Gobernado por la ignorancia y el enojo, el diputado local de Morena, José Magdaleno Rosales denunció que en toda la estructura de gobierno del estado, el poder judicial, la 65 Legislatura, así como en los municipios, hijos, hijas, hermanos, hermanas, esposas y esposos de políticos de Morena están incluidos en nómina. Pero el bien de todos, primero la familia presume el cuatroteísmo.

El legislador del distrito de Medellín hizo la denuncia, luego de que se filtró a medios de comunicación que su hijo José Luis Rosales Huesca cobra 15 mil pesos en el Congreso local, donde está dado de alta como asistente. No midió las consecuencias de sus palabras. En efecto, lo que ha sido una práctica común en todas las áreas de gobierno en el pasado, hoy a iniciativa de Morena se ha convertido en un delito.

Luego de convertirse en nota nacional –denunció además el cobro de moches a los propios legisladores morenistas por parte de la oficina de Comunicación Social del Congreso-, Magdaleno prefirió desaparecer del mapa antes que hacer lo que ofreció: dar a conocer de más casos de nepotismo en el Congreso y presentar las denuncias correspondientes. Ya no se presentó a la última sesión de la Permanente donde tendría una intervención.

El 12 de agosto del año pasado, en este mismo espacio publiqué: “Atrapado en la estridencia del escándalo mediático, el gobernador de Veracruz ha justificado el nombramiento de familiares muy cercanos como funcionarios de primer nivel, señalando que no se trata de un acto ilegal, a pesar de la instrucción presidencial de evitar esta práctica.”

“Justificar que el nepotismo no es un delito es tratar de huir por una puerta falsa. La corrupción tampoco lo es y, sin embargo, su combate fue el argumento que llevó a Morena a la Presidencia, y por añadidura, al gobierno de Veracruz. La corrupción y el nepotismo siguen presentes en Veracruz. Pero no hay de qué preocuparse: no son delitos.” Al menos no lo eran hasta esa fecha.

En noviembre de 2018, unos días antes del inicio del gobierno de López Obrador, Morena propuso en la Cámara de Diputados una Ley de Austeridad Republicana, en el que se establecía sancionar a los servidores públicos por nepotismo, es decir, aquellos que, valiéndose de sus atribuciones, contraten a sus familiares cercanos en las arcas del gobierno.”

Un año después, la nueva Ley fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de noviembre de 2019. Y entonces, contrario a lo que justificaba entonces el Gobernador veracruzano y lo que seguramente ignoraba el diputado Magdaleno al momento de su berrinche, es que el nepotismo sí es un delito.

El Artículo 21 fracción V de la Ley de Austeridad Republicana establece que:

“Tienen prohibido utilizar las atribuciones, facultades o influencia que tengan por razón de su empleo, cargo o comisión, para que de manera directa o indirecta designen, nombren o intervengan para que se contrate como personal de confianza, de estructura, de base o por honorarios en el servicio público a personas con las que tenga lazos de parentesco por consanguinidad hasta el cuarto grado, de afinidad hasta el segundo grado, o vínculo de matrimonio o concubinato.”

Bajo este supuesto, estarían incurriendo en nepotismo no sólo los legisladores que han contratado a familiares directos como sus auxiliares dentro del Congreso sino todos aquéllos que han utilizado su cargo para intervenir en la contratación de sus familiares dentro del servicio público y la administración estatal.

Hasta ahora, los medios de comunicación han documentado los casos de Rosalinda Galindo Silva, quien tiene a su cuñado Jorge Ignacio Aguilar, esposo de Esperanza Galindo Silvia (hermana) como asesor y asistente –y la familia entera en el gobierno estatal-; Daisy Juan Antonio, quien tiene a su hija Breideisy Viveros Juan como su asistente. A Ivonne Trujillo Ortíz, cuyo hermano Jonathan Trujillo Ortiz labora como su auxiliar; el diputado Augusto Nahúm Álvarez Pellico, quien emplea a su hermano Hiram Nabor como su asistente, hasta el propio Magdaleno Rosales Torres que tenía a su hijo como chofer. Pero en los términos de la ley, la lista es infinita.

En diciembre de 2018, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez promulgó su propia Ley de Austeridad, sin embargo, a diferencia de la Ley General, la redujo a una serie de medidas administrativas que ya existían en los gobiernos anteriores pero que nunca se respetaron. En la ley estatal, se obvió el capítulo sobre “el comportamiento austero y probo de los servidores públicos”, que es donde precisamente se tipifica el nepotismo. Aquí prefirieron ignorar tal incomodidad.

Magdaleno Rosales destapó la cloaca del nepotismo. Como sentenció el jurisconsulto Felipe Ferra Gómez “El Ferras”: ahora la bebe o la derrama.

Las del estribo…

1. Martes 13. Hoy será un día muy intenso en el Poder Judicial. Hay mucha expectativa sobre si los magistrados presidentes de sala atenderán el llamado del Consejo de la Judicatura y sesionar para llamar a cuentas a la Presidenta Sofía Martínez Huerta. Si no sucede nada, la corrupción y el influyentismo se habrán apoderado del Poder Judicial.

2. Y hablando de investigaciones. Un caso más para la Judicatura es Elvis Viveros, ex jefe de servicios generales con Edel Álvarez, el hombre fuerte que firmaba contratos de obra asignada. Resulta que el buen Elvis es una de las nuevas adquisiciones del Poder Judicial, después de irse cuando junto con su anterior jefe; ahora regresó con el nuevo equipo al mismo puesto. ¡Bingo!