Prefacio.
Durante el tercer trimestre del presente año (es decir julio, agosto y septiembre), el poder adquisitivo real de los trabajadores en México cayó 6.7% en relación con el mismo lapso del 2019. *** Esto reflejó una baja importante en el nivel de salarios en el país y, como consecuencia, un incremento en la proporción de trabajadores cuyas percepciones no son suficientes para cubrir la canasta básica. *** Es lo que se conoce como “pobreza laboral”, que indica que el salario de un trabajador está por debajo de la línea de la pobreza, y esto se ha incrementado en 28 de 32 de estados. *** Adicionalmente hay 12 entidades en las que más del 45% de trabajadores (o sea, casi la mitad) se ubica en situación de pobreza laboral, de acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social). *** El poder adquisitivo del salario promedio en México cayó de mil 795 a mil 675 pesos mensuales. Este nivel, además, es el más bajo registrado desde el cuarto trimestre del 2017, cuando la media fue de mil 669 pesos. *** Es evidente que la pandemia por Covid-19 ha impactado los salarios y otras remuneraciones de los trabajadores; tan sólo entre el primero y el tercer trimestre del año los ingresos laborales cayeron 12.3%, revirtiendo la tendencia al alza que habían seguido durante los años previos. *** Lo grave es que Veracruz se ubica –junto con Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco y Tlaxcala- entre las entidades que registraron niveles de pobreza laboral superiores a 45% del total de fuerza laboral. *** Es decir, casi la mitad de los que tienen un empleo, reciben ingresos inferiores al costo de la canasta básica. *** Pero dicen que “vamos muy bien”.
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Con miras a las elecciones del 2021, PRI, PAN y PRD están convencidos de que la única vía para desplazar a Morena es trabajando unidos, en una amplia alianza opositora.
Se topan, sin embargo, con profundas diferencias entre los actores políticos que deben construir esa atípica mescolanza, que busca hacer confluir tres fuerzas electorales que en su momento se asumieron, cada una de ellas, en posiciones políticas totalmente distintas: El PAN en la derecha, el PRI en el centro y el PRD en la izquierda.
Con una buena dosis de pragmatismo político, los dirigentes de esos tres partidos sacan del debate sus documentos básicos o sus postulados partidistas y llevan a la mesa un solo tema: la búsqueda de fórmulas que les permitan derrotar a ese fenómeno ciudadano en el que se convirtió Morena.
Y es válido en el terreno de la democracia. Ya dependerá del ciudadano, al momento de definir su voto, si le resulta suficiente argumento el afán de estos tres partidos por derrocar a los que hoy nos gobiernan.
La apuesta de la oposición está respaldada, precisamente, en el desgaste natural que tienen las fuerzas políticas en el ejercicio de gobierno. Esa oposición ha dedicado gran parte de su estrategia a exhibir –y a veces exagerar- las naturales pifias de un partido político que llega por primera vez al poder.
Le apuestan también a la desmemoria y le sugieren al electorado que considere la “experiencia en el servicio público” que poseen y que dejen a un lado las muestras vivientes de la galopante corrupción que se permitió –y hasta se fomentó- durante los gobiernos emanados de sus siglas.
Lo que quizá no han considerado estos tres partidos políticos, es que Morena tal vez no sepa mucho de gobierno, pero de lo que sí sabe es de elecciones (las tres campañas presidenciales de López Obrador, por ejemplo) y sus operadores no están cruzados de brazos.
Pongamos el ejemplo de Veracruz. La historia la hemos escuchado los últimos dos años: “Morena está dividido, los grupos al interior de ese partido están tan confrontados, que serán ellos mismos los que se pongan obstáculos en el 2021”.
Hoy lo que estamos viendo es que el partido en el poder tiene operadores que ven más allá de las diferencias de opinión o los intereses de grupo.
Manuel Huerta dirigió al partido en su etapa de construcción, desde esa posición construyó buena parte de la plataforma que trabajó para Andrés Manuel Lóopez Obrador, y hasta para Cuitláhuac García.
Desde su posición de “super-delegado”, Manuel Huerta está construyendo la red que habrá de funcionar, en lo electoral, el próximo año. ¿Su responsabilidad? Elegir las mejores propuestas para que compitan por las diputaciones federales. La prioridad del Presidente es mantener una amplia mayoría en San Lázaro.
Las elecciones locales, mientras tanto, serán responsabilidad de otro actor político que le rinde cuentas al Presidente: el gobernador Cuitláhuac García.
De ahí que, sin importar quién llegara a la dirigencia nacional de Morena, la instrucción era muy clara: tender los puentes con el gobernador de Veracruz para la definición de eventuales alianzas locales con el Partido del Trabajo y el Partido Verde, y el diseño de las 212 planillas municipales, las 30 candidaturas de mayoría relativa al Congreso local, y las listas de candidatos de representación proporcional.
Todo eso lo tiene que hacer el gobernador mientras se ocupa de gobernar a más de ocho millones de veracruzanos, con severos rezagos en su economía, en seguridad, en educación y en salud.
Es por ello que la operación electoral se la ha encargado a dos de sus más leales escuderos: Juan Javier Gómez Cazarín y Esteban Ramírez Zepeta.
Los acuerdos para convertir a estos dos personajes en los interlocutores del gobierno estatal ya se concretaron.
Morena trabaja a todo vapor para consolidar el próximo año su supremacía electoral. La alianza opositoras no tendrá enfrente a un “flan”.
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Epílogo.
Conforme se acerca el proceso electoral, la violencia vinculada a la política se acentúa. Este lunes el exalcalde de Tehuipango y diputado local suplente por Zongolica, Domingo Panzo Tecpile, fue asesinado a balazos. Minutos después de las 6 de la mañana al menos un par de sujetos llegaron hasta su negocio de venta de ropa y le hicieron cinco disparos que impactaron en el cuerpo y la cabeza. *** Aún con vida, Domingo Pazlo (quien era considerado una carta fuerte de la alianza opositora para el Congreso local) fue trasladado al Hospital Integral de Tlaquilpa, en donde lo estabilizaron y cuando lo llevaban a Orizaba, falleció. *** La Secretaría de Salud informó este lunes que ya son 114 mil 298 las personas fallecidas por el nuevo coronavirus en México. Además, los casos confirmados ascendieron a un millón 255 mil 974. *** José Luis Alomía, director de Epidemiología, informó que los casos sospechosos con posibilidad de resultado positivo de Covid-19 aumentaron a 36 mil 860. La hipertensión, la obesidad y la diabetes son, respectivamente, los primeros tres padecimientos asociados a los decesos por coronavirus. ¡Cuidémonos!