Consecuencia de su osada ignorancia, la diputada local Florencia Martínez atribuyó el atentado en su contra y de la Fiscal de distrito, Marisela Rojas, como reacción a la “gran molestia que el proyecto político de Morena ha causado en políticos de la región”, con lo que puso en riesgo no sólo su integridad, sino que politizó la violencia en el sur del estado y pretende enrarecer el clima electoral.
Fue tal “el delirio” –así se llama el restaurante donde sucedió el ataque-, que el gobernador Cuitláhuac García tuvo que exhibir el penoso protagonismo de la diputada y aclarar que en realidad se trató de una agresión en contra de la fiscal, quien estaría llevando la investigación de recientes hechos violentos en la zona. Es decir, nada tuvo que ver con la política ni con la legisladora, quien sólo estaba en un mal lugar en el peor momento, algo que ni siquiera alcanza a entender.
“No fue un atentado político, no fue así, lo habíamos mencionado desde antes, realmente era un intento de agresión contra la Fiscal del Distrito”, dijo el mandatario y reveló que existe una probable relación entre este hecho y dos homicidios ocurridos en un bar donde presuntamente se han cometido otros hechos delictivos, lo cual la Fiscalía General del Estado ya investiga
Oportuna y necesaria la intervención del gobernador. Sabe que el horno no está para bollos en materia de inseguridad. Así que el vergonzoso papel de mártir y prócer de la democracia por parte de Florencia Martínez tendría que convertirse en una disculpa pública por la insensatez de alimentar la violencia en la zona. Afortunadamente vive para contarlo.
Se prenden las alarmas en el Partido Verde y el PT
Tras el sainete entre los supuestos dirigentes estatales de Morena –literalmente, de los dos no se hace uno-, los líderes estatales del Partido Verde (PVEM), Carlos Marcelo Ruiz y el comisionado estatal del Partido del Trabajo (PT), Vicente Aguilar Aguilar, pidieron al Comité Nacional de Morena la designación de un Delegado en funciones de Presidente para Veracruz que meta orden.
De acuerdo con el delegado tabasqueño, Oscar Cantón Zetina –quien nada ha podido hacer para controlar a las tribus morenistas-, actualmente el Comité Ejecutivo Estatal se encuentra acéfalo, aunque el secretario general de Morena en Veracruz, Gonzalo Vicencio Flores, es quien está al frente de la encomienda tras ser validado por el INE. En teoría, la alianza no estaría en riesgo, toda vez que el registro fue solicitado por las dirigencias nacionales de los tres partidos; lo que en realidad pretende Vicencio Flores –y quien mece la cuna- es deshacerse del grupo político del gobernador, a quienes acusan de ¡¡¡una elección de Estado!!! Sublime.
Y si el hecho de que Morena acuse a Morena de realizar una elección de Estado es absolutamente kafkiano, también lo es que ambos grupos se acusen mutuamente de impulsar candidatos ligados al duartismo, como serían los casos de Elizabeth Morales en Xalapa y Alberto Silva en Tuxpan. Por lo pronto, la dirigencia estatal de Morena, a cargo de Vicencio Flores por mandato del INE, ha desconocido públicamente la coalición que en días pasados presentó el representante del CEN morenista, Esteban Ramírez Zepeta.
El otro problema que se le viene encima a la dirigencia estatal de Morena es que el OPLE les podría tirar la convocatoria, con lo que este fin se semana no se podrían realizar los registros de pre candidatos como se pretende. Sin convocatoria no hay registros. Eso implica, entre otras cosas, que la novela de la candidatura de Ricardo Ahued seguiría en suspenso.
En el PAN también hace aire
El PAN tampoco ha podido superar la crisis interna que inició tras la derrota de Miguel Ángel Yunes y su hijo, a lo que se sumó la pérdida de la dirigencia estatal y la coordinación de su grupo Parlamentario en el Congreso. La pretensión de Bingen Rementería y Miguel Ángel Yunes Márquez es fundamental en la decisión de quien será el abanderado panista a la Gubernatura del Estado en 2024. Sin el bastión del puerto jarocho, las aspiraciones de Julen Rementería y Fernando Yunes estarían muy cuesta arriba.
Xalapa es otro caso. Desde hace cuatro años, Sergio Hernández invirtió millones de pesos en posicionarse como candidato a la presidencia municipal. Tras las derrotas del grupo político de Miguel Ángel Yunes, el panorama cambió radicalmente. Aún en medio de su frivolidad, Sergio Hernández sabe que él solo no tiene ninguna posibilidad de ganar –nadie en el CDE del PAN lamentaría su derrota-, pero está seguro que si el PAN va sólo, una victoria de PRI/PRD frente a Morena también es casi imposible.
En realidad el ex coordinador parlamentario no está buscando la candidatura –tendría que invertir en la campaña millones de pesos que ya no tiene-, sino revalorar el precio de las canicas que le quedan y así, recuperar algo de lo invertido.
Eso sí, todos los partidos siguen hablando que hay unidad.
Las del estribo…
- El último clavo en el ataúd de la desastrosa administración de Hipólito Rodríguez es la pretensión de cobrar a partir de este febrero de 2021, el 2% sobre la cantidad que marque el recibo mensual de agua potable, bajo la ilegal figura de una “aportación voluntaria”, cobrando por un servicio que no está prestando. Con un Ayuntamiento quebrado, se les hizo fácil echar mano de la generosa caja chica. En las urnas se lo recordarán.
- Se le cayó la pesca a la 4T. Después de haber festinado la detención y el traslado de Alonso Ancira, ayer mismo un juez concedió una suspensión al empresario en la que precisó que no debe ser privado de su libertad, siempre y cuando pague una garantía por 50 mil pesos, es decir, lo que traía de cambio en la bolsa. Liberado el pez gordo, se tendrán que conformar con la mojarra de Mario Marín.