrafo tercero al artículo primero de nuestra Carta Magna, agregando una cláusula de no discriminación, misma que sufrió modificaciones en 2006 y 2011 con el propósito de maximizar los derechos humanos de todas las personas sin distinción.

El derecho a no ser discriminado refuerza la protección ofrecida por el principio de igualdad, mismo que representa la esencia de los Derechos Humanos; el artículo segundo de la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la discriminación señala que, corresponde al Estado promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de las personas sean reales y efectivas.

México es un país diverso, la riqueza de nuestra nación tiene su esencia en la pluriculturalidad reconocida por el artículo segundo constitucional; somos uno de los Estados con mayor diversidad cultural, étnica y lingüística; una nación rica en costumbres y tradiciones sustentadas principalmente en nuestro origen indígena y en la mezcla étnica y cultural con aquellos que han arribado a nuestro país desde otros continentes, principalmente europeos y africanos quienes constituyen la tercera raíz del mestizaje mexicano.

Es importante mencionar que, el estado de Veracruz ha desempeñado un importante papel en la historia de las poblaciones afrodescendientes, ya que, luego de treinta años de lucha, en nuestra entidad se fundó el primer pueblo libre de América; San Lorenzo de los negros, actualmente llamado Yanga en honor a su fundador.

Durante los siglos XIX y XX México también recibió importantes migraciones asiáticas como resultado de los proyectos de colonización que buscaban impulsar un nuevo modelo de desarrollo, propiciando la interculturalidad y el mestizaje.

Además de pluralidad cultural, en nuestro país existe diversidad religiosa, variedad de opiniones y diversidad de género, entre otras diferencias que forman parte de nuestra identidad personal y no deben colocarnos en situación de vulnerabilidad.

La promoción de la diversidad y la inclusión centrada en los grupos más vulnerables son factores fundamentales para garantizar la igualdad, todas las personas tenemos derecho a recibir un trato digno y a vivir en un mundo justo, equitativo y sin discriminación.