Ante el avizorado escenario de que el gobierno federal difícilmente podrá vacunar contra el Covid-19 a la totalidad de los mexicanos en este año, algunos empresarios visionarios han comenzado a otear una excelente oportunidad para aprovechar este nicho comercial y realizar un mega negocio.
Uno de ellos es el veracruzano Alejandro Cossío Hernández, ex diputado panista, quien acaba de declarar que ya formalizó este lunes 18 con el laboratorio ruso Gamaleya, dueño de la patente, el contrato para la compra de 4 millones de dosis de la vacuna SputnikV para su venta particular.
Según detalló, el costo de cada vacuna oscilaría entre 720 y 800 pesos, calculando los costos de la logística, la red en frío y los 16 centros de distribución planeados hasta el momento.
Puntualizó que los inoculantes no serán vendidos al sector gubernamental sino puestos a la venta en el sector privado, a través de farmacias y hospitales particulares con los que ya tiene acuerdos también.
Sin embargo, dijo que pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado públicamente que los privados sí podrán comercializar las vacunas, hasta el momento no hay claridad en ello y se teme un bloqueo por parte de las autoridades sanitarias.
A ver si no le echan a perder este negociazo a Cossío, quien hasta ahora ha tenido serias diferencias con la administración estatal de Morena, problemas que, dice, nunca había visto ni padecido en los gobiernos del PRI y PAN durante las tres décadas que lleva dedicado al giro empresarial como proveedor del Sector Salud.
Hace un par de semanas, a través de su cuenta de Facebook, Cossío criticó “el desorden, desabasto y corrupción” que en estos 25 meses del gobierno morenista de Cuitláhuac García se están dando en los Servicios de Salud de Veracruz con la complacencia de altos funcionarios, pues acusó que en la Subdirección de Recursos Materiales están exigiendo a los proveedores cuotas que van desde el 10 hasta el 25 por ciento, por asignarles obras y contratos que en total sumarían 8 mil millones de pesos.
Cossío, inclusive, le hizo al mandatario estatal de Morena la misma propuesta que asegura que en su momento le planteó también a su antecesor, el panista Miguel Ángel Yunes Linares: que en los cuatro años que todavía le restan a su administración, le dé la oportunidad de sanear los Servicios de Salud, comprometiéndose a que en seis meses los endereza y los vuelve los mejores del país.
“No requiero ser nombrado en ningún puesto, sólo es cambiar a los actuales encargados del área administrativa por gente capaz y honesta”, le propuso a Cuitláhuac, a quien también le recordó que desde meses antes de que asumiera la gubernatura en diciembre de 2018, él ya sabía la situación desastrosa del Centro Estatal de Cancerología (CECAN), “sin la bomba de cobalto por inoperante”, y urgiéndole a comprar “un Acelerador Lineal yuna Central de Mezclas para terminar el problema de desabasto”.
Esta es parte de la carta que Alejandro Cossío publicó en sus redes sociales:
“Hace dos años yo tenía la certeza de que la nueva administración de Veracruz sería diferente, tuve la oportunidad de entrevistarme con quien sería nombrado Secretario de Finanzas, Secretario de Salud y el próximo Director de Administración de los Servicios de Salud.
“Desde ese momento me quedó claro el perfil del Secretario de Finanzas, un excelente técnico financiero totalmente alejado de la política y de características desde mi punto de vista adecuadas al reto, el Secretario de Salud un hombre de aspecto y formas diferente a todo lo visto por mí, pero definitivamente acorde a su lucha y al perfil de muchos de los luchadores sociales que ahora les tocaría la alta responsabilidad de dirigir al Estado. Y por último el Director de Administración joven, e inexperto en los temas de salud pero muy educado y muy fina persona. Nada que ver con el perfil 4T. Me cayó y me sigue cayendo muy bien a pesar de ser el que desde mi punto de vista permite y solapa el desastre de los Servicios de Salud.
“En mis 33 años de experiencia como empresario del sector Salud y después de hacer negocios con todos los partidos políticos y sus miembros, nunca me había tocado ver el desorden y abuso que se vive en mi Estado.
“Ni el controlador de Fidel Herrera ni el boras (sic) de Javier Duarte y mucho menos el Tartufo de Miguel Ángel Yunes llegaron a tener el desorden, desabasto y corrupción que en tan solo 25 meses ha logrado consolidar Cuitláhuac en Veracruz.
“Todos los contratos de los Servicios de Salud están controlados por Enrique Rueda (Oliver, actual subdirector de Recursos Materiales) y en su momento todos los procesos de adquisición los controló (Antonio) Pola (ex subdirector). Todo con la complacencia del Director de Administración y bajo la aprobación del secretario en buena medida por su desconocimiento absoluto de la parte administrativa y de la proveeduría.
“En esta administración ha habido al menos tres cambios de Directores Médicos a los cuales sólo los han usado como títeres el área administrativa que controla los procesos de contratación.
“La Pandemia les ha venido literal como anillo al dedo, para poder asignar a diestra y siniestra todo tipo de adquisiciones a sobreprecios y sin control alguno aduciendo emergencia sanitaria, a los administradores de los hospitales grandes los traen contra la pared y por supuesto todo con la complacencia y VoBo del Sindicato charro que tienen los servicios de salud.
“Ahora quien quiere ser proveedor sabe que debe pasar con Enrique Rueda y con Pola para acordar las tarifas de pago de los favores que van desde el 10 al 25%.
“La suma de contratos: Limpieza, Comida, Seguridad, Anestesia, Mínima Invación (sic), Digitalización, Laboratorio Clínico, Banco de sangres, Ropa hospitalaria, Medicamentos, Hemodiálisis, y diversos servicios de subrogación suman más de 8 mil millones de pesos manejados por este grupo de funcionarios corruptos.
“Cuitláhuac Gobernador de Veracruz lo sabe, yo se lo hice saber. Me cansé de explicarle el cómo se podría ahorrar cuando menos 1000 millones de pesos pero no quiso, en los hechos, hacer nada. Él como muchos de los políticos que recién ganan un puesto, solo les lleva unos cuantos días acomodarse a su nuevo cargo y de forma muy rápido se acostumbran al nuevo salario, a los choferes, a las camionetas Suburban y se olvidan del dolor de la gente y de los compromisos y la lucha de años por buscar un mejor Veracruz para los millones de miserables y pobres de nuestro estado.
“Cuitláhuac no es el primero y seguramente no será el último al que le suceda esto pero sí es él quien tenía –cuando menos conmigo– un compromiso de ser diferente, de no permitir más corrupción.”