Concluye en una horas el 2020, pero no con ello la condición en que se encuentran las sociedades; año desafortunado para la vida humana, creadora también de la destrucción del hábitat de este planeta, inmenso para la cortedad del pensamiento de estos seres, diminuto “punto azul” en la inmensidad del universo, y en esta existencia, así de diminuta, el hombre se destruye constante, permanentemente; equilibrios en el desequilibrio de los menos que cuentan con la capacidad destructiva  que domina y convence a grupos humanos de su conducta inadecuada, replicando esa conducta, que penetra afanosamente de un lado a otro, ondeando en derredor, destruyendo la creación prodigiosa que nos ha permitido la existencia; vivir un tiempo, que quizá no sea el suficiente, a través de estos tumultos de acometidas incesantes de destrucción, se crean condiciones para dañar y someter a la humanidad; ahora se sabe, se ha dicho he insistido, que el virus que ronda el planeta, provocando espanto, es un virus no vivo, y que por lo tanto no es natural su presencia, y que al no ser vivo, su capa de grasa, sólo la destruye o desintegran sustancias como el alcohol a más de setenta grados Gay Lussac, el cloro y el jabón.

Devoradores afanes de ominosa y grotesca destrucción; se fue de control, ahora, inmersos en la lamentable fatalidad del tormento de la incertidumbre del contagio y de la muerte, los deseos son pronto concluya este episodio en la vida humana, esperanzados en la creación de una vacuna contra ello; como siempre lo relativamente sencillo se quiere, cuando las personas, sobre todo los gobiernos debieran ser responsables, conscientes, ordenar y ordenarse de forma estricta y eficiente el uso del cubre boca, lentes o careta, no aglomeraciones, lavado de manos frecuente, desinfección de empaques, con ello se nos ha dicho, se ha insistido y, se ha demostrado, estaría mitigado y más controlado el evento, pero no ha sido así, se quiere la vacuna para continuar con las conductas irregulares de la condición humana, usurpando temerariamente el derecho a preservar la vida toda del “punto azul”, que Carl Sagan, el astrobiólogo, astrofísico, cosmólogo, astrónomo, profesor asociado de la Universidad de Harvard, profesor principal de la Universidad de Cornell, Director del Centro de Estudios Planetarios, visualizó en aquella legendaria fotografía.

Concluye así el tiempo del hombre, un 2020 saturado de contradicciones, el 2021, será prácticamente igual, con una población extenuada, en condiciones de formas oscuras prodigiosas.

Sintácticas

De Helena, en Fausto, de Goethe:

¡Hay de mí! ¿Qué hado fatal me persigue para seducir así en todas partes el corazón de los hombres, hasta el punto de no respetarse ellos mismos?

De Rosa Montero, en El País:

Resulta extraordinario comprobar cuánto va cambiando nuestra mirada con el tiempo.

Con los años fui comprendiendo que esa brasa moral que arde en tu pecho es la única linterna fiable para moverse por las oscuridades de la vida.

De Cama León:

Los partidos políticos son instrumentos para alcanzar objetivos.

De Jorge Luis Borges, en sus Obras Completas, en Emecé Editores:

Carl Sandburg, el poeta de Norteamérica, y sin duda el más norteamericano, nació en Galesburg, estado de Illinois, el 6 de enero de 1878.Su padre era un herrero sueco, August Jonsson, empleado en los talleres de ferrocarril en Chicago. Como los Jonsson, Johnson, Jensen, Johnstone, Jason, Janssen y Jansen abundaban en el taller, su padre se mudó a otro apellido más inequívoco y optó por el de Sandburg.

Eden Phillpotts ha dicho: “Según los indiscretos catálogos del Museo Británico, soy autor de ciento cuarenta y nueve libros. Estoy arrepentido, resignado y maravillado”…

Albinoni. Complete Oboe Concertos. Op. 7 & 9: