Tras la detención, primero, del ex secretario de Seguridad Pública federal Genaro García Luna en Dallas, Texas, y luego con la sorpresiva captura también en Estados Unidos del general Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, el comentario generalizado fue, obviamente, que cómo era posible que durante 12 años la seguridad de millones de mexicanos hubiera estado en manos de estos poderosos ex colaboradores de los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En 2018, cuando todavía no se sabía de las investigaciones abiertas contra ambos ex secretarios de Estado, la inseguridad fue precisamente uno de los factores principales que motivó a más de 30 millones de electores a votar por un drástico cambio de régimen, apostándole al candidato presidencial de Morena tras la corrupción y el fracaso en el combate a la delincuencia organizada que marcaron a las administraciones del PRI y PAN.
Sin embargo, a punto de cumplir casi dos años de haber asumido el poder, el presidente Andrés Manuel López Obrador tampoco ha logrado reducir los índices criminales. No obstante, Alfonso Durazo Montaño está por dejar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), pero no por incapaz sino para irse a competir por la gubernatura de su natal Sonora. O sea, Morena le premiará su ineptitud.
¿Cómo le irá en la elección del año entrante a Durazo, quien a manera de despedida le concedió una entrevista exclusiva al diario La Jornada, al que le declaró que ninguna zona del país, como sí ocurrió en el pasado, está dominada por el crimen organizado, afirmando además –casualmente a un año del llamado “Culiacanazo”, cuando el Ejército fue humillado, obligándolo a liberar a un hijo de “El Chapo” Guzmán detenido en la capital sinaloense– que no hay organización delictiva que tenga capacidad para retar al Estado, y sosteniendo que “nuestra estrategia no ha fallado”, al defender la política que en materia de seguridad pública aplica la presente administración?.
“Históricamente había zonas administradas y hasta gobernadas por el crimen organizado. Eso se acabó. Eso ya no sucede ni en el Triángulo Dorado –zona que se localiza en los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua y que controló Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán– ni en la Tierra Caliente de Michoacán ni en Miguel Alemán, Tamaulipas. Esto no significa que no haya presencia de criminales, sólo que ya no dominan en esos lugares”, resaltó Durazo, no obstante que en la reciente gira del presidente López Obrador por Sonora y Tamaulipas se montaron sendos operativos de seguridad y hasta fue obligado el mandatario a colocarse un chaleco 3-A antibalas nivel IV de placas de cerámica que portaba bajo su camisa, y que para ocultarlo tuvo que portar un abrigo negro, de cuello levantado, lo que sorprendió a los presentes ya que la temperatura ambiental en Nuevo Laredo ¡era de 35 grados centígrados!.
Este miércoles 28, Durazo debía comparecer ante el Senado de la República. Sin embargo, ayer la Junta de Coordinación Política que preside Ricardo Monreal informó al presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Ramírez Aguilar, que la comparecencia del sonorense “será pospuesta, toda vez que este titular ha presentado su renuncia al cargo para atender otros asuntos.”
¿Qué “otros asuntos” electoreros serán más importantes que la seguridad de 127 millones de mexicanos?