El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que no participaría del segundo debate contra Joe Biden, en rechazo a la disposición de los organizadores de que el encuentro se realice de forma virtual como prevención ante el Covid-19.
“No voy a participar en un debate virtual”, declaró el mandatario en la cadena Fox Business, solo unos minutos después de que la Comisión de Debates Presidenciales anuncie la modalidad no presencial. Según consideró Trump, un encuentro virtual no es aceptable y “no perdería su tiempo” en un evento de ese tipo.
El evento está programado para el próximo jueves 15. Hace una semana, el mandatario dio positivo por coronavirus y fue internado por cuatro días en un hospital militar de Washington. Aunque se recupera satisfactoriamente, se desconoce con precisión cuándo dejaría de ser contagioso, por lo que la campaña del demócrata Joe Biden expresó la necesidad de seguir las recomendaciones científicas.
“Creo que no soy contagioso”, opinó el presidente en la cadena conservadora, y añadió que no estaba al tanto de la decisión de la Comisión, a la que acusó de querer “proteger” a Biden. Además, dijo que si no hubiese tomado la serie de medicamentos que le recetaron para su tratamiento, el coronavirus “se habría ido por sí solo”, pese a que necesitó asistencia de oxígeno y todavía está recibiendo esteroides. En la víspera, había catalogado como “milagroso” al Regeneron.
A su vez, la campaña republicana criticó la medida “unilateral” del debate virutal y dijo que ese día organizará un acto proselitista.
Según el comunicado de los organizadores, la decisión se tomó para “proteger la salud y la seguridad de todos los involucrados”.
No obstante, horas después de realizar el anuncio el jefe de la campaña republicana, Bill Stepien, dijo que Trump estaría dispuesto a posponer los dos debates una semana para que se realicen de manera presencial. De esa manera, el segundo encuentro pasaría a tener lugar el próximo 22 de octubre, mientras que el tercero y último se realizaría el 29 de ese mes, sólo cinco días antes de las elecciones.
El entorno del presidente fue criticado la semana pasada por no haber cumplido con las normas, ya que familiares y asistentes no usaron mascarillas en el recinto del debate. Además, la Casa Blanca, que confirmó que Trump no se sometía a pruebas diarias, no ha divulgado cuándo fue la última vez que dio negativo, por lo que no se descarta que ya tenía el virus el martes pasado cuando debatió con su rival demócrata.
Si bien el candidato a la reelección no fue percibido como el ganador del encuentro por las encuestas, el segundo debate era una nueva oportunidad para recuperar el terreno perdido en los estados clave para la elección, teniendo en cuenta que tuvo que cancelar numerosos actos de campaña por su enfermedad y no está claro cuándo podría reanudar su gira.
En la víspera, los candidatos a vicepresidente, Mike Pence y Kamala Harris, debatieron en una cita mucho menos caótica que la de Trump y Biden, y con mucha menor audiencia, por lo que no se espera que cambie significativamente la tendencia de los sondeos.