Rosario logró identificar por tatuajes y ropa a finales del 2019 a sus dos hijos desaparecidos, Javier y Carlos Hernández Sánchez, juntos ellos, también estaba su nuera, Blanca Rosario Solís. Los tres fueron hallados en la misma fosa en el rancho La Gallera en Tihuatlán, ha pasado casi un año y la Fiscalía General del Estado no ha entregado los cuerpos.
En esa fosa descubierta en 2017 por el Colectivo María Herrera, se hallaron otros tres restos más. Solo uno fue entregado a su familia, el de Enrique Chávez Ortega, un obrero que desapareció en noviembre del 2016 en Tihuatlán y fue identificado por los tatuajes en su brazo.
Los otros, pertenecen a Luis Enrique García y José Luis Juárez García de 18 años. En febrero de este año fueron identificados por tatuajes y ropa por su familia, quienes interpusieron denuncia, se sometieron a pruebas para obtener los perfiles y hacer comparativas que dieron positivo, pero el proceso de entrega final se alentó.
La Fiscalía tiene pendiente de elaborar los dictámenes genéticos y el dictamen colegiado para entregar los cuerpos. Maricel Torres del Colectivo María Herrera informó que tras una reunión con la Fiscalía General, Servicios Periciales se comprometió a entregar los cuerpos en diciembre.
“Tenemos ya un compromiso de parte de la Fiscalía y vamos a confiar en ellos, dicen que antes de diciembre los entregarán”, confía Maricel en entrevista tras la reunión.
María Teresa, hermana de Javier y Carlos, interviene y que lo único que piden es el regreso de los cuerpos para darles cristiana sepultura “ Nosotros no pedimos nada más, queremos hechos no palabras, que cumplan y si no vamos a venirnos a plantar en una huelga, tenemos derecho”.
Recuerda que a sus hermanos los levantaron en septiembre del 2016 y luego por fotografías que el Colectivo María Herrera distribuyó en redes sociales, lograron identificar los tatuajes y la ropa, fue entonces cuando se acercaron e interpusieron la denuncia formal para iniciar el proceso de identificación.
Maricel recuerda que tienen varios meses esperando que la Fiscalía resuelva y entregue los dictámenes y disposición para acelerar los procesos.
Los argumentos que la Fiscalía ha señalado para justificar su lentitud son la saturación de trabajo en servicios periciales y la pandemia del Covid-19.
María Eugenia dice que su hijo José Luis iba a cumplir 18 años cuando desapareció: “Toque puertas, fui a poner la denuncia, no me hicieron caso”., finalmente Identificó la ropa de su hijo a través de fotografías que el Colectivo circuló, y ahora solo espera la entrega de sus restos.
El rancho La Gallera en Tihuatlán fue intervenido por colectivos de desaparecidos en febrero del 2017, quienes hicieron tres búsquedas hallando en total seis cuerpos y un número indeterminado de restos calcinados, que estiman puedan ser más de mil.
AVC/Flavia Morales
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