En el pasado mes de mayo, el Presidente López Obrador arrió banderas y decidió abortar el proyecto de la Guardia Nacional y renunciar a su estrategia para devolver la seguridad pública y pacificar al país. La renuncia de Alfonso Durazo y el nombramiento de Rosa Icela Rodríguez como nueva Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana sólo lo confirmaron. La nueva funcionaria jamás ha desempeñado un cargo como responsable de seguridad.
El 21 de mayo, el Presidente emitió un decreto en el que se estableció que «durante los cinco años siguientes a su entrada en vigor, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria». Con ello, las fuerzas armadas no volverán más a los cuarteles y se quedarán en las calles hasta marzo de 2024, en la víspera de la conclusión del sexenio.
Con la seguridad pública en manos del Ejército –lo que tanto criticó el Presidente durante años-, la función de la Secretaría de Seguridad Pública y Seguridad Ciudadana se redujo a un segundo plano. La fallida estrategia de seguridad provocó que en 2019 hayamos vivido el año más violento en la historia del país, lo que volverá a ocurrir en el presente año a pesar de las medidas de aislamiento por la pandemia.
A pesar de las 66 mil muertes cometidas durante la presente administración en las alforjas, Alfonso Durazo de fue a buscar la candidatura al gobierno de Sonora. No lo acompañan sus méritos y sus resultados, sino la lealtad inquebrantable al Presidente. Tan sólo en los primeros 10 meses del año ya se cuentan 28 mil 590 homicidios, lo que en cualquier país del mundo le hubiera costado la cabeza, no la promoción.
En su lugar, bajo el mismo criterio –la lealtad absoluta aún sin contar con el mejor perfil-, el presidente López Obrador decidió otorgar la responsabilidad a Rosa Icela Rodríguez, una funcionaria que lo ha acompañado por más de dos décadas, desde el gobierno de la ciudad de México. Por su cercanía y confianza al Presidente, actualmente ocupaba la Dirección de Puertos y Marina Mercante de la SCT.
No se trata de realizar juicios a priori. Sus resultados hablarán por ella como hoy hablan por Alfonso Durazo. Rosa Icela Rodríguez será la primera mujer que ocupe ese cargo en la historia del país, sin embargo, en su larga trayectoria no hay un solo cargo donde haya tenido responsabilidad en materia de seguridad y tampoco que haya tenido que salir de la ciudad de México. No es difícil imaginar lo que el país tendrá que enfrentar en materia de seguridad en los próximos meses.
Hoy afectada por el contagio de Covid19, la funcionaria no ha sido designada formalmente por el Presidente, a la espera de la evolución de su salud. Como extrañamente reconoció el mandatario, ella no sabía que sería invitada a formar parte del gabinete de seguridad. Su ‘destape’ se dio contra todos los pronósticos, pues políticos y analistas veían en ese cargo a un militar, luego de que López Obrador ha entregado la mitad de su gobierno al Ejército.
El Presidente confirmó una vez más que para él cuentan más la lealtad y la honestidad que la preparación. Rodríguez es periodista de formación, egresada de la Escuela Carlos Septién, y aunque tiene estudios en seguridad pública, seguridad nacional y gobernabilidad, nunca ha estado a cargo de áreas operativas. Después de 20 años de navegar en la política de la Ciudad de México, la funcionaria brincó al gobierno federal.
En la administración como Jefe de Gobierno de López Obrador, Rosa Icela Rodríguez se desempeñó como Directora General de Concertación Política y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobierno, cargo con el cual participaba en el gabinete de seguridad. Ahí trabajó de cerca con Marcelo Ebrard Casaubón, quien fue secretario de Seguridad Pública en dos años del mandato de López Obrador.
Cuando Ebrard –hoy secretario de Relaciones Exteriores- llegó a la Jefatura de Gobierno en 2006, nombró a Rosa Icela Rodríguez como coordinadora del Gabinete de Gobierno y Seguridad Pública –que no Secretaria ni Jefa de la Policía-, cargo que ocupó hasta el 2009, cuando la manda al Instituto para la Atención de los Adultos Mayores, donde permaneció hasta el final del sexenio. ¿En qué falló para que Ebrard la haya condenado al ostracismo? Hoy será su compañera de gabinete.
Es difícil imaginar a las fuerzas armadas, empoderadas por un decreto presidencial, a las órdenes de una funcionara civil que no conoce el territorio nacional y el fenómeno criminal en vastas regiones del país.
Ojalá y Rosa Icela Rodríguez sea mucho más de lo que dicen su currículo y su experiencia; ojalá y pase a la historia no sólo por ser la primera mujer que ocupó el cargo, sino que contribuyó a la pacificación del país. ¡Ojalá!
Las del estribo…
1. Pues resulta que el gobierno de Cuitláhuac García no era tan honrado ni tan eficiente. Según el Informe de Resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, Veracruz tendría irregularidades por 2 mil 413 millones. Es el segundo más alto a nivel nacional. Eso sin contar los millones de pesos que tuvieron que devolver porque no supieron cómo gastarlo en desayunos escolares, infraestructura y hasta en salud.
2. Para conmemorar el Día de Muertos, este 31 de octubre nuestro país fue el tercero con más decesos ese día en todo el mundo con 464, apenas cuatro menos que la India que fue el segundo. La nueva ola de contagios en Europa ya llegó a México en medio del silencio oficial y la actitud irresponsable de millones de personas.