Pacho Viejo; Mpio de Coatepec, Ver.- Actos de amor, confianza y lealtad e intercambios de regalos se pudieron ver en la puerta de entrada del Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta comunidad, con las esposas y novias que llevaron pasteles, flores, regalos y cartas a los internos, en el día del Amor y la Amistad.

A su vez, las mujeres recibieron arreglos de flores hechos con madera, con material reciclable que hicieron las Personas Privadas de la Libertad (PPL), adentro del penal, y que les fueron entregados por los custodios, porque las visitas están prohibidas.

La pandemia del coronavirus impidió que las esposas y novias pudieran ingresar este domingo de visitas que coincidió con la fecha del 14 de febrero, así que recibieron y dieron los regalos en la entrada.

Durante todo el día se ha visto que llegan en taxis las mujeres, algunas con pasteles de chocolate o tres leches y frutas; otras llevaron recipientes de plástico con pozole adentro, y hasta rábanos, cebollas, limones y tostadas.

Son detallistas, porque a los regalos les ponen recaditos de “Feliz día del amor y la amistad”, “Te amamos mucho mi amor”, “Estamos contigo, pasa un día bonito”.

Todas muy guapas, peinadas, con maquillaje y sus mejores ropas para tomarse una fotografía y esperar a que el custodio les diera permiso de hacer una llamada telefónica al PPL.

Las mujeres han acompañado a estos hombres que ahora cumplen castigos en el interior del penal, y se sienten nostálgicas, quisieran verlos y abrazarlos aunque sea por unos minutos, cómo lo hicieron todavía el 14 de febrero del 2020, antes de la llegada del coronavirus a México.

Una de ellas, que omitió su nombre, tenía unos girasoles de madera pintados de color amarillo, y esperaba con ansiedad el momento de hablar con el ser amado.

Otra más arreglaba su cara con maquillaje y pintura de labios para ver a su pareja; y al mismo tiempo se podía ver a una madre de familia con sus dos pequeños hijos e hija que llevaron bocadillos al padre de familia interno en el penal.

El amor fluyó para algunos de los casi mil internos e internas que hay en el penal de Pacho Viejo, pero no así la libertad que la perdieron al cometer delitos.

AVC/Verónica Huerta

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