Trump llamó «socialista» a Biden y éste le reviró diciéndole que era un «payaso»… Hasta parecen mexicanos, me cae…
–Chopenjawer

Ayer por la tarde se escucharon los cohetes, la música, y las peregrinaciones en algunos barrios que ya celebran al santo patrono de Coatepec, San Jerónimo.

Aunque la «festejación» no se hizo como en tiempos anteriores, por la mentada pandemia, el escenario estuvo puesto: cayó la lluvia (como todos los años) y se vino el frío, lo que ya marca la entrada del otoño con pinta de invierno por las bajas temperaturas que se alcanzan en las partes altas de Veracruz.

Tampoco hubo la tradicional «bajada de arcos», por lo que los «arqueros» se quedaron con las ganas de armar estas estructuras que adornan las entradas de la parroquia y cuyos tradicionales festejos se convierten en toda una fiesta multicolor. No hubo «cañita» y no hubo cubetazos de agua para quienes cargan los arcos desde el barrio de Los Carriles.

Al santo lo sacaron de diversos templos locales, pero con poca gente, lo que nos hace entender que afortunadamente en Coatepec se está respetando la sana distancia y se están tomando las precauciones en esta contingencia sanitaria. Esta vez, prefirieron hacer caravanas desde sus vehículos para pasear a San Jerónimo por las calles.

Debo decir que desde hace 17 años que llegué a este lugar, es la primera vez que veo melancolía por el hecho de que los coatepecanos no vayan a celebrar a su santo: «Luce todo muy triste», me dice un vecino muy devoto.

Este 30 de septiembre es su día, al igual que en su honor se celebra el Día Internacional de la Traducción o del Traductor porque precisamente se dedicaba a eso: a traducir la Biblia.

Lo dice San Wikipedia: «San Jerónimo, también como Jerónimo de Estridón tradujo la Biblia del griego y del hebreo al latín, por encargo del papa Dámaso I. La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata (de vulgata editio, ‘edición para el pueblo’) y publicada en el siglo IV de la era cristiana, fue declarada en 1546, durante el Concilio de Trento, la versión auténtica y oficial de la Biblia para la iglesia católica latina, hasta la promulgación de la Nova Vulgata, en 1979, el que ahora es el texto bíblico oficial de la iglesia católica».

Es considerado uno de los Padres de la Iglesia, doctor, junto a Agustín de Hipona, Gregorio Magno, y Ambrosio de Milán. Se trata de «un grupo de escritores cuyas enseñanzas tuvieron gran peso en el desarrollo del pensamiento y la teología cristiana según su interpretación de la Biblia, la incorporación de la Tradición y la consolidación de la Liturgia, por lo que fueron dejando una doctrina en conjunto».

Y no sólo tienen influencia en la iglesia cristiana, sino también en la protestante.

De hecho existe la Orden de San Jerónimo: una orden religiosa católica exclusivamente hispánica que surgió en el siglo XIV, aprobada en el año 1373 por el papa Gregorio XI que residía en ese entonces en Aviñón, Francia.

«La Orden de San Jerónimo prescribe una vida religiosa de soledad y de silencio, en asidua oración y fortaleza en la penitencia, y trata de llevar a sus monjes y monjas a la unión mística con Dios, consideran que cuanto más intensa sea esta unión, por su propia donación en la vida monástica, mucho más espléndida se convierte la vida de la Iglesia y con más fuerza su fecundo apostolado. La vida del religioso jerónimo se rige por el equilibrio entre oración y trabajo», dice la Wikipedia.

¿Y sabe quién pertenecía a esta orden? Ni más ni menos que La Décima Musa, La Doncella de América, la del billete de 200: Sor Juana Inés de la Cruz, una de las mujeres más chipocludas en la historia de México y el mundo: religiosa, humanista, científica, teóloga, filósofa, poetisa y dramaturga novohispana, precursora del movimiento de la Ilustración y el Siglo de las Luces.

El 17 de abril de 1695, a los 46 años de edad, Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana falleció en el Convento de San Jerónimo, víctima de una epidemia que causó estragos en toda la capital (la hoy CMDX), pero especialmente en dicho convento, pues de cada diez religiosas enfermas, nueve morían.

No está exactamente precisado qué tipo de epidemia mató a Sor Juana, se especula que pudo haber sido por la peste o tifo exantemático, una enfermedad que es transmitida por el piojo del cuerpo humano.

Lo que sí se sabe, es que tanto Jerónimo de Estridón, como Juana de Asbaje, son parte importante del pensamiento humano, y que a ella seguramente la mató un bicho por no guardar la sana distancia.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que ya removieron toda la unidad administrativa de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa) por haber detectado prácticas irregulares. Comentan en la dependencia que se salvó por poquito el secre Cadena Cerón.

OTRA NOTA: Que este miércoles llega en gira por la entidad la aspirante a la dirigencia nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky. Estará en Boca del Río, territorio de los Yunes, desde temprano en rueda de prensa y seguirá todo el día atendiendo a representantes de distritos de todo el estado.

OTRA NOTA EXTRA: Otro periodista caído en tiempos de Coronavirus. Se trata del conocido periodista Domingo Simón Ortega, originario de Coatzacoalcos, pero avecindado desde hace décadas en la ciudad de Orizaba. Según sus compañeros, aunque al parecer tenía síntomas de Covid, no se confirmó su muerte por este padecimiento y sólo se sabe que falleció de un infarto en la clínica 6 del IMSS de Cerritos, alrededor de las 03:30 de la mañana de este martes. Descanse en paz.

LA ÚLTIMA PORQUE LOVECRAFT COUNTRY: Que ya van tres veces que capturan a la presunta jefa del CJNG en Xalapa, apodada «La China», y que esperan que esta última vez por fin ya sea encarcelada, porque siempre la liberaban los jueces. Lo anterior lo reveló el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que destacó como hecho relevante, la vinculación a proceso de dicha malandra: «Entendemos que esta vez el juez ya no pudo liberarla», subrayó en una publicación en redes sociales.