Cuando estamos a un par de meses del arranque del proceso local electoral para alcaldes y diputados, todo apunta a que los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática establecerán una coalición que podría provocar mucho más que un dolor de cabeza a Morena y sus candidatos.
Actualmente, PRI, PAN y PRD son gobierno en la mayoría de los ayuntamientos veracruzanos; en el proceso de 2017, la alianza PAN-PRD obtuvo la victoria en 107 de los 212 municipios; en PRI, en alianza con el partido Verde, logró 40; y sólo, sin alianza, 3 más.
De hecho, Morena es gobierno en 17 municipios de la entidad, aunque entre ellos se encuentran 4 de los más poblados: Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica.
El problema para el movimiento que encabeza formalmente Mario Delgado en el ámbito nacional es que tanto en la capital del Estado como en Poza Rica y Coatzacoalcos, tiene gobiernos sumamente desgastados, lo que se convierte en un enorme riesgo de cara a las elecciones del año próximo.
En Xalapa, el principal aliado de la oposición es el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, cuyo trabajo ha sido sumamente gris, deficiente; y algo parecido ocurre en Coatzacoalcos, con Víctor Carranza Rosaldo; y en Poza Rica, con Javier Velázquez Vallejo.
Ese desgaste, sumado a una alianza como la que protagonizarían PAN, PRI y PRD, podría poner en aprietos a los candidatos de Morena, que no contarán ahora con el impulso y la ventaja que significó en las elecciones de 2017 y 2018 la postulación de López Obrador, un fenómeno político electoral que aplastó cualquier posibilidad de sus adversarios.
Quienes conocen los entretelones del PRI y han caminado en los pasillos de los comités nacional y estatal apuntan que la alianza en el proceso local de Veracruz en prácticamente un hecho y que sólo faltan detalles; es decir, definir en qué municipios y en qué distritos postularán candidatos cada uno de los partidos.
Se sabe de antemano, por ejemplo, que en esa coalición el PAN llevaría mano en la selección de candidatos en lugares como Pánuco, Tantoyuca, Martínez de la Torre, Veracruz, Boca del Río y Córdoba; que el PRI tendría la batuta en Perote, Cosoleaaque, Chicontepec, Huatusco y Orizaba; y que el PRD postularía abanderado en Zongolica, San Rafael y Ángel R. Cabada.
Sin embargo, la definición de candidaturas se anticipa como un proceso desgastante, porque incluirá no sólo a los aspirantes a las alcaldías, sino a las sindicaturas, regidurías y diputaciones.
Si se concreta, la alianza PAN-PRI-PRD iniciará con el reto de que todos los grupos internos de esos partidos en cada municipio veracruzano presenten un frente común contra Morena; de no hacerlo así, el experimento que representa esa coalición se convertirá en un fracaso.
Por otro lado, el problema para la alianza que encabeza Morena es que contrario a lo que ocurre con la suma de PAN y PRI, tanto el Partido Verde como el PT simplemente aportan muy poco, casi nada en términos electorales.
Lo evidente es que las elecciones locales de 2021 serán una lucha de dos: quienes apoyan al gobierno de la llamada 4T y los que están en contra. En cuanto al Movimiento Ciudadano y a los partidos de reciente creación, la lucha será por conservar el registro y ganar unas cuantas posiciones.
@luisromero85