Este viernes 22, entrevistado sobre el interés de alcaldes veracruzanos y gobernadores de la oposición por importar las vacunas anti-Covid, el gobernador Cuitláhuac García recibió una serie de críticas porque declaró –en sintonía con lo dicho esa mañana por el presidente Andrés Manuel López Obrador– que, sin contratos, los ediles y sus homólogos sólo hacían demagogia.
A García Jiménez terminó dándole la razón indirectamente el empresario veracruzano Alejandro Cossío Hernández, un ex diputado xalapeño del PAN que la semana anterior cobró fama nacional e internacional al presumir que había cerrado el trato para adquirir la vacuna rusa Sputnik V y distribuirla en México y el continente americano.
Sin embargo, ese mismo viernes, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) que financia el desarrollo del biológico boletinó que era falsa la compra de los dos millones de dosis de esta vacuna que decía Cossío.
Por su parte, simultáneamente, el ex secretario de Salud del gobierno federal, Salomón Chertorivski Woldenberg, puntualizó a través de Twitter que “el registro de emergencia que actualmente tiene la vacuna del SARS-CoV-2 hace que solo los Gobiernos puedan adquirirla”.
Chertorivski propuso que “en un replanteamiento completo de la estrategia, podría echarse mano de las estructuras que existen en el sector privado y en los Gobiernos estatales para ayudar a su aplicación (lo que sería muy bueno)”.
“Pero, insisto, por el momento es técnicamente imposible que los particulares compren las vacunas que hoy están en el mercado. Gobernar bien es también informar con claridad”, escribió el actual precandidato de Movimiento Ciudadano a diputado federal, quien respondió así a lo dicho esa mañana por el presidente López Obrador, el cual dio luz verde a gobiernos estatales y empresas privadas para adquirir la vacuna contra el Covid-19, siempre y cuando muestren el contrato con farmacéuticas avaladas por la Secretaría de Salud.
En su conferencia mañanera, AMLO señaló que el gobierno federal no pretende monopolizar ni acaparar el biológico, pero dijo que se requieren acciones específicas para no tener duplicidades con el plan nacional, ni incurrir en politiquerías o uso electoral del tema. “También para que no anden engañando diciendo: ‘voy a comprar’ y resulta que no hay en los hechos nada real, que es pura demagogia”, expresó al igual que el gobernador de Veracruz.
El problema además para alcaldes, gobernadores y empresarios que pretenden importar la vacuna es el acaparamiento que de ella están haciendo las principales potencias económicas, lo que motivó que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtiera la semana anterior que “el mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral”.
Y es que el jefe de la OMS alertó que está en peligro un acceso equitativo al biológico en todo el mundo, pues afirmó que 39 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus ya se administraron en al menos 49 países ricos, mientras que “solamente 25 dosis han sido administradas en uno de los países con ingresos más bajos. No 25 millones, no 25 mil, apenas 25”, se lamentó.
Además, Tedros Adhanom recordó que el objetivo de la OMS es suministrar dosis para el 20 por ciento de la población de los países que participan en Covax antes de fin de año, o sea que en 2021 en México apenas serían vacunados alrededor de 24 millones de sus 120 millones de habitantes. La agencia de la ONU espera enviar las primeras vacunas a fines de enero o en febrero.
Hace una semana, el influyente diario estadounidense The New York Times publicó que “los países prósperos han vaciado los estantes para el resto”, señalando que Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y otras naciones habían hecho pedidos de vacunas que superan con creces a sus poblaciones, “mientras muchas naciones pobres luchan por asegurarse las dosis que necesitan”.
Y coincidía con las proyecciones de la OMS, al señalar que “aunque muchas naciones pobres tal vez puedan vacunar a 20 por ciento de sus poblaciones en 2021, algunas de las más ricas del mundo han reservado suficientes dosis para inmunizar a las suyas varias veces”, mencionando concretamente que si la Unión Europea recibiera las dosis que ha pedido, “podría inocular dos veces a sus residentes”, mientras que “el Reino Unido y Estados Unidos cuatro veces, y Canadá seis”.
“Así es: Estados Unidos concentraría alrededor de mil 200 millones de dosis, algo así como 15 por ciento del total requerido por la humanidad. La Unión europea contaría con alrededor de 900 millones, Reino Unido con 270 millones y Canadá con 220 millones. Esos tres países, más la comunidad (con cerca de 10 por ciento de la población mundial) concentrarían 34 por ciento del medicamento”, resumía el prestigiado diario neoyorquino.