En los círculos políticos de Veracruz se ha manejado con insistencia la posible alianza que establecerían los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática.
Panistas, priistas y perredistas harían un frente común para intentar ganar a Morena en los cincuenta municipios más poblados de Veracruz, particularmente en las cabeceras distritales; sobre todo en lugares como Tuxpan, Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre, Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Cosamaloapan, Coatzacoalcos y Minatitlán, entre otros.
Luego de la conferencia de prensa que encabezaron los dirigentes de esos tres partidos, Joaquín Guzmán Avilés, Marlon Ramírez Marín y Sergio Cadena Martínez, donde el tema principal fue la crítica al Organismo Público Local Electoral, se fortalecieron aún más las versiones que apuntan al establecimiento de dicha coalición.
El asunto no sólo ya fue ventilado de manera pública, sino que ha trascendido que los dirigentes de esos partidos ya habrían adelantado algunas pláticas al respecto.
En el PRD estatal, la apuesta se enfoca a esa alianza, dado que si el partido decide ir por la libre difícilmente tendría alguna posibilidad de ganar algo e incluso de conservar el registro.
El Sol Azteca está muy lejos de aquel partido que en 2004 movía y representaba a la izquierda nacional.
En Veracruz, el partido está desdibujado y en vez de parecer una fuerza política real, es visto como un apéndice de Acción Nacional.
En el PRI no llegan a ese extremo, pero la marca está claramente desgastada; tanto, que en 2021 podría repetirse la historia de la elección local de 2018, cuando el tricolor no ganó absolutamente nada: en la contienda por la gubernatura estuvo cerca del 14 por ciento de los sufragios totales, muy lejos de 44 por ciento del vencedor, que fue el abanderado de Morena; además, el otrora partido aplanadora no triunfó en un solo distrito y sólo pudo colocar 3 diputados locales por la vía plurinominal.
En la Legislatura estatal, el PRI representa el 6 por ciento de las curules. El partido está lejos de un nivel competitivo y por eso coquetea con la posibilidad de una alianza con Acción Nacional.
En los círculos del perredismo veracruzano corre la versión de que la alianza en el proceso local de 2021 no será en todos los municipios y distritos del estado, sino solo en 50 y cuando mucho 70.
De concretarse esa coalición, el nivel de competencia en dicha elección, previa a la sucesión por la gubernatura de 2024, podría modificarse y, sin duda, polarizaría el escenario entre los que apoyan al actual gobierno y los que están en contra.
En Acción Nacional saben perfectamente que la alianza con el PRI podría significar cargar con el peso del descrédito tricolor; sin embargo, el saldo final de dicha coalición podría incrementar las posibilidades de éxito de sus candidatos.
Al final, no es un tema definido, sino una posibilidad que ya exploran los partidos involucrados; si establecen el acuerdo, el siguiente paso será la negociación por las posiciones en disputa, que incluyen las candidaturas a las diputaciones y cargos edilicios.
@luisromero85