El Chon Koneri anda recogiendo sus pasos en Nanciyaga
–Chopenjawer
La semana pasada causó mucho revuelo la noticia de que Miguel Ángel Yunes Márquez, el candidato perdedor en las pasadas elecciones a la gubernatura, regresaría por sus fueros e intentaría ir por la candidatura a la presidencia municipal de la ciudad de Veracruz, donde actualmente gobierna su hermano más chiquito, Fernando.
Sin duda, los Yunes todavía tienen capital político que explotar y no dudarán en hacerlo. Si no logran retener sus bastiones de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, corren el riesgo de que ahora sí se dediquen a vivir de sus rentas, trabajar como la gente decente y olvidarse de «servir al pueblo» viviendo del presupuesto.
Es decir, ya no tendrían, en teoría, poder político.
Dicen en el puerto que la algarabía que se hizo al «destape» de «Miguel Chiquito», en realidad es porque varios funcionarios del ayuntamiento de Veracruz están renunciando y se están yendo a apoyar a Bingen Rementería, (que no va mal y trae una buena campaña, por cierto) diputado local del PAN y aspirante también a la presidencia municipal; entonces, para que no decaiga el ánimo entre los neo-yunistas y amiguis del junior, decidieron lanzar la campaña de que «El Chiquito» sigue vivo y viene con todo.
O sea, algo así como con El Cid Campeador: saquen al cadáver (político) para que las tropas se animen y en una de esas derrotan a sus enemigos, como más o menos dice el poema español.
Lo interesante es lo que también se comenta por allá: que «Miguel Chiquito» no tendría oportunidad ni siquiera de ser candidato para la alcaldía de Veracruz por el simple hecho de que hace apenas pocos años votó en Boca del Río; es decir, no tiene la residencia mínima de tres años que requiere la ley.
Otro punto es que el partido en el que milita e hizo su carrera política, Acción Nacional, acaba de pintarle mocos a los Yunes en el Comité Estatal, al no darles ninguna cartera. Literalmente fueron sacados del partido, el cual recuperaron los panistas identificados como tradicionales y del grupo del senador Julen Rementería.
Lo anterior, se sabe, es porque los Yunes rompieron acuerdos con ese grupo al no ganar las elecciones del 2018, donde Cuitláhuac/Morena fue electo gobernador de Veracruz.
De hecho, hay que recordar que el primer gran golpe que recibieron los yunistas fue cuando no pudieron imponer a Pepe Mancha como dirigente estatal del blanquiazul.
En el caso hipotético de que «Miguel Chiquito» librara lo de la residencia en la ciudad de Veracruz, lo siguiente que se preguntaría uno es por cuál partido iría, pues todo parece indicar que Bingen Rementería va a ser el abanderado del PAN; y si no fuese así, difícilmente el grupo de los Rementería le entregaría a los Yunes el capital ganado con mucho esfuerzo y harto varo en los meses recientes.
¿Será entonces que veamos a «Miguel Chiquito» como abanderado del PRI y del PRD?
En el puerto se rumora desde hace rato que Rogelio Franco Castán, exsecretario de Gobierno con el gobernador Yunes Linares, y el diputado federal Carlos Valenzuela (también del grupo neoyunista) estarían operando una estructura alterna para usar al PRD y a Movimiento Ciudadano para impulsar candidaturas –entre ellas las del «Chiquito»– que no obtendrían en el PAN donde ya no los quieren.
Se comenta que otro partido que también los apoyaría con todo es el PRI, donde el patriarca y jefe del clan, Miguel Ángel Yunes Linares, inició y forjó su carrera política.
O sea, algo así como el hijo desobediente que regresa a casa, ya reivindicado, perdonado, con tal de que no se pierdan los bastiones donde han cimentado su tóxico y nefasto poder.
No por nada desde hace rato también se menciona que en Boca del Río otro aspirante a la alcaldía cercano a los Yunes jugaría bajo las siglas del tricolor que tanto denostaron e hicieron calabaza: se trata de Juan Manuel De Unanue Abascal, diputado local por el distrito de Boca del Río.
¿Te cae? ¿Los Yunes y anexas regresarán al PRI y de paso serán abanderados del PRD? Abrón. Hasta parece relación incestuosa eso. Chiaaaleee…
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Mañana serán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde los gabachos decidirán si repite Donald Trump por cuatro años más en la Casa Blanca o si votan por Joe Biden, el vicepresidente durante el mandato de Barack Obama. A lo mejor la lógica tipo Legarreta nos llevaría a pensar que las elecciones de Estados Unidos no nos afectan porque no somos gringos, pero la realidad es que sí tiene que ver mucho lo que pasa allá, porque repercute acá. Por ejemplo, quizá Andrés Manuel López Obrador, cuando ganó la presidencia, no tenía contemplado lo peligrosamente impredecible que era el presidente Trump y que finalmente obligaría a México a pagar el muro que tanto prometió el magnate en campaña; y no con dinero, sino usando a las fuerzas armadas mexicanas, a la Guardia Nacional y demás corporaciones para contener la migración de centroamericanos y que no pasen al otro lado, lo que Trump ha capitalizado entre sus seguidores y fanáticos. Quizá AMLO tenía otros planes y nunca tuvo contemplado que Donald Trump, pendenciero, le estaría dictando la política migratoria del país a base de presiones y amenazas que, aparentemente, estarían fuera de lugar. Y decimos aparentemente, porque muy loquito Trump y toda la cosa, pero finalmente obligó a que México pusiera atención en la porosa frontera sur por donde pasa de todo sin control (mercancía, droga y gente). «Haiga sido como haiga sido», Trump ha marcado la pauta en México. Mandó al carajo el Tratado de Libre Comercio e hizo el propio suyo bautizado como T-MEC… ¿Tendrá AMLO y su gente el escenario preparado para lo que sería un triunfo de Donald Trump? Ya se verá.
OTRA NOTA: Comentan en los pasillos políticos una hipótesis nada descabellada: que AMLO habría ordenado a Morena no meterse mucho en los bastiones de Coahuila e Hidalgo en el contexto de que trata de impedir la alianza PAN-PRI-PRD. Que habría llegado a ese acuerdo con «Alito», el dirigente nacional tricolor: «no me meto en Coahuila e Hidalgo, les dejo que se lleven carro completo, pero no se alíen con el PAN»… Sí, parece muy jalado, pero al menos los gobernadores de Edomex y Oaxaca (los otros bastiones priistas) no la han hecho de tos con el rollo federalista. A ver qué tan cierto es esto.
LA ÚLTIMA PORQUE VOA CENÁ, PADRE: Y hablando de Oaxaca, xapapá, el gober Murat habló sobre el tema de la Alianza Federalista: «Hoy son tiempos de unidad, respeto por supuesto todas las expresiones políticas de compañeros y compañeras gobernadores, pero nosotros estamos hoy poniendo como ejemplo a Oaxaca, en unidad y en coordinación damos resultados a la población». Lo publicó el diario El Universal.
@pablojair