Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo del Chapo Guzmán y ahora conocido como el “Rey de la Cocaína” hizo que un sicario de un cártel rival pagara caro hace más de una década el haber intentado asesinarlo.

Guzmán Salazar apareció en el radar de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en 2005 cuando un testigo protegido lo señaló como uno de los principales cabecillas de la organización criminal.

Nunca fue una prioridad para Estados Unidos, hasta que Joaquín Archivaldo Guizmán fue detenido en febrero de 2014 en Mazatlán Sinaloa, cuando se confirmó que había tomando el control de la fracción de su padre.

El Chapito con ayuda de Ismael “El Mayo” Zambada se había convertido en uno de los cabecillas de la organización criminal, por lo que se le fincaron cargos por tráfico de droga.

De acuerdo con la información de la DEA, entonces, el Mayo Zambada era el principal cabecilla del cártel y se encargaba de negociar el precio de la cocaína en en Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala, planeaba el contrabando de la droga y, posteriormente, Iván Guzmán se encargaba del traslado de la droga desde Colombia a Estados Unidos.

Informantes dijeron al gobierno estadounidense que entonces, el Rey de la Cocaína tenía una serie de autos de lujo en los que le gustaba exhibirse como un Mercedez 2006 tipo SLRM McLaren, un Nissan 2014 tipo GTR, un Ferrari 2010 y un Lamborghini modelo Muerciélago 2008.

En agosto 2010, la información proporcionada a las autoridades estadounidenses se filtró a los enemigos del Chapo y de sus hijos, por lo que grupos rivales ubicaron el Ferrari en la colonia Las Quintas, en Culiacán.

En la creencia de que el auto lo conducía Iván Guzmán, lo rociaron a tiros, pero en lugar de matar al Rey de la Cocaína, ejecutaron a Marcial Fernández, hijo de Manuel Fernández Valencia “El Animal” o “La Puerca”, un sicario del Cártel de Sinaloa actualmente preso en Estados Unidos.

“La Procuraduría General de Justicia del Estado no tiene registro ni antecedente del asesinato. Informó que no existe siquiera reporte del crimen en el Centro de Comunicaciones C-4, ni en las corporaciones policiacas”, informó el diario local Noroeste el 10 de noviembre de 2010.

“La Puerca”, detenido el 29 de agosto de 2010, confesó ante la Policía Federal, que su hijo Marcial Fernández había sido asesinado en la colonia Las Quintas, aparentemente al ser confundido con Iván Guzman cuando conducía un vehículo Ferrari, color blanco.

De acuerdo con el sicario, los Chapitos (Iván y sus hermanos Jesús Alfredo y Ovidio) se encargaron de llevarse el vehículo y el cuerpo de su hijo para que no cayera en manos de la autoridad, y entregarlo a la familia.

Semanas después Alfredo Guzmán le habría comunicado que habían atrapado a Israel Rincón Martínez, “El Guacho”, presunto responsable de la muerte de su hijo e integrante del Cártel de los Beltrán Leyva, quien fue torturado por varios miembros del Cártel del Sinaloa, entre ellos, los Chapitos y el mismo Joaquín Guzmán Loera.

Como parte de la guerra entre el CSD y los Beltrán Leyva, en 2008 ya había sido asesinado Édgar Guzmán López, otro de los hijos del Chapo.

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