Por: Jorge Vázquez Sangabriel
La negación o rechazo a las creencias establecidas en cada momento histórico, que a la humanidad le ha tocado vivir; normas sociales, políticas, jurídicas, religiosas, académicas, científicas, del arte o de la hacienda, que contraen y constriñen la estructura del pensamiento, la integridad y la dignidad humana de una sociedad; existen hombres que pugnan por la razón, por ello elevan la flama interior de su espíritu, se rebelan e impulsan la fuerza de su voluntad, del pensamiento, construyendo nuevos horizontes; provocando y creando así, evolución, cuando encuentran razones suficientes para abjurar de esas creencias establecidas en códigos sociales que desequilibran el pensamiento individual y colectivo, con “el enraizamiento de lo cotidiano”, lo establecido, el, debe de ser, siendo que esas exaltaciones de rebeldía, asombran a quienes se han circunscrito en las limitaciones de un comportamiento ortodoxo, estatizado, dominante, que somete la condición de las personas, es la rebelión la causa del hartazgo, acompañada de la conducta voluntariosa de lucha, demostrando los hechos como son, la realidad real, la verdad verdadera, en donde las generaciones futuras reconocen, aunque tarde, la bienaventuranza, alabando la fuerza de esa voluntad que se tuvo, que permite o permitió fustigar la consciencia de quienes no se acostumbran al sometimiento de la colonización mental,… y ello convierte a las rebeliones,…en un bien para la humanidad.
Oponerse, rechazar, intentar volar a mayor altura, como si se fuera un Juan Salvador Gaviota, somete a quien lo intenta, a la depredación de a quienes su estreches de pensamiento invocan las tinieblas del oscurantismo; es por ello, que la profundidad de entendimiento, de la razón, tiene que ser atrevida… atreverse significa liberación.
James Aggrey, pensaba, que para liberar la consciencia de un pueblo esclavizado, colonizado por ideas de dominación que explotan, encadenan y someten a los seres humanos, y a la vida toda, había que erradicar los contextos que crean esos pensamientos esclavizantes, los cuales desmoralizan, deterioran, sin piedad a los colonizados.
Aggrey, uno de los libertadores del pensamiento africano, dejó como legado, erradicar el machaqueo ideológico constante, que acaba hospedado dentro de sí en el pensamiento de los habitantes de un pueblo.
La colonización del pensamiento evoca creencias y costumbres de mansedumbre, de alienación que permite a los poderosos tratar a los seres humanos y a todas las especies dominadas, de forma desigual.
Los seres humanos, como lo señala la filosofía hindú: Somos lo que nuestro más profundo deseo es… como es nuestro deseo, es nuestra voluntad; de ahí, de ese deseo, de la voluntad de los individuos y de las sociedades, establecen sus acciones…y ello, determina su destino.
Sintácticas
De Marie de Vichy-Chamrond, atractiva e inteligente, Madame du Deffand, mujer de letras, epistológrafa, salonière francesa, 1742-1780, siglo XVIII:
Du Deffand, replicando al cardenal Pilignac, cuando éste insistía edificantemente en el milagro de San Dionisio, que anduvo más de dos leguas -¡dos leguas, imagínense, señoras mías!- con la cabeza bajo el brazo tras su martirio:.. “¡Ah, monseñor, lo que más cuesta…es el primer paso!
De la duquesa de La Vallière, de legendaria belleza, amante de Luis XIV de Francia:
Respondiendo a un antiguo adorador que nunca se había atrevido a confesarle sus sentimientos:
¡Ay, Dios mío!.. ¿Pero por qué no habló usted?.. Me habría tenido como todos los otros.
De Charles Augustin Sainte-Beuve (1804-1869), crítico literario:
Madame du Deffand, es con Voltaire, en la prosa, el clásico más puro de su época.
Rachmaninov. Piano Concerto No. 2 in C Minor op. 18. Alexis Weissenberg. Herbert von Karajan:
https://www.youtube.com/watch?v=cpJnJAXOw84