El mensaje tomó por sorpresa a varios. Ayer, durante la instalación del Consejo Local del INE en el estado, el presidente del novel partido político “Todos por Veracruz” Jesús Vázquez González se fue al origen de los problemas que enfrenta Veracruz: son los partidos políticos quienes han abierto la puerta a la corrupción y la delincuencia. Todos lo sabían pero nadie se había atrevido a decirlo.

Fue un disparo de precisión. Aunque no lo dijo de esa manera, la violencia y creciente corrupción que ha vivido Veracruz tuvo su origen en que los partidos políticos abrieron la puerta a oscuros personajes, que una vez empoderados, hicieron del estado y sus municipios territorios sin ley. Hoy todos, incluso ellos mismos, estamos pagando las consecuencias.

La intervención del dirigente de TxVer no tiene desperdicio. En su parte central, hizo un llamado a los otros dirigentes de los partidos políticos –la mayoría presentes en la sesión- para no abrir la puerta “a perfiles con antecedentes que agravian y ponen en riesgo a los veracruzanos.”

Recupero las partes sustanciales: “Veracruz no merece más corrupción y más violencia. Veracruz es mucho más grande, mucho más importante, que una elección o que un triunfo electoral. No podemos darle la espalda al futuro de nuestras familias y de nuestro estado.”

Y evocó el pasado reciente. “No podemos postular candidatos hoy para desconocerlos mañana como autoridades, cuando representen los intereses más oscuros que atentan contra la paz y la seguridad de los veracruzanos. No hay deslinde que repare el daño que podemos causar a la sociedad.”

“No podemos impulsar candidaturas para ganar votos a cualquier precio. Ya lo hemos visto en el pasado: el éxito electoral es efímero frente a las graves consecuencias en el largo plazo que generan gobiernos y autoridades que dan la espalda a los veracruzanos para aliarse con la corrupción y la delincuencia.” Tal vez faltó decir que tampoco se pueden invertir millones de pesos en candidaturas que una vez en el gobierno buscarán recuperar con creces su inversión. Ese es el precio.

También dijo: “No podemos combatir la corrupción y la delincuencia cuando somos nosotros mismos quienes auspiciamos a estos personajes y les otorgamos las herramientas legales de acceso al poder, y con ello, la legitimación de una autoridad inmoral que no respetará la ley como no la ha respetado en el pasado.”

Vázquez González aprovechó la tribuna no para refugiarse en los lugares comunes de los valores de la democracia o en el discurso reiterado del escenario idílico que se ofrece con obstinación durante la campaña electoral y que se olvida durante el gobierno. El mensaje fue tan crudo como cierto.

“No podemos excusar desconocer los perfiles y antecedentes de quienes serán nuestros candidatos cuando son los propios ciudadanos quienes nos advierten de los riesgos que corren. No podemos apostar a los enemigos de la sociedad para ganar votos. Por esta razón, hoy quiero hacer un llamado muy importante a todos los dirigentes de los partidos políticos en Veracruz: es el momento de cerrar el paso a la delincuencia y a la corrupción.”

En efecto, en las últimas elecciones los partidos políticos han apostado por la rentabilidad electoral –no importa si el método es lícito- y no por los perfiles de los candidatos; no han tenido dudas al elegir entre un personaje impresentable que les garantiza el triunfo ganado a sangre y fuego y aquél que sólo compite con su prestigio y honorabilidad pero con escasas posibilidades del triunfo. Siempre gana el primero.

Esa es la razón por las que muchas autoridades municipales y sus policías, o personajes de más altos vuelos, se extravían en la legalidad y pactan con quienes se han vuelto verdugos de los veracruzanos. Eso es lo que está pasando en muchos municipios del sur del estado, donde se señala la intervención de autoridades municipales en los recientes actos de violencia.

En la parte política, Jesús Vázquez también dijo: “Venimos a servir a los veracruzanos, no a servirnos de ellos. Queremos construir gobiernos democráticos, pero no a costa de la destrucción de las instituciones. Vamos a hacer que los veracruzanos no desconfíen del gobierno sino que formen parte de él.”

A los presidentes de los partidos políticos les dijo que “no somos enemigos, ni siquiera adversarios. Aspiramos a representar a los veracruzanos, no a pervertir y ensuciar la competencia electoral. En Todos por Veracruz es nuestro propósito construir en la democracia y no dividir en la política.”

Al menos con un discurso claro y directo, empiezan a marcar diferencia.

Las del estribo…

1. Ayer los Estados Unidos vivieron la jornada electoral más copiosa en un siglo, con una participación cercana al 80%; en realidad no fue una elección convencional si no más bien un plebiscito sobre el gobierno del Presidente Trump: los que estaban a favor o en su contra. El interés que generó en la audiencia tenochca fue porque podríamos repetir este fenómeno la próxima primavera. ¿El resultado será el mismo?

2. Si las observaciones que hizo la Auditoría Superior de la Federación (ASF) son graves o no, eso se sabrá una vez que sean solventadas. En todo caso, es el resultado de la curva de aprendizaje. No deja de preocupar que estemos sólo atrás de la CDMX y que se hayan devueltos recursos para cosas tan indispensables como los desayunos escolares o las medicinas, algo de lo que no habló ayer el Gobernador.