Los señalamientos por delincuencia organizada y operación de recursos de procedencia ilícita en contra del gobernador panista de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca, no son pocos ni son recientes; las acusaciones por los mismos delitos en contra del candidato de Morena al gobierno de Guerrero, Félix Salgado-Macedonio, tampoco.

La diferencia es que mientras el primero enfrenta un proceso de desafuero ante la Cámara de Diputados, el segundo goza de la defensa del presidente López Obrador y la deferencia de que visite su tierra en medio de acusaciones por violación y abuso sexual. Sus vínculos con la delincuencia organizada también son conocidos en Guerrero aunque estos aun no han llegado a tribunales.

Iluminado por al faro del juarismo, López Obrador aplica la máxima a rajatabla: “A mis amigos, justicia y gracia; a mis enemigos, justicia a secas”.

En septiembre de 2019, en distintas zonas de la ciudad de Reynosa aparecieron varias mantas firmadas presuntamente por el Cártel del Golfo, con amenazas en contra del gobernador Cabeza de Vaca y su hermano, el actual senador Ismael García.

De acuerdo con las fotografías difundidas entonces por medios locales, en las mantas se acusaba al mandatario y a su hermano de haber recibido más de 15 millones de pesos para realizar sus campañas, bajo la promesa de permitirles operar y detener a integrantes de cárteles contrarios al Cártel del Golfo. “Después que te dimos 10 millones para la campaña de tu hermano Ismael García Cabeza de Vaca y 5 Millones (…) ahora sales con mamadas”, se leía en una de las mantas.

En los mensajes también acusan al gobernador de haber incumplido su palabra, ya que a finales de abril de 2017, elementos federales mataron a un integrante del Cártel del Golfo identificado como Juan Manuel Loza Salinas, alias “El Toro”.

En agosto del siguiente año, con López Obrador como testigo, el gobernador de Tamaulipas negó los dichos de Emilio Lozoya que lo involucran en sobornos y las acusaciones que lo señalan como intermediario entre el ex Presidente Felipe Calderón y el Cártel del Golfo, mismas por las que hoy está sujeto al proceso de desafuero.

Las acusaciones de vínculos con la delincuencia organizada –particularmente con el cártel de Guerreros Unidos- ha acompañado a Salgado Macedonio a lo largo de su polémica vida política. Desde 2006, siendo alcalde de Acapulco, el eterno candidato a Gobernador afirmó que no tenía una explicación sobre la violencia que se había desatado el narcotráfico en el puerto, la cual se recrudeció desde que asumió el gobierno local.

Durante su campaña electoral por la presidencia municipal, Félix Salgado aseguró que había recibido ofertas de narcotraficantes para financiar su campaña, dichos que días después tuvo que rectificar. En su administración, ejecuciones de policías, refriegas en plena costera y disputa entre cárteles fueron la constante.

El periodista Héctor de Mauleón publicó una historia que daría luz a los vínculos de Salgado Macedonio con el narco. “El 17 de febrero, un hombre de aproximadamente 60 años, asesinado con verdadera saña, fue hallado en un camino de San Martín Pachivia, municipio de Ixcateopan. Los agentes de la fiscalía regional observaron que el desconocido tenía un tiro en el ojo, así como señales de haber recibido una brutal golpiza. Tenía un trozo de cuerda atado a una de las manos.”

Continúa: “Se confirmó horas más tarde que aquel era el cadáver de Pedro Pablo Urióstegui. Sus familiares habían reportado su desaparición días atrás. El cuerpo fue hallado junto a una construcción modesta. Se indaga si el ex alcalde (de Teloloapan) estaba ahí escondido o fue llevado ahí por sus verdugos.”

“Unos días antes había concedido una entrevista confesando que operaba en la zona norte la candidatura de Salgado Macedonio, de quien era compadre, y manifestando su apoyo radical al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.”

Sin embargo, para el Presidente lo de Félix Salgado sólo se trata de politiquería. ¡Ya chole!

Las del estribo…

  1. El gobernador Cuitláhuac García aceptó las observaciones de la ASF y asegura que se solventarán. Bien por asumir la responsabilidad, aunque no se ha percatado de los ratones que corren bajo su mesa.
  2. Según la ASF, en un año la Universidad Veracruzana aumentó ¡300 por ciento! las prestaciones al personal académico. Ahora viene el vómito negro.