En términos de violencia y maltrato hay un aumento de ese tipo de sucesos que afectan el desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes y deterioran su salud mental: Hernández Falcón.
Xalapa, Ver.- (AVC) Hay indicios que llevan a identificar que en estos seis meses de pandemia de Covid-19, la depresión, el maltrato infantil y la violencia intrafamiliar se dispararon, con una posible afectación importante a la infancia y juventud.
El doctor en Investigación Educativa por la Universidad Veracruzana (UV), Marco Antonio Hernández Falcón, explica que la familia en México es una institución muy cerrada y en cierta forma no se sabe que pasa detrás de la puerta.
Pone como ejemplo que hay niños que viven en casas pequeñas y el confinamiento y la desesperación por la pérdida de empleo en los padres llevan en muchos casos a un aumento en el consumo de drogas como el alcohol, lo que puede ser caldo de cultivo en el aumento de la violación de los derechos de infantes y jóvenes.
“En términos de violencia y maltrato hay un aumento de ese tipo de sucesos que afectan gravemente el desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes que crecen con experiencias que deterioran su salud mental”.
Relata que lamentablemente en México hay una historia de falta de atención a ese sector de la población, que permanece un tanto invisible, con un abandono de muchos años de sus derechos, situación que va en incremento, si se piensa en la falta de infraestructura institucional para atenderlos.
“¿Que hace un niño maltratado? ¿A quién recurre? ¿Cuál es su red de apoyo? ¿Qué institución lo puede atender? Lo que pasa en casa ahí queda, en experiencia de la subjetividad del niño, el cual enfrentará dificultades en su desarrollo…”.
Cuestionado sobre cuál será el futuro de una parte de esta niñez y juventudes, responde que pensando en términos de violencia, se puede traducir en un aumento de los delitos y de posible vinculación con el crimen organizado.
Comenta que en general el deterioro del funcionamiento social es un escenario probable, y es necesario reflexionar sobre qué tipo de normalidad queremos como país y pensar en cambios y ajustes estructurales “si no queremos acercarnos a un colapso social”.
El también maestro en Psicopedagogía por la Universidad Autónoma de Chiapas, expresa que en su momento el filósofo argentino nacionalizado mexicano Enrique Dussel, dio a conocer una teoría a profundidad sobre la disyuntiva que enfrenta la sociedad y que puede aplicarse a los momentos que vive el mundo actual.
“Para él la vida como principio ético está sumida por el mercado y mientras no hagamos una reflexión sobre esta subsunción de la vida al mercado, vamos a seguir en el proceso frenético que puede llevarnos a una situación tipo Matrix, Elysium o Mad Max (películas futuristas).
“Es necesaria en estos tiempos una imaginación que lleve a pugnar por una sociedad que ponga primero a la vida por encima del mercado”, concluye Hernández Falcón.