La indignación entre los veracruzanos aumenta frente a tantos crímenes que a diario se cometen por todos los rincones de la geografía estatal. Tenemos el vergonzoso primer lugar en feminicidios y si alguien ha tenido la curiosidad de contabilizar secuestros y homicidios dolosos en general, se habrá dado cuenta de que en Veracruz hay un baño de sangre como nunca antes en la historia. Es repugnante despertarse con la noticia de que a una mujer y su hija las ejecutó un comando armado el cual al amanecer entró al domicilio de esa familia, y a lo que iban, a descargar sus poderosas armas contra la indefensa humanidad de dos mujeres, Gladis Merlín y su hija Karla Enríquez.
De acuerdo con los primeros reportes policiales, el ataque se cometió alrededor de las cinco de la mañana, al interior del domicilio ubicado en la colonia Barrio Segundo, en Cosoleacaque, al sur de la entidad veracruzana. Los asesinos habrían burlado la seguridad privada del fraccionamiento donde madre e hija vivían y las acribillaron a los dos. A una de ellas, relataron medios de la zona, le habrían provocado heridas punzó cortantes.
Gladys Merlín fue alcaldesa y diputada local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su hija, Carla Enriquez fue subsecretaria de Fomento y Gestión Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de Veracruz y candidata a la diputación local por el PRI, en el año 2016, y Karla se disponía a contender como precandidata de MORENA a la presidencia municipal de Cosoleacaque, competencia electoral que tenía ganada de antemano dado el aprecio que les tienen en el municipio y en el distrito. Y que no nos salgan con que ya hay líneas de investigación, que se persigue de cerca de los autores ya identificados o que incluso hay detenidos porque ese tipo de mentiras, de este gobierno, nadie se las traga.
Muy lamentable pero aquí tenemos una muestra más de que los veracruzanos estamos a merced de la delincuencia.