La falta de una política pública eficaz para la lucha contra el VIH-SIDA en Veracruz y de manera general en México durante la pandemia por el covid-19 generará un incremento en los casos, así como en la mortalidad de quienes no han sido visibilizados y mucho menos atendidos de manera adecuada durante la emergencia sanitaria.

La coordinadora del Grupo Multisectorial VIH-SIDA, Patricia Ponce, señaló que parte del problema es que durante este año no se han realizado las pruebas de detección y que por ello las cifras no son consecuentes con el fenómeno, pues mientras en 2019 se tenían registrado mil 900 casos antes de terminar el año, durante este 2020 la cifra es menor a mil.

“Es sorprendente que antes de terminar el 2019 teníamos casi mil 900 casos nuevos y ahorita llevamos 800, qué quiere decir, que no se está haciendo detección oportuna; es decir que no se están haciendo pruebas, tenemos menos de la mitad detectadas (…) eso va a impactar de una manera brutal en la epidemia del VIH de Veracruz cuando menos en tres o cuatro niveles como el aumento en los casos de VIH-SIDA sin control, la transmisión, en la calidad de vida y en la mortalidad, además del nacimiento de niños con VIH y en el desapego al medicamento”, señaló.

En el marco del Día Internacional de la lucha contra el VIH-SIDA, precisó que con la pandemia del covid-19 desde marzo los más de 9 mil pacientes que se atienden en el sector salud no tienen un seguimiento adecuado, no hay pruebas de laboratorio ni mucho menos un seguimiento para determinar si su tratamiento es el adecuado.

“No hay un diseño de política pública en materia de salud específica para dar respuesta al VIH, para dar respuesta los derechos humanos de las personas que se atienden en los CAPASITS. Vamos corriendo detrás de la epidemia, atrás de la atención, siempre atrás de los derechos humanos, esto refleja una falta de posicionamiento gubernamental, no he escuchado en los 20 años que tengo trabajando en el grupo Multisectorial un posicionamiento por parte de ningún Gobernador, de ningún secretario. La situación de la epidemia del VIH en el estado de Veracruz es paupérrima”.

La especialista aseguró qué hay focos rojos en el estado que se vienen arrastrando desde hace años en términos de la prevención, la atención con calidad y calidez, y el respeto a los derechos humanos y que ello genera que Veracruz sea cuarto lugar nacional en cuanto a casos confirmados, hasta ahora 29 mil 768 casos de VIH de 1983 a la fecha.

“Seguimos estando en los primeros lugares en términos de nuevos casos de SIDA y VIH, en mortalidad femenina en caso de VIH, en mujeres embarazadas con VIH. Seguimos siendo el estado que más mujeres con VIH aporta al contexto nacional; seguimos conservando el primer lugar en este binomio de VIH-tuberculosis y seguimos siendo el estado donde más mujeres se mueren a pesar de estar en tratamiento”.

Lamentó que lo que actualmente ocurre es el resultado de una falta liderazgo del sector gubernamental porque dijo que si bien hay liderazgos en grupos de personas organizadas con VIH, y en grupos de la sociedad civil, no es suficiente y tampoco en el Congreso de Veracruz hay una respuesta adecuada ante la pandemia.

“Nosotros no podemos cubrir las obligaciones que tienen el Estado para con la salud y la vida. En el Congreso de Veracruz no hay una preocupación efectiva por la epidemia, por los derechos humanos, al contrario cada vez que pueden intentan criminalizar, recortan o no etiquetan los presupuestos destinados al Programa Estataldde VIH de la Secretaría de Salud”.

Patricia Ponce advirtió que en este contexto la situación del covid-19 agudiza la problemática ya que las acciones implementadas como permitir que las personas acudan a los CAPASITS cada tres meses en lugar de cada mes, no son suficientes para atender las vulnerabilidades y características de la población que vive con VIH-SIDA.

“Las personas con VIH no tienen atención integral, no tienen citas mensuales y por tanto no hay seguimiento, desde que inició la pandemia no hay estudios laboratoriales que se les tienen que hacer cada tres o cada seis meses para saber cuál es su estado serológico y saber si el esquema de medicamentos le está funcionando o solicitar un cambio. No se pensó en acercar los medicamentos a las zonas, por ejemplo entregarlos a las jurisdicciones sanitarias para que la gente no tenga que viajar 13 horas como sucede ahorita (…) Si una persona con VIH marcara un cuadro de SIDA, tuviera una neumonía, pulmonía o necesitara una cirugía no hay una atención hospitalaria porque ellos se atienden en donde hoy son los hospitales covid”.

Santiago, 23 de junio, 2018
Despliegue de aplicación de test rápidos de VIH en Plaza Baquedano, en el marco de una actividad coordinada por el Movilh con el respaldo técnico del Minsal.
Javier Torres/Aton Chile

Otro es el caso de las mujeres embarazadas con VIH que han tenido que parir en sus hogares porque los hospitales que antes las atendían ahora son o sitúales decía dos a la atención del covid-19.

“¿Dónde están yendo a parir? En sus casas, no tienen recursos para decir que como el Hospital Regional de Veracruz es un hospital covid entonces se van a dónde, no se pensó en esta vulnerabilidad”.

A ello se suma que parte de los recursos de lo que era el Fondo Catastrófico se desviaron para la atención del covid y que a estas alturas no se sabe cuántos recursos fueron destinados durante este año al Programa Estatal de VIH a través de la Secretaría de Salud.

“La situación es insostenible, es muy complicada y tenemos todavía un largo trecho que recorrer porque podemos llegar así hasta marzo (…) Desde hace dos años los diputados que los diputados no ponen el candado para que sea usado específicamente para ello y los entregan de manera general a la Secretaría de Salud, entonces no hay datos ni cifras sobre ello”.

Patricia Ponce consideró que 2021 será un año ”grave” para enfrentar la pandemia porque además hay una disminución de recursos tanto en la federación como en el caso de los gobiernos estatales.

AVC/Perla Sandoval

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