El conflicto entre células criminales en Baja California (al noroeste de México) ha generado una ola de violencia en la entidad. Las autoridades locales señalan directamente como foco rojo a la ciudad fronteriza Tijuana, conocida por sus accesibles rutas que facilitan el trasiego de drogas a Estados Unidos.

La pugna por el dominio del territorio entre facciones del Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha dejado 287 homicidios, en lo que va del año.

En las últimas 24 horas, dos mujeres y cuatro hombre fueron ejecutados en hechos distintos, uno de ellos ocurrió la noche del lunes, en callejón María de Jesús Iglesias en la colonia Las Palmeras, cuando una pareja fue atacada a balazos a bordo de una Jeep Cherokee, color azul. Las dos personas fallecieron y sus agresores escaparon.

También, en la colonia Obrera, otra pareja fue atacada a balazos, pero esta ocasión en una gasolinera, mientras el auto donde viajaban se encontraba estacionado. Tras el ataque murió Laisha Galilea Corral Herrera, de 20 años, mientras que su novio de 24 años, Armando Emilio, resultó resultó con lesiones y fue trasladado a un hospital.

En tanto, tres hombres fueron asesinaron a balazos, en distintos hechos, en las colonias Federal, Patria Nueva y en un hospital de la colonia El Mirador.

Tijuana es una ciudad fronteriza que separa México de EEUU por un muro. Ahí, el llamado Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) domina buena parte del narcotráfico. La sangrienta lucha territorial que mantiene con el Cártel de Sinaloa, que controla algunas puertas del noroeste del país, ha provocado cientos de muertes.

Detrás de esta violencias, las autoridades ven detrás a los policías de la región, quienes pasaron de ser guardianes de la seguridad a cómplices de los narcos

Así lo han dado a conocer las áreas de inteligencia de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad, quienes presumen que el cobijo de los elementos a los narcos ha dejado una ola de homicidios en la ciudad fronteriza.

Las pruebas más contundentes son un juego de partes informativos oficiales y cifras en las que se demuestra que algunos de los agentes municipales reciben dinero del crimen organizado.

El último día de enero, en la región se contabilizaron 16 muertos en diferentes hechos. Esto, según señala el semanario local Zeta Tijuana, demostraría la presunta corrupción sistemática y participación criminal de policías, subcomandantes y comandantes de la Dirección de Seguridad Pública, Policía preventiva y Tránsito municipal.

“De la colusión e incapacidad, llegaron a la impunidad y al cinismo: cobrar por trabajar y atacar de una forma deliberada a la sociedad que están obligados a proteger”, apunta Zeta Tijuana.

Los integrantes de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad explican que sería imposible un número tan alto de homicidios —cometidos en menos de 24 horas— sino existiera un vinculo entre los criminales y los agentes.

Zeta Tijuana explica que muchos de los policías reciben dinero, roban droga, la venden, la siembran; detienen a gente de una célula y la entregan a otra rival, a la hora de los operativos no llegan.

Los cabecillas criminales pagan miles de dólares a cambio de que los uniformados no se metan en sus zonas de dominio y dejen en paz a sus pistoleros.

INFORMACIÓN/INFOBAE

TEXTO Y CONTEXTO | La cabaña del Tío Chueco